El otro f¨²tbol del ingeniero
El chileno se adapta a un "sufrimiento" diferente sin variar su estilo
La idea de Manuel Pellegrini era dedicarse a viajar. Unos cinco meses, de agosto a diciembre. Para olvidarse del Madrid, del trato del club ?Florentino P¨¦rez negoci¨® con Jos¨¦ Mourinho cuando el chileno estaba todav¨ªa en el banquillo? y de la presi¨®n en Chamart¨ªn. Su idea tambi¨¦n era irse a Catar. El t¨¦cnico ten¨ªa un preacuerdo de cinco a?os con un equipo catar¨ª cuando recibi¨® una llamada del M¨¢laga. Fue a finales de noviembre. Y ah¨ª est¨¢, al frente del M¨¢laga, "orgulloso de intentar salvar a un equipo", pese a las palabras ayer de Mourinho, sobre las que no quiso pronunciarse. "Desde el primer d¨ªa nos ha llamado la atenci¨®n su tranquilidad. Fuera del campo es un hombre silencioso, herm¨¦tico", explica Marcelino Torrontegui, masajista del M¨¢laga.
Pellegrini ha vivido el f¨²tbol grande. Ha pasado de luchar por la Liga y conseguir el r¨¦cord de puntos en la historia del Madrid (96) a luchar en el barro para evitar el descenso. "El m¨ªster y yo hemos hablado muchas veces de lo diferente que es el sufrimiento cuando est¨¢s arriba y cuando luchas abajo. Cuando juegas para ganar y no ganas, no pasa nada, pero cuando juegas para salir del pozo y no ganas, s¨ª pasa. Aparece la ansiedad, la p¨¦rdida de confianza...", explica Enzo Maresca. "Hasta es bonito porque descubres otra forma de sufrir que te hace m¨¢s completo como futbolista y como entrenador. Lo bueno de Pellegrini es que, a pesar de la clasificaci¨®n, no renuncia a su sello: jugar al f¨²tbol a base de toque, no de pelotazos", a?ade el centrocampista italiano. Maresca estaba sin equipo ?se entrenaba con el filial del Fiorentina? y, como Pellegrini, lucha ahora en el M¨¢laga. "Salimos con la pelota al pie, s¨ª. Es la consigna. Ver que el m¨ªster no renuncia a su apuesta nos da tranquilidad", comenta Camacho. "Lo fundamental para un t¨¦cnico es mantener su estilo. Y Pellegrini lo mantiene", apunta Rond¨®n.
Es martes y el entrenamiento acaba de terminar. El campito est¨¢ separado del estadio por el aparcamiento que usan los jugadores. Hay tres c¨¢maras y unos 15 periodistas (es v¨ªspera de la visita al Bernab¨¦u). En Valdebebas sol¨ªan ser el triple. Pellegrini no se separa de Rub¨¦n Cousillas, su segundo desde los tiempos del Villarreal. Vive en Benalm¨¢dena, a unos 15 minutos de M¨¢laga, y en el campo est¨¢ rodeado de su cuerpo t¨¦cnico de siempre: adem¨¢s de Cousillas, Jos¨¦ Cabello, el preparador f¨ªsico, y Xabi Mancisidor, el preparador de porteros que fich¨® el Madrid. Pellegrini no ha renunciado a su apuesta futbol¨ªstica ni a su discurso. Es tranquilo en la sala de prensa. "El f¨²tbol me ha permitido hacer la mejor campa?a de la historia del Madrid. Llev¨¦ el club con los valores que siempre he tenido", es lo m¨¢ximo que ha llegado a decir estos ¨²ltimos d¨ªas. Tiene el pelo m¨¢s canoso y se muerde las u?as en el banquillo.
"No tengo una vara de medir el sufrimiento y la tensi¨®n", dijo el lunes en La Rosaleda, tras remontar contra el Almer¨ªa. Quiz¨¢s porque hay ahora menos ojos que lo miran. "En el Madrid sufr¨ªa m¨¢s porque la exigencia era ganar la Liga... ahora sufre pero con un proyecto quiz¨¢s m¨¢s ilusionante y con una presi¨®n medi¨¢tica que no tiene nada que ver...", explica Rond¨®n. Su compa?ero Demichelis sabe de lo que habla. Tambi¨¦n ha pasado de un grande, el Bayern M¨²nich, a un modesto. El central argentino coincidi¨® con Pellegrini en River en la temporada 2002-03 antes de emigrar a Europa. "Su manera de ser y de trabajar no ha cambiado. Me he encontrado al mismo entrenador humilde, sincero, que hace de la transparencia su principal virtud. No s¨¦ si su paso por el Madrid lo ha mermado. Si es as¨ª, no lo deja ver o ya lo ha superado", afirma Demichelis. "Lo que s¨¦ es que este nerviosismo y tensi¨®n por salvarnos es diferente de luchar por una Liga. Los dos estamos aprendiendo a convivir con ello".
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