Batista gobierna al Caja Laboral

Los brazos son muy importantes en el baloncesto. Por eso es muy importante Batista en Caja Laboral, porque sus brazos parecen "ganchetos" de dibujos animados. Sobre una carcasa poderosa, t¨ªpica del p¨ªvot blanco, el uruguayo Batista eleva unos brazos interminables que le permiten alcanzar rebotes imposibles, estirar el dedo si hace falta para cazar un bal¨®n. Y cuando el brazo no es necesario mete su corpach¨®n imbatible para hacerse un hueco entre una nube de jugadores y sacarse una canasta de donde haga falta. Con Batista, el Caja Laboral es una cosa y sin ¨¦l, es otra cosa bastante distinta. No tanto por su trabajo individual, sino por lo que propone a tipos tan personales como Teletovic, coraz¨®n de hielo, o San Emeterio, coraz¨®n de fuego.

Ah¨ª se construy¨® el Caja Laboral para doblegar al Unicaja, que estrenaba a su nuevo entrenador, Chus Mateo, y que plant¨® cara hasta el final, bien es verdad que jugando a empujones, con la sensaci¨®n permanente de perseguir al rival, m¨¢s que de dominar la carrera, en el estreno del Top 16 de la Euroliga.

Nunca concedi¨® el equipo malague?o ventajas alarmantes, pero lo cierto es que el Caja Laboral sabe manejarse en las distancias cortas. Arranc¨® con potencia el partido y luego de desinfl¨®, incapaz Barac de gobernar su canasta a pesar de sus m¨²ltiples cent¨ªmetros. Ivanovic se hart¨® y meti¨® a Batista, m¨¢s corto, pero m¨¢s fuerte, m¨¢s listo, m¨¢s poderoso y cuando junto al tr¨ªo San Emeterio-Teletovic-Batista el partido cambi¨®. El Unicaja, dolido por su situaci¨®n en la Liga (fuera de la Copa), destituido A¨ªto Garc¨ªa Reneses, en plena crisis, pel¨® como gato panza arriba, sobre todo con el cierto en el tiro exterior, que le permit¨ªa vivir el partido hasta el final con alg¨²n asomo de esperanza.

As¨ª fue aguantando con parciales cre¨ªbles, m¨¢s basados en el tiro exterior que en la lucha por los tableros, donde Batista gobernaba con sus brazos poderosos, con su corpach¨®n, con su actitud indomable. Y as¨ª se fue el partido, con distancias cortas, solo alarmadas ara el Caja Laboral con una antideportiva final. Guindilla para acabar. Un punto de emoci¨®n. No fue nada.