De la Cuesta no est¨¢ solo

El defensa Juli¨¢n de la Cuesta (Medell¨ªn, Colombia; 1983) est¨¢ lesionado de gravedad. El 9 de abril, en el partido que su equipo, el Albacete, disputaba frente al Rayo Vallecano, se rompi¨® el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, lo que le tendr¨¢ al menos seis meses de baja. "Aganzo cay¨® a la banda, toc¨® la pelota y yo met¨ª el cuerpo e intent¨¦ avanzar. Cuando arranqu¨¦, not¨¦ el chasquido y los dolores", recuerda. No es la primera vez que le sucede algo as¨ª. En 2007, cuando militaba en el Valladolid, sufri¨® un arrancamiento del isquiotibial. "Me llev¨® dos a?os volver a un nivel bueno, que no excelente. Hasta esta temporada, no hab¨ªa conseguido estar del todo bien", lamenta. Pero el ¨¢nimo de De la Cuesta no decae a pesar de todo: "Tengo la moral muy alta y, con la ayuda de Dios, seguro que la rodilla ir¨¢ mejor". Acaba contrato en junio con el Albacete, pero el club le ofreci¨® la renovaci¨®n cinco d¨ªas despu¨¦s de lesionarse.

"Lo hemos hecho porque cualquier jugador del equipo tendr¨¢ nuestro apoyo en momentos dif¨ªciles. No se va a quedar solo. Es una norma del club que yo siempre he seguido", explica Rafael Candel, presidente del Albacete. De la Cuesta subraya que el ofrecimiento de renovaci¨®n ha sido fundamental para ¨¦l. "Me hace encarar la recuperaci¨®n mucho m¨¢s tranquilo", afirma. La ampliaci¨®n del contrato, sin embargo, a¨²n no se ha producido. "Primero quiero pensar en mi rodilla y luego en mi futuro. En estos casos, lo m¨¢s importante para recuperarse es la predisposici¨®n de uno mismo. Eso, junto a Dios, es lo ¨²nico que puede ayudar,", asegura el futbolista.

La propuesta de renovaci¨®n no ha sido, en cualquier caso, la ¨²nica muestra de apoyo que ha recibido De la Cuesta durante estos d¨ªas. El Albacete ha habilitado una direcci¨®n de correo electr¨®nico (prensa@albacetebalompie.com) donde los aficionados pueden enviar sus mensajes de ¨¢nimo para el futbolista. "En los primeros d¨ªas han llegado unos 40", asegura Manuel L¨®pez, portavoz del club. "La gente se ha volcado conmigo y es de agradecer", destaca De la Cuesta. Tambi¨¦n el C¨¢diz, club en el que milit¨® durante seis temporadas en Primera, Segunda y Segunda B, ha apoyado al futbolista a trav¨¦s de un comunicado en su p¨¢gina web. "Adem¨¢s, me han llamado los m¨¦dicos, los compa?eros... El C¨¢diz lo ha significado todo para m¨ª", explica el colombiano. "Juli¨¢n es un hombre alegre, transmite mucho positivismo y eso har¨¢ que lleve mejor la lesi¨®n", destaca Jos¨¦ Gonz¨¢lez, entrenador del equipo andaluz.

Ya sea por optimismo o por fe -"Mis padres me inculcaron valores religiosos y fui a un colegio del Opus Dei en Colombia", explica-, De la Cuesta est¨¢ demostrando que la lesi¨®n no le achica. Le operaron el jueves 14 de abril, ese s¨¢bado le dieron el alta y el domingo ya se acerc¨® al Carlos Belmonte para ver el partido entre el Albacete y el Celta (ganaron los gallegos 0-1). "Ten¨ªa dolores, pero quiero apoyar a mis compa?eros como sea. Lo que m¨¢s rabia me da de la lesi¨®n es que ten¨ªa muchas ganas en el final de temporada", apunta.

Cualquier ayuda es poca para el Albacete, que est¨¢ en puestos de descenso y a siete puntos de la salvaci¨®n. "Un descenso es un golpe duro porque se resienten las econom¨ªas de la ciudad y del club, y tambi¨¦n el orgullo de los jugadores. Salvarse es dif¨ªcil, pero no imposible", advierte. La baja de De la Cuesta es otro contratiempo para el equipo. "Tiene mucha experiencia en Segunda y una gran calidad para sacar el bal¨®n desde atr¨¢s. Echaremos en falta la tranquilidad que transmite", reconoce Mario Sim¨®n, entrenador del equipo. Rafael Candel tambi¨¦n destaca la importancia del colombiano: "Ha sido uno de los jugadores m¨¢s regulares en la competici¨®n [hab¨ªa jugado 27 partidos esta temporada] y, por tanto, su ausencia se notar¨¢, aunque otros jugadores lo har¨¢n bien tambi¨¦n". Los defensas del primer equipo Bar¨®, Fragoso y Tarantino, los posibles sustitutos del colombiano, intentar¨¢n aprovechar su oportunidad. Los canteranos Ram¨®n y Gonzalo estar¨¢n atentos por si el entrenador les necesita. De la Cuesta, entretanto, sigue esperando con fe la salvaci¨®n.