El largo peaje de Las Palmas
El club, a punto de finalizar el proceso concursal que inici¨® en 2004, se pelea con un cr¨¦dito a pagar hasta 2027 y por no descender a Segunda B
La supervivencia puede salir muy cara. Tanto, que en ocasiones exige pasar mucho tiempo lejos del lugar que se considera propio. Es lo que le ocurre a la Uni¨®n Deportiva Las Palmas, club hist¨®rico de Primera Divisi¨®n que, agobiado por las deudas, sin dinero para lo m¨¢s b¨¢sico y sumido en el pozo de la Segunda B, estuvo a punto de desaparecer hace siete a?os. El peaje para evitar la disoluci¨®n fue un concurso de acreedores y un cr¨¦dito que no terminar¨¢ de pagar hasta 2027. Una deuda que condiciona cada a?o su presupuesto, dificultando la formaci¨®n de un equipo que pueda competir por volver a la m¨¢xima categor¨ªa. "Nuestro sitio por derecho propio", afirma su presidente, Miguel ?ngel Ram¨ªrez.
En la ¨²ltima d¨¦cada, Las Palmas ha sido protagonista con demasiada frecuencia por cuestiones que no eran estrictamente deportivas, como la condena a prisi¨®n de su m¨¢ximo dirigente por un delito contra la ordenaci¨®n del territorio -est¨¢ recurrida-, el presunto ama?o de un partido ante el Rayo para evitar el descenso en 2009, y los constantes enfrentamientos de la actual directiva con el expresidente Manuel Garc¨ªa Navarro. Pero lo ha sido, sobre todo, por el concurso de acreedores que solicit¨® en 2004 -fue el primer club de f¨²tbol que lo hizo-, cuando acumulaba 72 millones de euros de deuda y cerca de 150 causas judiciales abiertas en su contra.
El proceso parece entrar por fin en su recta final. El juez responsable del mismo afirm¨® en febrero que "t¨¦cnicamente" el club ya no est¨¢ en concurso. "Quiere decir que la administraci¨®n la lleva el consejo de la entidad y no hay motivos para que ning¨²n acreedor se sienta defraudado. Solo falta una sentencia que lo declare oficialmente", explica Patricio Vi?ayo, director general del club. "Cuando se entr¨® en concurso Las Palmas no pod¨ªa pagarle a nadie. No ten¨ªa agua, luz, tel¨¦fono, no ten¨ªa para viajar, no hab¨ªa ni para los toneres de las fotocopiadoras", a?ade el presidente, que accedi¨® a su cargo un mes despu¨¦s de que se solicitara la intervenci¨®n judicial. Seg¨²n explica, se sali¨® del paso con dinero que pusieron los propios directivos de su bolsillo: "Los pagos se retrasaron durante a?os, pero la situaci¨®n cr¨ªtica realmente dur¨® solo un mes".
Aquel proceso sirvi¨® para salvar al club de la desaparici¨®n, pero condicion¨® el rendimiento deportivo del equipo por mucho tiempo. Su presupuesto suele rondar entre ocho y nueve millones de euros, de los que cerca del 30% se destina al pago del cr¨¦dito con el que se cancelaron las deudas. "Con ese lastre es imposible pensar en un presupuesto ideado para ascender", asegura Vi?ayo.
En esas circunstancias, el proyecto deportivo pasa necesariamente por una cantera, que carece a¨²n del empaque necesario para cimentar un equipo de primer nivel. Aunque se haya logrado estabilizar el club, el terreno de batalla de Las Palmas en las ¨²ltimas temporadas ha estado en la zona baja de Segunda. Incluso este a?o, en el que el equipo arranc¨® con mucha fuerza, se dio de bruces con la realidad al sumar 14 jornadas seguidas sin ganar que le empujaron a pelear una vez m¨¢s por la permanencia. "Empezamos con una filosof¨ªa de juego y unos resultados que nos pusieron en boca de todo el mundo, se nos comparaba incluso con equipos de Primera", afirma su capit¨¢n, David Garc¨ªa. "Despu¨¦s, los equipos aprendieron a lo que jug¨¢bamos", contin¨²a su compa?ero Antonio Guayre, veterano de la ¨²ltima etapa del equipo en Primera que regres¨® a las islas en 2009. Ambos coinciden en que el problema ha estado en la fragilidad defensiva. Las Palmas ha encajado 58 goles, m¨¢s que nadie en Segunda. "Al principio ten¨ªamos m¨¢s la pelota y no nos llegaban tanto, despu¨¦s perdimos fluidez e intensidad en la presi¨®n arriba", justifica Guayre.
La mala situaci¨®n del equipo decidi¨® a la directiva a destituir a Paco J¨¦mez a finales de febrero y a sustituirle por Juan Manuel Rodr¨ªguez. Menos preocupado que su predecesor por la vistosidad del juego -"Si podemos ganar jugando bien lo haremos, pero si hay que hacerlo jugando mal, se hace", dijo el d¨ªa antes de debutar-, arranc¨® con un empate y una derrota, pero despu¨¦s ha encadenado tres victorias consecutivas sin encajar un gol. Respira Las Palmas, con cinco puntos por encima del descenso, alej¨¢ndose de sus peores fantasmas. Nadie quiere o¨ªr hablar de la Segunda B. "Seguro que nos salvamos", afirma convencido el capit¨¢n. "No contemplamos nada que no sea la permanencia", remata su presidente con firmeza. Pero tampoco se piensa en mirar hacia arriba. El cr¨¦dito a pagar es un peaje bien largo.
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