Jos¨¦ Mari recupera el gol
Tras pasar por el Atl¨¦tico, el Milan y el Villarreal, el delantero del Xerez vuelve a ser definitivo ante la porter¨ªa rival
Tard¨® un minuto en dejar su huella. Cuando Jos¨¦ Mari Romero (Sevilla; 1978) debut¨® en Primera Divisi¨®n, con el Sevilla, puso su firma en un santiam¨¦n. Fue lo que tard¨® en tocar el bal¨®n para dar una asistencia de gol. Han pasado m¨¢s de 14 a?os y aquel chaval p¨ªcaro de la barriada de Felipe II ha dejado otras muchas muescas para el recuerdo. Marc¨® en el ¨²ltimo derbi que el Atl¨¦tico le gan¨® al Madrid en el Calder¨®n, el Milan le convirti¨® en el jugador espa?ol m¨¢s caro, gan¨® la plata ol¨ªmpica en Sidney y con el Villarreal fue el objeto del penalti que Riquelme fall¨® ante el Arsenal, en el ¨²ltimo minuto de unas semifinales de la Champions. En 2009, con 30 a?os, debut¨® en Segunda. Primero con el N¨¤stic y ahora con el Xerez, la categor¨ªa que le est¨¢ devolviendo la esencia goleadora que le dispar¨® hacia la ¨¦lite en su juventud. Con los tres que le marc¨® el s¨¢bado al Albacete, este a?o lleva 15 tantos.
"No hab¨ªa un momento en que no estuviese con una pelota", recuerda el delantero sobre su infancia. Jugaba en el club de al lado de su casa, el San Juan de ?vila, y en partidos callejeros, de barrio contra barrio, en descampados en los que las porter¨ªas se improvisaban con piedras. A los 11 a?os, ingres¨® en las categor¨ªas inferiores del Sevilla, su equipo de toda la vida. En 1996, Juli¨¢n Rubio le subi¨® al filial y no par¨® de insistir hasta convencer a Jos¨¦ Antonio Camacho, que le hizo debutar en Primera. "Me llam¨® y me dijo que sal¨ªa de titular ante la Real, se me puso el coraz¨®n a mil", cuenta Jos¨¦ Mari con emoci¨®n. "Ten¨ªa una fuerza f¨ªsica incre¨ªble. No hay que olvidar que era un punta, un goleador nato al que los entrenadores han ido retrasando o derivando a las bandas, alej¨¢ndole del gol, su gran virtud", explica Rubio.
El Sevilla descendi¨® en la temporada de su debut, pero Jos¨¦ Mari se march¨® al Atl¨¦tico. Su gran salto, sin embargo, lleg¨® en 1999, cuando el Milan se plant¨® en la capital y "de golpe, en una tarde", pag¨® 20 millones y le convirti¨® en el espa?ol m¨¢s caro de la historia hasta esa fecha. "La presi¨®n de vestir esa camiseta es grande", rememora, "all¨ª solo vale ganar". En Italia creci¨® al amparo de hist¨®ricos como Costacurta y Maldini, "el capit¨¢n por excelencia". "Le respetaban much¨ªsimo. Solo hablaba cuando deb¨ªa y los dem¨¢s callaban", dice con una nota admiraci¨®n en la voz.
Su debut en San Siro fue tan fulgurante como su aterrizaje en Primera: "Sal¨ª de suplente contra el Roma y el primer bal¨®n que toqu¨¦ fue gol. Es inimaginable lo que sent¨ª cuando estall¨® el estadio". La adaptaci¨®n a la Serie A, sin embargo, no fue f¨¢cil y, aunque tuvo minutos, no termin¨® de romper. "Estaba acostumbrado a un juego m¨¢s ofensivo, con m¨¢s espacios y tiempo para pensar...", se justifica. Por si fuera poco, sufri¨® dos lesiones que le dejaron seco nueve meses.
Una enfermedad de su padre, ya en 2002, y la n¨®mina de grandes atacantes de los rossoneri (Inzaghi, Rivaldo, Shevchenko y Tomasson) llevaron a Jos¨¦ Mari a poner fin a su aventura milanesa y volver a Espa?a, donde vivi¨® dos experiencias contrapuestas. Tras un ef¨ªmero retorno al Atl¨¦tico, se embarc¨® en el Villarreal, siendo part¨ªcipe del espectacular proceso de crecimiento vivido por el club castellonense en la pasada d¨¦cada. Despu¨¦s, se fue al Betis, donde vivi¨® el peor momento de su carrera: "Me pudieron las ganas de vivir en Sevilla, pero me equivoqu¨¦". Su pasado sevillista fue una losa insoportable. Un a?o y medio de rechazo e insultos por parte de su propia afici¨®n le llev¨® renunciar a lo que le quedaba de contrato y a afrontar un reto nuevo: la Segunda Divisi¨®n.
Se estren¨® en el N¨¤stic y se ha doctorado en el Xerez, destino que le permite vivir en Sevilla con su familia y por el que ha renunciado a mejores contratos, alguno de Primera. En su tierra se ha reencontrado con el gol. Desde que lleg¨® a la ¨¦lite, nunca hab¨ªa pasado de nueve dianas en una Liga; ahora, lleva 15. "Adem¨¢s de gol, nos aporta experiencia, velocidad, trabajo... Si est¨¢ bien f¨ªsicamente, es un futbolista que marca las diferencias", asegura su entrenador, Javi L¨®pez. Su compa?ero Pablo Redondo apostilla: "Es un portento, tiene un cuerpo privilegiado y le queda cuerda para a?os". De momento, nada mejor que su contrato para mostrar la felicidad de su segunda juventud. Lleg¨® para un a?o y ya ha firmado por otros dos.

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