Un tenista entre dos mundos

Un partido contra Xavier Malisse, pero tambi¨¦n contra el fantasma del Chucho. As¨ª pasan las cosas en el B¨¦lgica-Espa?a (0-2) de la primera ronda de la Copa Davis. Fernando Verdasco vence (6-4, 6-3 y 6-1) a Malisse y Rafael Nadal (6-2, 6-4 y 6-2) a Ruben Bemelmans. Todo eso, bajo el condicionante de una extra?a circunstancia. La ausencia por lesi¨®n de David Ferrer (pinzamiento cervical) da un papel protagonista al madrile?o y convoca una serie de interrogantes. ?Qu¨¦ Verdasco juega? ?El arrollador que desvelar¨¢ la tarde belga o el que ha perdido a la primera en tres de los cinco torneos de 2011? ?Qu¨¦ Verdasco llega? ?El imperial o el que sufri¨® hasta ganar la final de la Copa Davis de 2008 sin ver que el argentino Jos¨¦ Acasuso, El Chucho, no pegaba un buen rev¨¦s ni a tiros?

"Con Fernando, un tenista sobrado de talento y f¨ªsicamente portentoso, la cuesti¨®n es de claridad durante el partido, de que escuche, porque a veces se mete en su mundo y se vuelve impermeable a lo externo", cuentan sus ¨ªntimos mientras recuerdan aquella tarde de Mar del Plata, que fue tens¨ªsima, dolorosa incluso, porque el n¨²mero nueve mundial la resolvi¨® desde el coraz¨®n y el talento y no desde la l¨®gica, que implicaba un an¨¢lisis fr¨ªo, observar que Acasuso temblaba al rev¨¦s igual que la gelatina ante el cuchillo. As¨ª, montado en una monta?a rusa, llega al partido.

"?Con nervio, Fer; con nervio!", truena el banquillo espa?ol y sus palabras resuenan en los o¨ªdos de un tenista de extremos, probablemente el ¨²nico que decide sus encuentros, autor siempre, en la victoria y la derrota, de la firma y el sello. "?Grande, Fer!", le anima Ferrer con el pu?o apretado. "?Duro, duro!", le dice Albert Costa, el seleccionador, que tiene ante s¨ª a un jugador con un cuerpo que resume esa tendencia a lo extremo.

Durante la pretemporada, Verdasco trabaj¨® en Las Vegas a las ¨®rdenes del gur¨² Gil Reyes. Las pesas, verse capaz de mover kilos y m¨¢s kilos, alimentaron su convicci¨®n y las fuerzas de su mente, seg¨²n los que le conocen. Eso, al mismo tiempo, le quit¨® un punto de la movilidad que le distingue. Inici¨® la temporada con 94 kilos. Ayer, tras trabajar dos meses con Vicente Calvo, su preparador f¨ªsico, la b¨¢scula dijo que hab¨ªa desandado el camino: jug¨® con 87. No fue el ¨²nico cambio, el ¨²nico pico seguido de valle, de la tarde. En su primer saque, afront¨® tres bolas de break. Las super¨® y, en un salto de malabarista, se cobr¨® el de Malisse inmediatamente (3-1). Desde all¨ª hasta el final, vol¨® como un hurac¨¢n sobre la pista, derribando a un rival notable y superando cualquier adversidad, hasta las t¨¦cnicas: el Ojo de Halc¨®n, cuya instalaci¨®n le cost¨® a Espa?a, que fue la que lo pidi¨®, 50.000 euros, no funcion¨® una vez y hubo que repetir el punto.

"Estoy contento porque hab¨ªa gente que no hablaba del todo bien de m¨ª, que no confiaba, que dec¨ªa que estaba en mala forma, en mala racha, jugando mal", dijo Verdasco. "Mentalmente, he dado todo en todos los partidos que he perdido este a?o. En el deporte tienes derecho a perder, pero d¨¢ndolo todo. Yo lo he dado. He perdido en duelos muy igualados y contra rivales muy buenos". Verdasco vuelve hoy (14.30, Teledeporte) a la pista. Juega con Feliciano L¨®pez el encuentro de dobles, que les enfrentar¨¢ probablemente a Steve Darcis y Olivier Rochus. La victoria dar¨ªa el pase a Espa?a. En los cuartos de final de la Copa Davis espera el vencedor de la eliminatoria Chile-Estados Unidos.