El Baskonia tropieza contra s¨ª mismo

Tal y como hab¨ªa dicho Ivanovic, no hab¨ªa "tiempo para llorar, solo "para luchar". El Caja Laboral ten¨ªa como primer objetivo olvidar el partido del martes y partir de cero. Lo logr¨® solo a medias. En la primera parte del encuentro los vitorianos fueron un ejemplo de sangre fr¨ªa y madurez al desplegar una estrategia ofensiva que mare¨® al Maccabi y lleg¨® a inocularle el virus de la inseguridad. Tanto fue as¨ª, que el Caja Laboral logr¨® irse al descanso por delante en el marcador y en el ¨¢nimo, pero despu¨¦s reedit¨® el ¨²ltimo encuentro ante el equipo de David Blatt. En el tercer cuarto perdi¨® pie, intensidad y referencias. As¨ª, las desventajas alcanzaron los 17 puntos, despu¨¦s llegaron a los 26. Sin apenas banquillo para poder rotar en condiciones, los vitorianos no consiguieron frenar a Pargo ni a Pnini. La final four ya no era una opci¨®n. No habr¨¢ quinto partido.

Una vez superados unos dudosos minutos iniciales desde el punto de vista defensivo, el Caja Laboral desequilibr¨® al Maccabi con seguridad, madurez y decisi¨®n. Primero supo plantar cara a, Pargo ¨²ltimamente en estado de gracia perpetuo, con ataques bien pensados y despu¨¦s tom¨® la iniciativa y aprovech¨® cada rebote y cada bal¨®n perdido.

Cuando pargo acumulaba ya 12 puntos, reci¨¦n empezado el segundo cuarto, Teletovic y Logan encadenaron triples sucesivos que dejaron a los vitorianos seis puntos por delante en el marcador. Oleson fue un s¨®lido apoyo en momentos de flaqueza. Blu se uni¨® a la tendencia israel¨ª a encestar todo lo que tiraban y entonces el Caja Laboral cometio un error que le impidi¨® ganar una mayor ventaja cuando pudo hacerlo. Los de Ivanovic dejaron solo a Pnini y pas¨® lo ¨²nico que pod¨ªa pasar: los triples se acumularon en la cuenta del Maccabi y engrosaron sus posibilidades. Pese a ello, el Caja Laboral se fue al descanso con la moral alta y con la sensaci¨®n de que la opci¨®n de ganar casi se pod¨ªa palpar. Estaba ah¨ª. Teletovic volvi¨® a regalar triples y dosis de ¨¢nimo de valor may¨²sculo.

La sensible baja de Doron Perkins, que en anterior encuentro sufri¨® una rotura de los ligamentos en su rodilla derecha, apenas se dej¨® notar. Ah¨ª estaban Tel Burstein y Guy Pnini para compensar su ausenciad e la mejor manera posible.

Sin embargo, los fantasmas regresaron en el tercer cuarto, como en el partido del pasado martes. El momento cr¨ªtico para el Caja Laboral en los tres duelos anteriores volv¨ªa a aparecer como una pesadilla que se repite una noche tras otra. Los vitorianos volvieron a cometer, con precisi¨®n milim¨¦trica, los mismos fallos del pasado para tropezar contra s¨ª mismo una vez m¨¢s. El equipo de Ivanovic acus¨® una gran falta de intensidad defensiva y choc¨® de nuevo contra una creciente inoperancia ofensiva. El estrechamiento del camino hacia la final four se vislumbraba con nitidez. La v¨ªa estaba cortada al paso.

La fiesta en el Nokia Arena en el ¨²ltimo cuarto era imparable. El Caja Laboral se ca¨ªa otra vez de la final, como ya les ocurriera hace un a?o ante el CSKA de Mosc¨². La concentraci¨®n se hab¨ªa evaporado, la estrategia tambi¨¦n. Solo cab¨ªa otro resultado contundente en contra. La confianza de los israel¨ªes ya no conoc¨ªa l¨ªmites. Orgullosos ante su p¨²blico, los jugadores del Maccabi saborearon el triunfo en jugadas alargadas, casi de exhibici¨®n. Exhaustos, los vitorianos se abandonaron a la evidente superioridad de los de Blatt. Ahora el Maccabi deber¨¢ medirse en Barcelona al ganador del pr¨®ximo partido entre el Real Madrid y el Valencia.