Heroico Villarreal

Al l¨ªmite de sus fuerzas, el Villarreal despleg¨® toda su vistosidad para remontar ante un N¨¢poles notable. El cuadro de Garrido gan¨® a partir de su excelencia en el centro del campo, donde Borja Valero dict¨® una lecci¨®n formidable. Inteligencia, coraz¨®n y t¨¦cnica al servicio del madrile?o, secundado por un siempre bien colocado Bruno y por un Cazorla imparable en sus regates de un palmo. La velocidad de Nilmar acab¨® por derrumbar el muro napolitano, incapaz ya de reaccionar a pesar de que Lavezzi y Cavani siempre estuvieron roz¨¢ndolo. El Madrigal lo celebr¨® como una cita hist¨®rica y, en efecto, para este peque?o club castellonense lo era.

Con raz¨®n le tem¨ªan tanto. El N¨¢poles se hab¨ªa quedado prendado de Borja en San Paolo. ?Qui¨¦n es ese calvo? Aqu¨ª, Borja, un centrocampista muy del gusto del calcio, presente en cualquier lado y dispuesto a recuperar, crear y decidir. ?l levant¨® al Villarreal de la lona tras una buena media hora del N¨¢poles, superior f¨ªsica y t¨¢cticamente, a un palmo de finiquitar la eliminatoria de no ser por una salida milagrosa de Diego L¨®pez a los pies de Lavezzi.

Pero se rebel¨® Borja contra los desastres defensivos de su equipo. Y contra la falta de fluidez frente a la defensa napolitana de tres centrales, tantas veces repetida para los de Garrido, que sufren ante este muro porque sus laterales apenas llegan a la l¨ªnea de fondo. Pero Borja, junto a Bruno y Cazorla, se neg¨® a sucumbir. Entre los tres bombearon sangre al coraz¨®n amarillo. Borja fue el m¨¢s incisivo. Con dos trallazos desde fuera del ¨¢rea y con dos pases de gol. El primero, en el interior del ¨¢rea, lo cruz¨® Nilmar. En el segundo, abri¨® a la izquierda para que Rossi, beneficiado por el rebote en Z¨²?iga, superara a De Sanctis. Ah¨ª el m¨¦rito fue sobre todo de Nilmar, que hab¨ªa robado la pelota gracias su extraordinaria velocidad. Desbordado en este final del primer tiempo, el N¨¢poles recurri¨® a las faltas para cortar el ritmo al crecido Villarreal.

Mazzarri hab¨ªa cambiado la forma de jugar respecto a San Paolo. Prefiri¨® correr menos, pero seleccionar m¨¢s. Renunci¨® a uno de los puntas, Cavani, y uno de los extremos, Maggio, en favor de dos mediapuntas, Sosas y Hamsik. Se trataba de tener m¨¢s precisi¨®n para conectar con Lavezzi. Avis¨® Hamsik con un excelente pase a Lavezzi, que fall¨®. Se cambiaron los papeles poco despu¨¦s. El magn¨ªfico centro con la izquierda del argentino lo cabece¨® en plancha el eslovaco a la red.

El N¨¢poles sali¨® de la caseta herido, decidido a recuperar la iniciativa. Y el Villarreal, pensando que tal vez podr¨ªa matar la eliminatoria al contragolpe. Ten¨ªa el jugador ideal para ello, Nilmar, cuyo vuelo lo cort¨® V¨ªctor Ruiz con un trompazo que le cost¨® la tarjeta amarilla. Mazzarri no pod¨ªa esperar m¨¢s y dio paso a Cavani entre la veneraci¨®n de los tifosi. Una oportunidad que tuvo la envi¨® al poste.

A medida que se enton¨® Cani, caracole¨® Cazorla y gobern¨® Borja, el Villarreal volvi¨® a sentirse due?o del encuentro. La entrada de Campagnaro para cortar la contra de Nilmar fue m¨¢s propia del Torneo de las Seis Naciones, un placaje en toda regla, pero el ¨¢rbitro lo sald¨® con otra amarilla. Poco despu¨¦s, le perdonar¨ªa la segunda amonestaci¨®n tras tocar el bal¨®n con una mano. Mazzarri le sustituy¨® por Paziencia mientras el ¨¢rbitro se lo estaba pensando.

El N¨¢poles percuti¨® por la derecha tratando de aprovechar las escasas reservas f¨ªsicas de Capdevila. Avanzaba Z¨²?iga y le secundaba Cavani. O bien Lavezzi, una amenaza constante para la zaga amarilla. Como ese maravilloso c¨®rner, desde el rinc¨®n derecho, que roz¨® el gol ol¨ªmpico tras golpear en el primer palo.

Pese a la exhibici¨®n de Nilmar, el Villarreal no hab¨ªa conseguido cerrar el partido y algunos de sus jugadores llegaron extenuados al ¨²ltimo tramo. De ah¨ª que Garrido diera descanso a uno de ellos, Cazorla, en favor de alguien m¨¢s defensivo, Catal¨¢. Se trataba de resistir como fuera. Y Garrido se la hubo de jugar con el deb¨² de otro chico de la casa, Gull¨®n, en vez de Cani. El Villarreal se defendi¨® hasta con las pesta?as y El Madrigal lo agradeci¨® con una alegr¨ªa incontenible, orgulloso de un equipo impagable por su juego y por su entrega. En los octavos se las ver¨¢ con el Bayer Leverkusen.