Espaldarazo a Osasuna
Un desv¨ªo a propia puerta de Stankevicius hunde a un Valencia pobre
Hace tiempo que Osasuna no acostumbra a ser el del recuerdo, el equipo fiero que ni siquiera necesitaba jugar bien para ganar e incluso al que jugando mal era dif¨ªcil ganarle. Le queda algo de lo segundo, sobre todo ante equipos atenazados, como el Valencia, que asisti¨® al Reyno de Navarra acongojado por el 3-6 de la pasada jornada ante el Madrid y con poquito toque de bal¨®n. Solo cuando Joaqu¨ªn se quitaba la chistera o Mata zascandileaba por los alrededores del ¨¢rea parec¨ªa que el equipo de Emery ten¨ªa alg¨²n conejo escondido. Pero era un conejo con las orejas cortas, tan cortas que se merend¨® la primera mitad con apenas una rodaja: una llegada fallida del abandonado Soldado. A cambio, Osasuna prob¨® a Guaita en una incursi¨®n de Camu?as que el portero repeli¨® con las manos.
OSASUNA 1 - VALENCIA 0
Osasuna: Ricardo; Nelson, Lolo, Sergio, Monreal; Pu?al, Nekounam; Cejudo (Soriano, m.82), Camu?as, Calleja (Dami¨¢, m.66); y Kike Sola (Josetxo, m.90).
Valencia: Guaita; Miguel (Pablo, m.79), Stankevicius, Costa, Mathieu; Joaqu¨ªn, Albelda (Banega, m.64), Topal, Mata; Jonas (Aduriz, m.69) y Soldado.
Gol: 1-0, m.59: Stankevicius, en propia puerta.
?rbitro: Velasco Carballo (Comit¨¦ Madrile?o). Mostr¨® tarjeta amarilla a Calleja (m.54), Nekounam (m.76), Soriano (m.83) y Ricardo (m.94), de Osasuna, y a Albelda (m.54), Guaita (m.56), Stankevicius (m.81), Costa (m.85), Mata (m.90), Joaqu¨ªn (m.93) y Pablo (m.95), del Valencia.
Incidencias: Partido de la trig¨¦sima cuarta jornada de Liga disputado en el estadio Reyno de Navarra ante 18.575 espectadores.
La impresi¨®n era que pod¨ªa llegar la madrugada sin goles ni nada que se le pareciera. El Valencia, con Albelda y Topal jugando en paralelo, era un p¨¢ramo y Osasuna, jugando en largo, era una amenaza con guantes. Pero el destino es caprichoso y, en la segunda mitad, un disparo previsible de Cejudo lo desvi¨® la espalda de Stankevicius lejos del alcance de Guaita. Estaba claro que el gol deb¨ªa llegar de espaldas a la porter¨ªa.
Para Osasuna fue algo m¨¢s que agua bendita, vistos los resultados de la tropa que huye del descenso. Fue la espoleta que le devolvi¨® alguna parte de su personalidad para pelear cada bal¨®n y acelerar el partido.
Emery se quit¨® la armadura y comenz¨® a poblar su equipo de futbolistas m¨¢s vers¨¢tiles de los que hab¨ªa elegido. Ever, Aduriz y Pablo se fueron incorporando en busca de una heroica que, sin embargo, no segu¨ªa ning¨²n toque de corneta. Era como si la exigencia de eludir el descenso fuera infinitamente superior a la defensa de la tercera plaza de la Champions, ahora amenazada por el sufrido Villarreal.
Curiosamente, el gol de Cejudo, con ayuda del defensa lituano, espole¨® m¨¢s a Osasuna que al Valencia. Y el p¨²blico, como el equipo, perdi¨® su personalidad y comenz¨® a arrojar balones al campo. Malas costumbres.
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