El destino decide un empate

A Zurutuza le apena jugar tanto tiempo de espaldas a la porter¨ªa, como exige su posici¨®n de media punta. Es un muchacho con ambici¨®n. A Ballesteros no le gusta salir de su cuarto de estar, all¨ª en el ¨¢rea, donde los a?os han aplacado aquel volc¨¢n que erupcionaba con facilidad. Y ?zas!, los astros se conjuran. Ballesteros sale de la cueva, mira al cielo desde el centro del campo y cede hacia atr¨¢s concedi¨¦ndole la pelota a Aranburu, un futbolista con toque sutil, y con todo el Levante saliendo de su ¨¢rea. El pase a Zurutruza fue perfecto, diagonal y con el futbolista por fin mirando a la porter¨ªa rival. Pegadito al poste y a la red de Mun¨²a.

Era la primera oportunidad de la Real, que se hab¨ªa congelado en Anoeta, rob¨¢ndole el Levante la iniciativa, con mejor organizaci¨®n futbol¨ªstica, mayor actitud y mayor dominio de la pelota. Le faltaba... Caicedo. Stuani es bullicioso, pero le falta ¨¢rea y control del bal¨®n. All¨ª mor¨ªa el Levante, que jugaba mejor, liderado por Xavi Torres, mientras la Real sobreviv¨ªa por el empuje de Rivas y la inteligencia de Zurutuza. Pero el gol no cambi¨® sus extra?as sensaciones, esas que indican que se gana sin m¨¦rito, circunstancialmente, que el bal¨®n se ha helado en las botas.

Y como el f¨²tbol es juguet¨®n, pues hizo otra jugarreta con una burlona justicia. Un buen disparo de Del Horno, desde fuera del ¨¢rea, toc¨® lo justo en la cabeza de Ansotegi como para despistar a Bravo. A partir de ah¨ª, vuelta a los rondos del Levante, a los sustos de Ballesteros cuando abandonaba su cuarto de estar (Sutil no aprovech¨® una magn¨ªfica falta centrada que lanz¨® contra la barrera). El equipo valenciano quer¨ªa entretener el cuero y parar el reloj, al tiempo que la Real pretend¨ªa correr todo lo que camin¨® en el resto del partido. Vidas cruzadas con el mismo resultado, pero distinto valor.

Real Sociedad 1 - Levante 1