Estrabismo
En el Tour de California, ahora mismo hay un ojo puesto al cielo y otro al Giro de Italia. Este estrabismo se entiende en sentido metaf¨®rico, pues es m¨¢s mental que visual, pero real como la vida misma. El ojo que mira al cielo se preocupa de las nubes; un d¨ªa cargadas de nieve, como en la primera etapa que termin¨® suspendida, y otros de lluvia, como en los d¨ªas sucesivos. Y el que mira al Giro, respira -?respiran los ojos?- aliviado por ver de lo que se ha librado.
Yo, que hace un a?o estaba por all¨ª haciendo labores de relaciones p¨²blicas, recuerdo como cada ma?ana la rutina nos obligaba a conectarnos v¨ªa Internet con Italia antes del desayuno para informarnos de qu¨¦ era lo que hab¨ªa pasado. Parte de mi trabajo era entonces contar a los corredores seg¨²n aparec¨ªan por el "buffet" las andanzas de sus compa?eros en la pen¨ªnsula transalpina. Public Relation and press office, dos en uno.
Por eso recuerdo mis palabras de hace exactamente un a?o: "Segundo terremoto del a?o en L'Aquila, esta vez deportivo, incre¨ªble lo que ha pasado hoy en el Giro" , en referencia a la etapa que condicion¨® el pasado a?o el resultado de la carrera, con una numerosa fuga que alcanz¨® la meta con 12 minutos de ventaja sobre el grupo principal.
Este estrabismo es parte inherente al ciclismo. Contador lleva dos d¨ªas con la vista puesta en el "infierno de los Dolomitas" -tal y como ¨¦l lo ha calificado-, sin importarle excesivamente el presente. Solo importa el futuro, no hay presente ni pasado, pues adem¨¢s este ¨²ltimo no aportar¨¢ ning¨²n grato recuerdo con el amargo invierno que ha tenido el de Pinto con el famoso tema del solomillo. Y el futuro comienza ma?ana. Por ello es que es su equipo quien se preocupa por ¨¦l; y as¨ª, casi sin quererlo, han salvado estas dos etapas de transici¨®n en las que -a su pesar, parece- nada ha cambiado en la clasificaci¨®n general.
Esta ¨²ltima noche, apurando las horas de sue?o, ve¨ªa en directo v¨ªa online la primera etapa de monta?a de la carrera californiana, la etapa con final en Sierra Road ganada de manera espectacular por Horner. Ya me avis¨® Zubeldia de que RadioShack iba a California con toda la artiller¨ªa pesada, as¨ª que no ha sido una gran sorpresa que uno de ellos sea el ganador. M¨¢s sorpresa es lo de Horner, a sus casi 40 a?os. El segundo clasificado ha sido Andy Schleck, otro estr¨¢bico, uno que solo tiene vista para el Tour.
Aqu¨ª parece que nadie mira hacia donde deber¨ªa -el aqu¨ª y el ahora es lo que importa, es lo que yo pienso-, ni siquiera yo, que deber¨ªa mirar al Giro. Ahora miro a la pantalla del ordenador y veo a las l¨ªneas avanzar mientras escribo. Pero hace unas horas, en vez de mirar a la retransmisi¨®n de la etapa, que es lo que deber¨ªa haber hecho, miraba al plato que ten¨ªa delante mientras disfrutaba de una comida con unos amigos. Creo que no me perd¨ª nada especial, pues la etapa se desarroll¨® seg¨²n los c¨¢nones habituales -escapada tempranera, control de los equipos de velocistas, y llegada al sprint con cierto caos por una ca¨ªda en la parte final, en la que Cavendish se impuso con relativa facilidad. Pero eso no me exime de mi falta.
Por eso no cuento mucho de la etapa, porque nada pude ver. Prometo ser m¨¢s fiel en el infierno que viene a partir de hoy.
No obstante, no todo fueron estr¨¢bicos. La etapa se la llev¨® uno de los que estaba concentrado en el presente, Cavendish, aprovechando su ¨²ltima oportunidad. Petacchi y Hondo ya han anunciado que se van para casa, y el brit¨¢nico har¨¢ lo mismo, lo que no deja de tener su l¨®gica viendo los perfiles de lo que queda de Giro. Yo a partir de ahora espero ver a mi amigo Igor Ant¨®n en acci¨®n. Y aviso, que nadie mire hacia otro lado, que a partir de ahora ya no se puede. Ya no hay futuro, solo presente. Y no, no hablo de las elecciones, hablo de la carrera, del Giro de Italia 2011. Hasta ma?ana.
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