48 horas al tim¨®n, perseguidos y empapados

No admite un minuto para el descanso la pareja de tripulantes del Virbac-Paprec3, a la cabeza de la flota de la Barcelona World Race, la vuelta al mundo a vela por parejas y sin escalas. Lo?ck Pyron, considerado uno de los mejores navegantes del mundo, reconoci¨® el jueves que ¨¦l y su compa?ero, el patr¨®n del barco, Jean Pierre-Dick, ganador de la anterior edici¨®n de la prueba, llevan 48 horas seguidas al tim¨®n sin descanso. Y no abandonan el mando de la nave, ni de d¨ªa ni de noche, ante la insistencia de sus inmediatos perseguidores, los dos veces medallistas ol¨ªmpicos Iker Mart¨ªnez y Xabi Fern¨¢ndez, unos novatos en la prueba, que llegaron a situarse la madrugada del viernes a escasas 8 millas del primer clasificado.

Tras el ¨²ltimo parte, en la tarde de este viernes, el segundo barco manten¨ªa el pulso a 23 millas de la popa del l¨ªder. Aunque el velero franc¨¦s, que tuvo que parar pasado el estrecho de Cook para reparar el barco -con la consiguiente penalizaci¨®n de 48 horas-, ha sido de nuevo el m¨¢s r¨¢pido en la mayor¨ªa de registros del d¨ªa. La pareja de vascos no le ha dado respiro a bordo del Mapfre, el mismo barco que gan¨® la Vend¨¦e Globe, la vuelta al mundo en solitario, en 2008, al mando de su anterior patr¨®n, Michel Desjoyeaux. Su fiabilidad est¨¢ contrastada. El papel que pudieran hacer con ¨¦l los dos espa?oles, campeones del Mundo y de Europa en la modalidad de 49er, era y lo ser¨¢ hasta que regresen a Barcelona, una inc¨®gnita. Si bien, a pesar de la arriesgada decisi¨®n de no realizar una parada t¨¦cnica en Wellington (Nueva Zelanda) para reparar una serie de aver¨ªas, Iker y Xabi siguen a toda vela.

Su lucha con la embarcaci¨®n francesa es, ahora mismo, una batalla de velocidad pura en medio del Pac¨ªfico. Se dirigen hacia el cabo de Hornos (uno de los puntos m¨¢s cr¨ªticos de la traves¨ªa) y todas las previsiones meteorol¨®gicas parecen indicar que lo seguir¨¢n haciendo a una gran velocidad. "Estamos muy cerca todo el rato. Estamos a 180 millas de la puerta del Pac¨ªfico Centro (punto de paso obligado) y se espera un role (un cambio en la direcci¨®n del viento). Tenemos entre 25 y 30 nudos de viento, trasluchada tras trasluchada, sin descanso", comentaba Mart¨ªnez. Una trasluchada es un giro en redondo de 360 grados y explica el desgaste de estos regatistas, que sin cre¨¦rselo siguen luchando, pasado el ecuador de la prueba, por dar caza al l¨ªder, al que le han recortado m¨¢s de 350 millas en los ¨²ltimos d¨ªas.

Las ¨²ltimas palabras de Peyron explican la exigencia de los ¨²ltimos dos d¨ªas. "Cada ola es sorprendente, sobre todo cuando te cae en toda la cabeza sin haber tenido tiempo de taparte con el impermeable. No tenemos momentos de hast¨ªo", se?ala, a pesar de reconocer una inquietante monoton¨ªa a bordo: "Es bastante gracioso, cuando vienes de pasar tres d¨ªas en la misma zona del barco con situaciones similares, los d¨ªas se siguen perfectamente y, aunque no se parecen en absoluto, tenemos la impresi¨®n de que son una copia integral de lo que ocurr¨ªa 24 horas antes". Y, tras 56 d¨ªas de regata, a¨²n quedan m¨¢s de 9.000 millas hasta volver a Barcelona, puerto de salida y de llegada.