Dos segundos de Di Mar¨ªa

El Madrid y el Levante completaron uno de los partidos con menos trama de la temporada en Chamart¨ªn. Unos, porque ahorraron energ¨ªa para la Liga de Campeones. Otros, porque tomaron tantas precauciones que a la hora de las decisiones optaron por no decidir nada. La velada fue sopor¨ªfera, s¨®lo interrumpida por las animadas discusiones de Cristiano y Ballesteros, y por una incursi¨®n maravillosa de Di Mar¨ªa. Un par de amagues, dos regates el¨¦ctricos, y un centro que contuvo en una sola maniobra toda la maravilla de un partido aburrido. En dos segundos todo hab¨ªa acabado.

El Levante entr¨® en el campo arrastrando complejos. Le falt¨® decisi¨®n, quiz¨¢ inhibido por el 8-0 que sufri¨® en la Copa. No supo qu¨¦ clase de partido jugar, a donde situar sus l¨ªneas, c¨®mo defender ni c¨®mo atacar. Empez¨® por replegarse sobre su ¨¢rea con una l¨ªnea de cinco defensas. Alrededor de Mun¨²a se form¨® mucha gente, pero mal parada, y mal socorrida por los centrocampistas. A Mourinho s¨®lo le falt¨® el 'walkie-talkie'. El t¨¦cnico dirigi¨® a sus jugadores de pie en la zona t¨¦cnica, sin protegerse de la lluvia ni por un momento, dramatizando el encuentro y voceando ¨®rdenes continuamente, sobre todo a Di Mar¨ªa, al que emple¨® como un bistur¨ª. El extremo hizo lo que vienen haciendo los extremos desde que existe el f¨²tbol: jug¨¢rsela mano a mano y desbaratar la presi¨®n.

No hab¨ªan transcurrido cinco minutos cuando Di Mar¨ªa ya hab¨ªa encarado a Juanfran pegado a la raya. El lateral sali¨® a buscarle y se llev¨® el bal¨®n, pero a su espalda dej¨® diez metros libres. Mourinho se?al¨® el hueco, Di Mar¨ªa insisti¨® obediente, y en la jugada siguiente fint¨® con ¨¦xito a su marcador. Juanfran perdi¨® el duelo y cuando Del Horno acudi¨® a corregir se pas¨® de frenada. Iborra debi¨® auxiliar a sus compa?eros pero lleg¨® tarde y para entonces el intruso ya hab¨ªa pisado el hormiguero. Su centro, con la derecha, desorient¨® a Mun¨²a y encontr¨® a Benzema en el segundo palo. El franc¨¦s defini¨® a un toque, cosa inusual en ¨¦l, y desmont¨® los borrosos planes del Levante.

Mourinho present¨® una alineaci¨®n de transici¨®n. La medida fue arriesgada porque implic¨® la reserva de Xabi y ?zil, los jugadores que tienen mayor impacto en el dise?o del juego, y porque no incluy¨® en el armaz¨®n a ning¨²n centrocampista con sentido del pase. Tan poco le interesa al entrenador darle un poco de creatividad a su medio campo que Granero y Pedro Le¨®n vieron el partido en sus casas. Jugaron Lass y Khedira y un rumor de sospecha se extendi¨® por las gradas. El precedente, contra el Mallorca, acarre¨® una de las noches m¨¢s complicadas del equipo en Chamart¨ªn. Pero ayer fue otra historia. El Levante no supo explotar la falta de recursos del Madrid en la salida del juego. El repliegue de la l¨ªnea de Ballesteros fue tan profundo que el Madrid no tuvo problemas para administrar la pelota. S¨®lo Caicedo gener¨® algunas dificultades, bajando balones largos para la llegada de Valdo o Xisco. Pero fueron fogonazos. Acciones aisladas llevadas con timidez. Khedira y Lass, dos especialistas en defender pelotazos frontales, desactivaron las intentonas ante la mirada distendida de sus centrales. Despu¨¦s jugaron. Y lo hicieron con su habitual falta de matices. Ni est¨¢n para hilar fino ni fue necesario que brillaran con la pelota. Se limitaron a echar pases largos para que los jugadores de banda progresaran hasta el fondo. Por ah¨ª apareci¨® Di Mar¨ªa. Por ah¨ª gan¨® el partido el Madrid.

El gol no a?adi¨® nada al partido, que se jug¨® con la misma lentitud con la que empez¨®. Al Levante no le interes¨® alborotar a nadie y procur¨® cortar el juego en la medida de sus posibilidades. Lo hizo mal porque sus centrocampistas no se coordinaron bien con los defensas para hacer la presi¨®n. Las l¨ªneas se abrieron y los atacantes del Madrid no dejaron de amenazar a Ballesteros y su escolta. El Levante se meti¨® tanto en su ¨¢rea que se expuso a las llegadas madridistas. Di Mar¨ªa exigi¨® una estirada de Mun¨²a con un zurdazo que envi¨® el bal¨®n pegado al palo izquierdo del portero. Marcelo pudo meter el segundo en otra acci¨®n.

El partido discurri¨® hacia la pesadumbre con el primer gol y se termin¨® de apagar antes del descanso. Una falta lateral mal defendida por el Levante propici¨® el gol de Carvalho, que empuj¨® el centro de Cristiano, aprovech¨¢ndose de la descolocaci¨®n de la barrera. As¨ª se acab¨® la primera parte. El segundo tiempo abund¨® en el mismo gui¨®n. Repliegue del Levante, bal¨®n al Madrid, y sopor. Nunca antes Khedira tuvo tanto la pelota. Se hart¨®. La toc¨® mucho m¨¢s que Kak¨¢, que, salvando dos acelerones, pas¨® otro partido desapercibido.

Real Madrid 2 - Levante 0