Unos ultras atacan el autob¨²s del Sampdoria

En el calcio parece que ya nadie perdona nada. Ni una derrota. Ni una ca¨ªda hacia el descenso. La Sampdoria perdi¨® ayer en San Siro contra el Milan por 3-0 y se acerca as¨ª hacia el b¨¢ratro de la Serie B (Segunda Divisi¨®n), con 32 puntos pero con un partido m¨¢s que Cesena, 31. Por detr¨¢s, est¨¢n el Brescia (30) y el condenado Bari (21). Una clasificaci¨®n desastrosa para un grupo de ultras, que no se le ocurri¨® otra cosa que tom¨¢rselas con los jugadores anoche. Asaltaron el autob¨²s del equipo mientras aparcaba en el Hotel AC de G¨¦nova, reci¨¦n llegado de San Siro. Eran casi las dos de la madrugada y dentro estaban sentados unos cinco jugadores, incluido el capit¨¢n Palombo, y uno de los m¨¦dicos, cuando vieron acercarse a unos 20 violentos con las caras tapadas, piedras y bastones.

Los tiraron contra el autob¨²s y rompieron varios cristales. No contentos con eso, amenazaron de muerte a los jugadores en el caso de que el equipo baje a Segunda. La polic¨ªa ha abierto ya una investigaci¨®n.

La protesta de los hinchas de la Samp, equipo en el que hasta el mes de diciembre jugaban Cassano y Pazzini, equipo que empez¨® el a?o jugando los preliminares de la Champions y que ahora es uno de los tres candidatos a bajar a Segunda, se hab¨ªa limitado en las ¨²ltimas semanas a pancartas y pintadas. Muchas de ellas, en la casa del presidente Garrone, que amenaz¨® varias veces con dejar el club si el clima segu¨ªa tan tenso.

La semana pasada en Marassi, fue recibido con una pancarta enorme en el estadio: "Dalla zona Champions alla zona retrocessione, grazie Garrone [desde la Champions al descenso, gracias Garrone]". No le perdonan que desmantelara un equipo construido para disputar la mejor competici¨®n europea, con la venta de Cassano y Pazzini, los dos delanteros estrella. Anoche desviaron el punto de mira sobre los jugadores.