Un meteoro en el Oporto
Villas-Boas, de 33 a?os, bate las marcas de Mou con entrenamientos revolucionarios
Como en un cuento, Lu¨ªs Andr¨¦ Villas-Boas viv¨ªa en el mismo edificio que el entrenador del Oporto entre 1994 y 1996, Bobby Robson, y, cada vez que se cruzaban, intercambiaban alg¨²n comentario t¨¢ctico. Ya hab¨ªa cierta confianza cuando el joven Andr¨¦, de 16 a?os, le espet¨®: "No entiendo por qu¨¦ no juega m¨¢s Domingos Paciencia [delantero del Oporto y actual entrenador del Sporting de Braga]". Fascinado por la osad¨ªa y los conocimientos, el veterano Robson contrat¨® al muchacho, que, adem¨¢s, hablaba ingl¨¦s puesto que su abuela paterna naci¨® en Stockport, Inglaterra, a principios del siglo pasado. Titulado a los 17 a?os en Escocia como entrenador de la UEFA, empez¨® preparando informes para el Oporto, del que era un hincha furibundo, e inici¨® una carrera mete¨®rica que lo sit¨²a ahora, a los 33, en la cima del f¨²tbol portugu¨¦s. Ha situado al Oporto en las semifinales de la Liga Europa, hoy ante el Villarreal (21.05, Cuatro).
Hay algo de revolucionario en sus entrenamientos. Marcelino, t¨¦cnico del Racing, se pas¨® una semana observ¨¢ndolos el a?o pasado en Coimbra, cuando Villas-Boas dirig¨ªa al Acad¨¦mica. Se llev¨® una grata impresi¨®n. "Busca soluciones t¨¢cticas a trav¨¦s del juego y la posesi¨®n del bal¨®n", explica Marcelino, que destaca el "cari?oso" trato personal que le dio el joven t¨¦cnico luso. En sus sesiones, el trabajo f¨ªsico espec¨ªfico no existe, sino que prima un componente l¨²dico. "Todo con coherencia, organizaci¨®n y las ideas muy claras", a?ade Marcelino. Es la escuela portuguesa y la conocida como periodizaci¨®n t¨¢ctica. Cada d¨ªa de la semana recibe un nombre y un objetivo: recuperaci¨®n, tensi¨®n, resistencia, velocidad... "Los jugadores hablan muy bien de sus entrenamientos y de su persona; se ve un verdadero equipo", abunda Secretario, ex jugador del Oporto y del Real Madrid.
En realidad, la metodolog¨ªa de Villas-Boas es muy similar a la de Jos¨¦ Mourinho, con quien colabor¨® en el Oporto, el Chelsea y el Inter. Cinco a?os juntos sin final feliz: Villas-Boas reconoce las ense?anzas del maestro, pero Mou no contesta cuando le preguntan por el disc¨ªpulo. Este, no obstante, ha desarrollado una personalidad propia. Le gusta un f¨²tbol m¨¢s combinativo y le da m¨¢s importancia a la posesi¨®n del bal¨®n. Comunica muy bien y recurre a menudo a la iron¨ªa. Comparten, eso s¨ª, la capacidad para sacar el m¨¢ximo rendimiento a jugadores inestables, como el colombiano Guar¨ªn, una de las claves del actual Oporto.
"Lo mejor de Villas-Boas es que, siendo tan joven, ha sabido llevar la enorme presi¨®n del Oporto", afirma Jesualdo Ferreira, su predecesor en el club de Drag?o. Con Ferreira, el Oporto se sent¨ªa c¨®modo sin el bal¨®n. En su primera temporada completa en Primera, Villas-Boas ha conservado las transiciones r¨¢pidas de su antecesor, pero le ha agregado un gusto por la posesi¨®n de la pelota. Para ello necesitaba un centrocampista que marcara los tiempos y el presidente, el eterno Pinto da Costa, fich¨® a Jo?o Moutinho al Sporting de Lisboa por 10 millones, una cifra colosal. La campa?a del Oporto est¨¢ siendo impresionante: 25 victorias y solo dos empates le han llevado a adjudicarse la Liga en casa del m¨¢ximo rival, el Benfica, donde gan¨® 1-2. Por si fuera poco, volvi¨® a conquistar Da Luz en las semifinales de la Copa lusa, remontando con un 1-3 el 0-2 de la ida. En mayo, disputar¨¢ la final frente al Guimar?es. Sum¨® 36 partidos seguidos invicto, tres m¨¢s del r¨¦cord anterior de Mou.
Los paralelismos son inevitables. Da Costa, un dirigente con ojo de lince, fich¨® a Mourinho del Leiria cuando no era m¨¢s que una promesa. Lleg¨® a Drag?o en enero de 2002 y, un a?o m¨¢s tarde, gan¨® la Liga y la Copa de la UEFA. Esta vez Da Costa pesc¨® en Coimbra, donde Villas-Boas hab¨ªa trasladado al Acad¨¦mica desde las zonas de descenso a mitad de tabla. Sin experiencia como jugadores, los dos han triunfado casi imberbes en el Oporto. Y si Da Costa ya le sac¨® cinco millones al Chelsea por el traspaso de Mou, nadie duda de que otro club opulento pagar¨¢ por Villas-Boas.
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