Los viajes de Barbosa
El portero de Las Palmas, con 26 a?os, ya ha cruzado tres veces el Atl¨¢ntico para ganarse una porter¨ªa de Primera
Mariano Barbosa (Lan¨²s, Argentina; 1984) sabe lo que quiere: triunfar en el f¨²tbol espa?ol y ser el portero de la selecci¨®n argentina. Del primero de sus retos sabe algo. En la temporada 2005-2006, defendi¨® la porter¨ªa del Villarreal en las dos semifinales de la Champions contra el Arsenal. Y en 180 minutos solo le metieron un gol, en Londres. Pero perdieron por el penalti fat¨ªdico que err¨® Riquelme. Pese a la decepci¨®n, Barbosa recuerda aquellas noches con un cari?o especial: "Es algo con lo que uno sue?a de ni?o, jugar con la pelota de estrellas. Todo fue tan r¨¢pido...". El segundo reto, de momento, est¨¢ complicado. "Pero es el objetivo de cualquier futbolista", aclara.
Con solo 18 a?os, Barbosa hab¨ªa debutado en la Primera Divisi¨®n argentina con el Banfield. Dos temporadas despu¨¦s, ya era el titular. Por lo que con 21 primaveras lleg¨® su primer desembarco en Europa, fichado por el Villarreal, entonces entrenado por Manuel Pellegrini. Todo a la velocidad de la luz. Mal acostumbrado debido a este arranque de carrera tan fulminante, las dificultades en afirmarse como titular en Espa?a, -en el Villarreal fue tapado por el uruguayo Viera y en el Recreativo de Huelva, adonde se fue en 2007, por el italiano Sorrentino-, le instaron a volver a Argentina. "La juventud me jug¨® en contra y no me supe manejar con todo. Me arrepiento de no haberme quedado en Huelva para mostrarme en Primera", admite Barbosa.
Volvi¨® a su pa¨ªs y visti¨® la camiseta de dos hist¨®ricos como el Estudiantes y el River Plate, pero sin encontrar la continuidad esperada. "Fui al Estudiantes porque me hab¨ªan dicho que vender¨ªan a And¨²jar, pero al final se qued¨® y yo jugu¨¦ muy poco", explica el guardameta. Al final, el puesto fijo lo encontr¨® en la liga mexicana, donde se fue el curso pasado, fichado por el Atlas. All¨ª fue protagonista, sin embargo, de un bochornoso episodio en un partido contra el Santos, cuando amenaz¨® a un dirigente del equipo rival en los vestuarios. "Fue un momento de calentura y lo pute¨¦ tras un partido con mucha excitaci¨®n", confiesa Barbosa; "el Atlas acababa de ganar en el campo del Santos despu¨¦s de 15 a?os, yo hab¨ªa sido expulsado poco antes del final, una persona me impidi¨® ir a felicitar a mis compa?eros y me encare con ¨¦l. Luego, los medios lo magnificaron todo". El entrenador de Las Palmas, Juan Manuel Rodr¨ªguez, interpreta as¨ª el episodio: "Posiblemente, era un sitio en el que no estaba c¨®modo, y esto influye sobre su comportamiento". Barbosa lo confirma: "Econ¨®micamente me conven¨ªa, pero he venido aqu¨ª relegando ese aspecto para volver a disfrutar como futbolista. All¨ª no sent¨ªa nada, y si un jugador no siente nada, algo va mal. La plata ya me tocar¨¢, prefiero tener presi¨®n, hambre".
La llegada de Rodr¨ªguez, que ha sustituido a Paco J¨¦mez a principios de marzo en el banquillo canari¨®n, ha facilitado el trabajo de Barbosa, que defiende la porter¨ªa m¨¢s goleada de la Liga Adelante (59 tantos). "Ahora somos m¨¢s conservadores y estamos bien armados en defensa. Recibo muchos menos disparos y, sobre todo, no tengo que resolver situaciones de uno contra uno como me pasaba antes". Los n¨²meros lo explican mejor. Las Palmas ha encajado seis goles en los seis partidos con Rodr¨ªguez frente a los 53 en 26 (dos por partido) con J¨¦mez. De paso, el equipo ha salido de la zona de descenso. "Mariano ha demostrado su capacidad de adaptaci¨®n. Ahora interviene dos o tres veces por partido y siempre es resolutivo", destaca el t¨¦cnico. David Rodr¨ªguez, capit¨¢n de los isle?os, redondea las palabras: "Barbosa tiene una calidad alt¨ªsima, superior a la categor¨ªa. No tengo duda de que volver¨¢ a Primera. Ojal¨¢ fuera con nosotros, pero si no, llegar¨¢ igual".
Barbosa ha vuelto pues para quedarse. La cuarta traves¨ªa puede esperar.
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