La d¨¦cima visita a San Remo de ?scar Freire
El campe¨®n c¨¢ntabro ha ganado la 'classicissima' en tres de las nueve ocasiones en que la ha disputado: "Quiero ganar para demostrar que puedo seguir rindiendo en lo m¨¢s alto"
Cuenta su amigo Pedro Horrillo, uno que corri¨® a su lado largos a?os, que mientras otros de los grandes ciclistas con los que ha compartido equipo, como Paolo Bettini, se pasaban las v¨ªsperas de la Mil¨¢n-San Remo hechos un ataque de nervios permanente -insomnios poblados de dudas, y si este ataca en el Poggio, ?qu¨¦ hago? ?Y si el otro se va en La Cipressa? ?Y qu¨¦ hago para evitar el 'sprint'?-, ¨¦l, ?scar Freire, se transforma en una estatua de calma. "?l, ?scar, no se preocupa por los rivales ni por lo que digan los peri¨®dicos con sus grandes despliegues", dice Horrillo. "?l sabe lo que tiene que hacer".
Lo sabe muy bien y no hace falta que su amigo Horrillo lo diga para saber que es verdad. ?scar Freire, de 35 a?os reci¨¦n cumplidos, ha disputado nueve veces la Mil¨¢n-San Remo, la 'classicissima', que dicen los italianos, el Mundial de primavera tambi¨¦n lo llaman, que se disputa ma?ana sobre una distancia enorme de 298 kil¨®metros, y la ha ganado tres. Las otras seis ocasiones no termin¨® peor que octavo. "La he corrido todos los a?os que llevo de profesional salvo los dos primeros y en 2009, que ten¨ªa las costillas rotas", recuerda Freire. "Y todos los a?os, salvo el de Bettini, 2003, he peleado por la victoria".
Analizando recientemente los resultados de las primeras competiciones del a?o, la ausencia de corredores espa?oles de los primeros puestos del r¨¢nking mundial que tanto sol¨ªan ocupar los ¨²ltimos a?os, un sabio dec¨ªa que eso ocurr¨ªa porque Alberto Contador, el ¨²nico espa?ol ganador de verdad, no hab¨ªa corrido grandes carreras. Se olvidaba, quiz¨¢s voluntariamente, de Freire. O quiz¨¢s involuntariamente pues es tal su gusto por la discreci¨®n, sus ganas de no hacer ruido, que Freire, pese a su edad, pese a su palmar¨¦s -uno de los m¨¢s grandes del ciclismo mundial actual, pues incluye tres campeonatos del mundo y un buen n¨²mero de cl¨¢sicas-pasa a menudo inadvertido a la hora de establecer clasificaciones, de buscar favoritos, de crear tendencias. Y cuesta tanto introducir en la mente de las gentes del ciclismo en Espa?a que una cl¨¢sica tiene tanto valor como una carrera por etapas. O m¨¢s.
"Y, sin embargo", dice Freire desde el hotel vecino a Malpensa -"qu¨¦ cerca estoy de mi casa en Suiza", dice melanc¨®lico. "Esta ma?ana he salido a entrenarme y he pasado a cinco kil¨®metros de mis hijos"- en el que se concentra la v¨ªspera con su equipo, el Rabobank, "mejor historial que yo en la San Remo no lo tiene nadie de los que participan". Y tambi¨¦n muy pocos en toda la historia pueden compar¨¢rsele. Por delante, un pu?ado: Eddy Merckx que tiene el r¨¦cord, inalcanzable, de siete victorias; Constante Girardengo, el primer 'campeonissimo' del ciclismo italiano, seis victorias en los a?os 20 del siglo pasado de una cl¨¢sica que se corre desde 1907; Gino Bartali (a?os 40) y Eric Zabel (los 90), cuatro, y Freire tres, como Fausto Coppi y Roger de Vlaeminck, otros dos de los m¨¢s grandes. "Quiero ganar la cuarta, claro", dice Freire, "pero tampoco va a cambiar mi carrera el ganar tres o cuatro. Quiero ganarla pensando m¨¢s que en mi carrera en la temporada, pues siempre viene bien empezar el a?o ganado la San Remo. Porque ah¨ª est¨¢ mi motivaci¨®n, en salvar la temporada y en demostrar que puedo seguir rindiendo en lo m¨¢s alto".
Freire, que tambi¨¦n la conoce como nadie, define la San Remo -la cl¨¢sica que parte de la niebla de Mil¨¢n que se despereza fr¨ªa y del valle del Po para, a trav¨¦s del paso del Turchino y su largo descenso, alcanzar la rivera ligur, el altiplano de Las M¨¤nie, ya en el kil¨®metro 200, los tres cabos, Cervo, Mele y Berta, la Cipressa, a 20 kil¨®metros de San Remo, la v¨ªa Aurelia, la subida al Poggio, hermoso y florecido, el descenso vertiginoso, la llegada tras peligrosas curvas al paseo mar¨ªtimo Italo Calvino- como la cl¨¢sica "m¨¢s complicada". "La San Remo se puede perder en cualquier detalle. Simplemente por ir mal colocado en una subida, aunque est¨¦ lejos de meta, te puedes ver obligado a hacer un esfuerzo de m¨¢s que te hace estar a contrapi¨¦ todo el d¨ªa", dice el sprinter de Torrelavega. "Parece sencilla, pero no se puede tener ni un error. Eso no pasa en otras cl¨¢sicas m¨¢s duras, como la Lieja-Bastogne-Lieja, en las que no gana el mejor, si no el m¨¢s fuerte. Schleck puede estar corriendo fatal, mal colocado o lo que sea, pero llegado el momento, ataca y nadie le sigue..."
La San Remo, pues, es la cl¨¢sica de los corredores inteligentes, de los que saben. "Esto es como el f¨²tbol. Lo miras por la tele y parece facil¨ªsimo dar los pases buenos, buscar los desmarques... Pero en el campo, si no est¨¢s d¨®nde tienes que estar no ves una pelota. Lo mismo en el ciclismo. Yo s¨¦ d¨®nde hay que estar", dice Freire, que llega a su cl¨¢sica favorita con dos victorias en el a?o, ambas en la Vuelta a Andaluc¨ªa. "Lo vi perfectamente el a?o pasado. Me vi luego por la tele. Fue la carrera perfecta. Mi mejor San Remo [la gan¨® en 2010 y tambi¨¦n en 2004 y 2007], en todo momento supe donde ten¨ªa que estar, buscaba y encontraba, me coloqu¨¦ siempre bien. Y este a?o me encuentro de forma igual que el a?o pasado... Tengo el nivel para estar delante, y qui¨¦n sabe si no acabo entre los diez primeros. Ha habido a?os en que no he ganado en que he estado m¨¢s fuerte que cuando he ganado. Pero si no gano, no ser¨¢ un desastre".
Hay quienes llaman a la San Remo, al Mundial, a las cl¨¢sicas en las que vale m¨¢s la t¨¢ctica, la sabidur¨ªa, que la fuerza, carreras-loter¨ªa, pues su victoria la suele disputar al 'sprint' un grupo grande. "Es un error llamarlas loter¨ªa, pues siempre las gana o un corredor consagrado o uno joven que seguir¨¢ ganado grandes cosas", dice Freire, que contradice con sus n¨²meros, un 33% de victorias, el ¨²nico corredor que ha repetido triunfo en los ¨²ltimos diez a?os. "En la Tirreno-Adri¨¢tico he observado a los posibles rivales. He visto que hay gente que puede llegar al final bien, Petacchi, Hushovd, Bennati y no olvidemos a McEwen. Otra cosa es con qu¨¦ fuerzas lleguen. Eso depende de c¨®mo se haga el final. Y no creo que Gilbert, del que todos hablan, pueda llegar solo al paseo mar¨ªtimo".
Tradicionalmente disputada en V¨ªa Roma, desde 2008, un final inaugurado con un ataque demoledor de Fabian Cancellara, la llegada de la San Remo se traslad¨® al paseo de Italo Calvino, un kil¨®metro m¨¢s lejos del Poggio. "A m¨ª me gustaba m¨¢s V¨ªa Roma", dice Freire, que ha ganado en ambas rectas, "pues estaba m¨¢s cerca del Poggio y era m¨¢s dif¨ªcil que entraran los que se rezagaban all¨ª. V¨ªa Roma es mucho mejor para el que est¨¢ bien...".
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