El bodrio del a?o en Mestalla

En partidos como este, deber¨ªa ser al rev¨¦s: la gente deber¨ªa cobrar por ir a Mestalla. Pasar la factura por las taquillas al abandonar el estadio, tal fue el sopor al que lo sometieron un Valencia atropellado ante un conformista Sporting. Ni siquiera los ¨²ltimos 10 minutos, animados por la entrada del brasile?o Jonas en la delantera local, indultaron a un Valencia que no transmite nada. Si acaso confusi¨®n y tristeza a pesar de que los resultados le han ido acompa?ando. Mestalla castig¨® el aburrimiento con una pitada final para su equipo y algunos aplausos para el Sporting, al que se le reconoci¨® al menos la sincronizaci¨®n defensiva, devorando todos los espacios entre la delantera valencianista.

La pregunta sobrevol¨® Mestalla toda la tarde. ?A qu¨¦ juega el Valencia? Nadie lo sabe. Los jugadores, tampoco. Desde la semana pasada en el Calder¨®n, con parada el martes en Champions ante el Schalke, el conjunto de Emery ha cambiado tres veces de alineaci¨®n y de sistema sin que se entienda muy bien por qu¨¦. Primero, Emery quer¨ªa jugar con extremos, que para eso cuenta con una n¨®mina tan prestigiosa como la de Joaqu¨ªn, Mata, Vicente, Pablo, Alba... Despu¨¦s decidi¨® que no, que prefer¨ªa volcarse por el centro con el tr¨ªo de los argentinos (Banega, Tino Costa y Dom¨ªnguez). Y, ante el Sporting, opt¨® por una soluci¨®n salom¨®nica. Recuper¨® a Joaqu¨ªn y a Mata por los costados, pero mantuvo a Chori Dom¨ªnguez para tratar de enganchar con Aduriz. El resultado fue espantoso. El delantero vasco no dispuso ni de medio pase al que hincarle el diente, tal fue el atasco en el centro del campo. Casi al final, Aduriz sali¨® del campo en camilla y estar¨¢ cuatro semanas de baja por un esguince. Sin velocidad en la circulaci¨®n del bal¨®n, el ataque valencianista fue anodino, pan comido para una defensa tan pulcra como la sportinguista, plet¨®rica tras haber podido frenar al Bar?a en la jornada anterior. El Sporting estuvo encantado con el empate, sin arriesgarse ni un dedo a perder ese bot¨ªn.

La aton¨ªa valencianista estuvo marcada por la actuaci¨®n de Chori Dom¨ªnguez, un jugador que siempre aparenta m¨¢s de lo que es. Parec¨ªa mucho mejor en el Rubin Kazan y lo mismo en sus inicios como valencianista, en invierno pasado. Pero su aportaci¨®n, al final, puesta en la balanza, es poca cosa. Para actuar de mediapunta le falta desborde, pase y gol.

Le cost¨® admitirlo a Emery, sustituy¨¦ndolo en el arranque del segundo tiempo por Soldado. Este equipo siempre resulta m¨¢s amenazante con dos delanteros, a pesar de que al t¨¦cnico le cueste tanto reconocerlo. As¨ª lo intuy¨® tambi¨¦n el Sporting, que sufri¨® algo m¨¢s en defensa en este tramo. Y aun as¨ª, Diego Castro dispuso de algunas opciones de adelantarse. Primero se durmi¨® en el remate ante un gran centro desde la derecha de Andr¨¦ Castro. Y, despu¨¦s, el mismo capit¨¢n sportinguista dilapid¨® un disparo lejano tras un error previo en el despeje con el pie de Guaita. Entonces Preciado dio paso a Bilic a fin de que aguantara los pelotazos largos, pero este se top¨® con un Stankevicius impecable. El lituano lleg¨® de tapadillo en verano pasado y se ha convertido en el mejor central del Valencia.

Topal emergi¨® en la segunda parte como el jugador m¨¢s valioso del Valencia. Lo barre todo en el centro del campo porque f¨ªsicamente est¨¢ por encima de compa?eros y de rivales. Joaqu¨ªn irrumpi¨® en el ¨²ltimo cuarto y se intern¨® con potencia por el extremo, quit¨¢ndose unos a?os de encima, aunque sin suerte en los pases. En uno de ellos le sirvi¨® un remate a la derecha de Tino Costa, un regalo envenenado. El argentino es un zurdo tan cerrado que la derecha la tiene inutilizada.

Emery le dio 10 minutos al brasile?o Jonas para que explicara las bondades de su fichaje invernal. Coincidi¨® con lo m¨¢s potable del Valencia, alguna sensaci¨®n de peligro que estimul¨® a la grada. Jonas particip¨® m¨¢s de lo previsible: aqu¨ª una prolongaci¨®n de cabeza, all¨ª un pase y, para acabar, un par de regates y un disparo, justo en al final, para dejar al menos la esperanza de que el Valencia ha contratado un buen delantero. Una ilusi¨®n en medio del bodrio del a?o en Mestalla.

Valencia 0 - Sporting 0