La transgresi¨®n tiene premio

Agarrado a la t¨¦cnica de sus argentinos, el Valencia se dio una noche tranquila en la que Emery cambi¨® la fisonom¨ªa del equipo del ¨²ltimo lustro. La renuncia a los extremos tuvo mucho de transgresor. Desde la ¨¦poca de Ben¨ªtez, con Angulo o Rufete ?ovacionado por Mestalla? y Vicente ocupando las orillas, el Valencia hab¨ªa sido muy identificable por sus alas. No le hicieron falta para vencer a un H¨¦rcules diezmado por las bajas en la retaguardia y por su inocencia fuera de su estadio: lleva 783 minutos sin marcar.

Emery aprovech¨® la lesi¨®n de Mata y la floja actuaci¨®n de Pablo y Joaqu¨ªn la jornada anterior en el Sardinero. Y junt¨® al tr¨ªo de melenudos argentinos ?Banega, Costa y Dom¨ªnguez? para que cuidaran la pelota y la hicieran llegar a Aduriz y Soldado. Falt¨®, sin embargo, que los laterales ?Bruno y Mathieu? alcanzaran m¨¢s la l¨ªnea de fondo. Y fue un bal¨®n largo del central David Navarro el que desbroz¨® el encuentro. El pase a Soldado y la deserci¨®n del central herculano Rodr¨ªguez, que abandon¨® al delantero cuando este iba a recibir. El centro raso de Soldado lo emboc¨® Aduriz despu¨¦s de una cabriola afortunada que desorient¨® a Calatayud. Hay qu¨ªmica entre Soldado-Aduriz, llegados a Mestalla para hacer olvidar a Villa, presente en el palco junto a Mata.

El H¨¦rcules sufre un estigma lejos del Rico P¨¦rez. Agravado por la visita a la enfermer¨ªa de muchos de sus defensores, donde se incorpor¨® Pe?a antes del descanso, obligando a que Kiko Femen¨ªa ocupara eventualmente el lateral izquierdo. Esteban Vigo hab¨ªa sacrificado a Trezeguet en busca de un equipo m¨¢s combativo, esperando que Valdez se las apa?ara solo. A punto estuvo en un gol anulado al delantero paraguayo por un apurado fuera de juego.

Esteban recompuso el equipo tras el descanso: Cort¨¦s pas¨® al lateral izquierdo y Femen¨ªa ocup¨® el derecho. Sin mucha fe. Se sab¨ªa carne de ca?¨®n. El Valencia se dispuso a disfrutar. Triangulaciones al primer toque en la medular inusuales en Mestalla. Recompensadas con otro gol de falta de Tino Costa, esta vez aprovechando el efecto que le dio al bal¨®n m¨¢s que la potencia para alejar el bal¨®n de Calatayud.

El esp¨ªritu combativo de Tino Costa se ha convertido en el combustible consumido por el Valencia en los ¨²ltimos meses. Imprescindible por eso y por sus trallazos, Tino no solo es compatible con Banega, sino que convendr¨ªa verlos siempre juntos.

Esteban trat¨® de reactivar al H¨¦rcules con Drenthe y Rufete, recibido a lo grande por Mestalla, en un ejercicio memor¨ªstico emocionante: fue un jugador crucial en los ¨¦xitos del Valencia de Ben¨ªtez. Y, s¨ª, el H¨¦rcules vibr¨® con sus nuevos extremos, propiciando la parada, no de la noche sino de la jornada, por parte de Guaita a tiro de Fritzler. Es un porterazo cada d¨ªa m¨¢s indiscutible.