El Athletic deja tieso al Atl¨¦tico
Dos goles de Toquero funden a un equipo madrile?o nervioso y hundido en la depresi¨®n tras la expulsi¨®n de Perea
El partido de la amnist¨ªa y la alegr¨ªa que propon¨ªa Quique Flores termin¨® como el rosario de la aurora tras una nueva actuaci¨®n chirriante del Atl¨¦tico frente a un Athletic bien majo que acecha los puestos de la Champions tras pescar los tres puntos en las revueltas aguas del Manzanares. El conjunto de Joaqu¨ªn Caparr¨®s sac¨® provecho del despiporre de la defensa madrile?a, un territorio fronterizo, sin ley, en el que reina el desconcierto. La sociedad que formaron Iraola y Toquero enchuf¨® al Athletic con dos goles, los primeros de la temporada del mochilero de Llorente, que instalaron a la escuadra del Manzanares en una crisis perenne, que no es capaz de sacudirse y que llev¨® a la grada a exigir por primera vez en la temporada la salida de los gestores del club.
Cinco meses despu¨¦s de subirse a las barbas del mism¨ªsimo Inter, el Atl¨¦tico ha entrado en una espiral autodestructiva en la que ya no se siente importante. El cuadro rojiblanco ya no se reconoce en el espejo como un equipo guapo y con condiciones. La situaci¨®n es tan cr¨ªtica que el vestuario ha perdido ese aroma irreverente que, casi de la nada, le llev¨® a ganar dos t¨ªtulos y disputar tres finales. La jornada de reflexi¨®n comenz¨® en silencio, con una indiferencia sobrenatural para un estadio por lo habitual muy agradecido, y concluy¨® con la grada mostrando su descontento hacia la familia Gil mientras silbaba a Forl¨¢n y aplaud¨ªa a Toquero.
El once inicial contribuy¨® a la caraja del Atl¨¦tico, con Juanfran en el banquillo en favor de El¨ªas. El dibujo de Quique traslad¨® a Reyes a la posici¨®n de enganche, en la que no destac¨®, salvo alg¨²n pase entre l¨ªneas a Ag¨¹ero. Con el equipo a verlas venir, paralizado y sin ritmo, el Kun se erigi¨® como el ¨²nico argumento ofensivo, pero sus remates se encontraron siempre con los reflejos de Iraizoz. La pimienta del argentino, que fall¨® un centro que ni pintado de Ujfalusi, no bast¨® para superar la ¨²ltima l¨ªnea de los de Caparr¨®s, muy c¨®moda porque los ataques del Atl¨¦tico, con las alas cortadas y Tiago a a?os luz de su mejor versi¨®n, llegaban por dentro y a paso de tortuga.
El quiero y no puedo local dio paso a un Athletic con las ideas muy claras. Muniain y Toquero achuchaban la salida del Atl¨¦tico solo cuando Perea era el conductor del bal¨®n. La presi¨®n adelantada del conjunto bilba¨ªno, con Javi Mart¨ªnez imperial en el c¨ªrculo central, multiplic¨® los errores del Atl¨¦tico, que se vio sometido a un bombardeo de balones cruzados. En uno de ellos, el ¨¢rbitro pit¨® penalti de Perea a Llorente y expuls¨® al colombiano, una decisi¨®n cuando menos controvertida. El riojano fall¨® desde los 11 metros y, aunque la decisi¨®n espole¨® a la escuadra del Manzanares, el partido se hab¨ªa decantado. El da?o estaba hecho. Por m¨¢s que Forl¨¢n pudiera adelantar a su equipo: el uruguayo ajust¨® tanto su remate tras un contragolpe que lo mand¨® fuera. Remando con 10, sin el boss de la defensa ?esa es la consideraci¨®n de Quique hacia Perea?, la respuesta del Athletic no se hizo esperar. El grupo vasco cobr¨® distancia en el marcador con un centro de Iraola al palo largo en el descuento que caz¨® Toquero de primeras mientras De Gea hac¨ªa la estatua bajo los palos, de donde no termina de salir. El golpe fue demasiado para un equipo arrinconado en el div¨¢n.
La desidia del Atl¨¦tico continu¨® tras el descanso aunque Quique moviera ficha mandando a galeras a El¨ªas y reforzando la zaga con Dom¨ªnguez. Dio lo mismo. El lavado de cara no asombr¨® al Athletic, que no perdi¨® la cara al duelo. Apagado Forl¨¢n, desesperado el Kun, con todos los ojos de la defensa atl¨¦tica pendientes de Llorente, Toquero mat¨® el encuentro despu¨¦s de una bonita combinaci¨®n de Javi Mart¨ªnez e Iraola. Fue el punto final de la borrasca que sacude al Atl¨¦tico, con Quique angustiado y con menos tiempo para apagar el incendio.
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