Marcelinho fulmina al Unicaja

El Caja Laboral puede albergar a¨²n esperanzas de colocarse primero de grupo tras vencer ayer c¨®modamente al Unicaja. Superados los leves chispazos que protagonizaron los malague?os durante el tercer cuarto, el equipo de Ivanovic domin¨® el tiempo y la forma de un encuentro en el que brillaron el irregular Oleson y Marcelinho Huertas. Los de Mateo, que quedan definitivamente de la competici¨®n, no acertaron a imponer su propia personalidad de ¨¢spera y veloz agresividad ofensiva.

El choque entre el Caja Laboral y el Unicaja arranc¨® trabado. Ambos equipos se limitaron a rascar canastas al rival hasta que cuatro triples seguidos y un a renovada confianza colocaron a los vitorianos en la senda de la victoria holgada, con hasta 15 puntos de ventaja.

Oleson y Teletovic se?alaron el camino para controlar la rapidez de los de Chus Mateo, pero Freeland y Sinanovic opusieron resistencia articulando un ataque agresivo. Tras el descanso y con un 40-31 en el marcador, volvi¨® a comenzar el partido. El Unicaja recuper¨® su identidad y provoc¨® el efecto que m¨¢s tem¨ªa Ivanovic: que cundiera la intranquilidad y la inseguridad que en ocasiones ha hecho resbalar a los vitorianos. Tanto hicieron tambalearse al Caja Laboral que alcanzaron el empate (40-40) sin apenas despeinarse.

As¨ª las cosas, Fitch y Freeland camparon a sus anchas hasta que Oleson y Huertas, gu¨ªa espiritual del equipo que fue aplaudido en pie por el p¨²blico en sus entradas y salidas de la cancha, se sacudieron los nervios y se centraron ante un rival que se lo jugaba todo en la Euroliga. Su ¨²ltima oportunidad de clasificarse en cuartos era derrotar a los vitorianos, que supieron contener las breves aunque intensas resurrecciones de los de Chus Mateo.

San Emeterio, que el s¨¢bado disputar¨¢ su partido n¨²mero 300 en ACB ante el Bar?a en el Palau, puso la cara al esfuerzo colectivo del equipo. El ritmo, a partir del tercer cuarto, lo marc¨® s¨®lo el Caja Laboral. Salvo leves destellos del Unicaja, el partido llevaba nombres y apellidos cuando las ventajas alcanzaban los 17 puntos.

El intermitente Oleson, de naturaleza discreta, conect¨® ayer un foco permanente que ilumin¨® todas sus jugadas. Tan c¨®modos estaban ya los vitorianos durante el ¨²ltimo cuarto que se dedicaron a exhibir jugadas de dise?o, concebidas con escuadra y cartab¨®n. Las faltas que le toc¨® tirar a Huertas sellaron un triunfo redondo entre el delirio del p¨²blico.