El Efes no es el Bar?a

La fase final de la Copa del Rey dej¨® para el Madrid evidencias desalentadoras y progresos irrefutables. En Estambul, el enemigo no vest¨ªa de azulgrana y todo fue m¨¢s f¨¢cil. Tras la en¨¦sima frustraci¨®n ante un Barcelona inabordable, los de Messina regresaban a Europa con el ¨¢nimo de sobreponerse del golpe y refrendar su intachable andadura en el Top 16 de la Euroliga. Los blancos, que llegaban invictos tras tres partidos, se jugaban certificar la clasificaci¨®n y afianzar la primera plaza de su grupo. Al fondo del camino, el premio de la Final Four. Horizonte inalcanzable para el conjunto madridista en los ¨²ltimos 15 a?os.

La puesta es escena respondi¨® a la de un equipo con esp¨ªritu reivindicativo y mand¨ªbulas apretadas, sin concesiones a la depresi¨®n. Tomic agigant¨® pronto su figura en ataque y, secundado por Su¨¢rez, impuls¨® el arranque del Madrid que present¨® credenciales con un parcial de 2-9.

Enfrente, un Efes Pilsen lastrado por la baja de ¨²ltima hora de su principal artillero, Igor Rakocevic. El escolta serbio, que hace un par de semanas test¨® la imbatibilidad del Madrid en la Caja M¨¢gica con 16 puntos, dej¨® hu¨¦rfano a su equipo y alter¨® los planes de Perasovic. Debilitado el per¨ªmetro, la pizarra turca volc¨® su ataque en la pintura. Gonlum y Vujcic se convirtieron en el ¨²nico argumento frente a un Tomic que tras semanas de letargo comienza a sentirse protagonista. El p¨ªvot croata firm¨® en el primer tiempo 12 puntos y tres rebotes (14 y 6 al final). Bajo su mando creci¨® el juego madridista, que con el paso de los minutos acumulaba noticias positivas. Primero apareci¨®, por fin, Begic, que se sumaba a la causa despu¨¦s de pasarse la Copa en el fondo del banquillo, sin minutos y con gesto de perplejidad. La torre bosnia de pasaporte esloveno anot¨® 5 puntos en los seis minutos y 16 segundos de rodaje que le concedi¨® Messina. Despu¨¦s, Llull, que retomaba el pulso anotador tras una paup¨¦rrima Copa. Tras quedarse a cero en la final ante el Barcelona volvi¨® a su perfil efervescente de pulso firme y canastas imposibles. Incluido el triple rocambolesco tras esquivar en el aire a Tunceri, que cerr¨® el segundo cuarto (24-35). Para entonces, el Madrid dominaba el rebote en defensa y en ataque, los porcentajes de tiro y, sobre todo, hab¨ªa desconectado del partido al conjunto turco.

El hasta hoy inexpugnable Sinan Erdem (siete victorias en los siete partidos de Euroliga) desminti¨® su fama incendiaria y qued¨® convertido en un silencioso auditorio que asisti¨® al ba?o de confianza que se dieron los de Messina. A pesar del empe?o de Tunceri en la direcci¨®n y de la insistencia de Thornton cargando el rebote ofensivo, el Efes estuvo muy lejos de parecerse al equipo tenso y competitivo que vendi¨® cara su derrota en Madrid. Los turcos entregaron el duelo el duelo mediado el tercer cuarto y asistieron con los brazos ca¨ªdos a la exhibici¨®n de Llull, 17 puntos, con 5 de 8 en triples y cinco asistencias redim¨ªan al escolta menorqu¨ªn cuatro d¨ªas despu¨¦s de fallar los seis tiros que intent¨® ante el Barcelona. El Madrid se clasifica para cuartos de final. El Efes no es el Bar?a.