Todo por el f¨²tbol
La familia de Alb¨ªn se traslad¨® de Salto a Montevideo para que se desarrollara en el Nacional
El f¨²tbol es su vida, su gran y desatada pasi¨®n. Para explicarlo, Juan ?ngel Albin (Salto, Uruguay; 1986) tira de la historia de un ¨ªdolo del Nacional de Montevideo, de Abdon Porte, tan ovacionado al principio de su carrera como abucheado en el ocaso, hasta el punto de que en 1918 se peg¨® un tiro en mitad de la cancha, una noche perdida y con el estadio vac¨ªo. "Eso es el f¨²tbol para m¨ª y los uruguayos", conviene Alb¨ªn. Ahora, defender¨¢ por cinco temporadas la camiseta del Espanyol, que ha desembolsado dos millones al Getafe. "Desde luego, pasi¨®n y ganas por triunfar, por jugar al f¨²tbol, no le faltan", le reconoce Ramon Planes, el director deportivo del Espanyol. M¨¢s que nada, porque pas¨® dos temporadas an¨®nimas en el Getafe, a las ¨®rdenes de M¨ªchel.
Acostumbrado a luchar, Alb¨ªn creci¨® en una barriada humilde de Salto. "Aunque nunca me falt¨® de nada, mis padres se rompieron a trabajar", recuerda. Por eso, cuando Daniel Fonseca -¨ªdolo charr¨²a y ex jugador del Roma y Juventus, entre otros- llam¨® a su puerta y les propuso una carrera futbol¨ªstica para Alb¨ªn, no se lo pensaron dos veces. Toda la familia se march¨® a Montevideo, a un peque?o apartamento en el barrio de Pocitos. Dejaron sus vidas atr¨¢s para que el jugador se pudiera desarrollar en el Nacional. "Vas para un grande", le convenci¨® Fonseca en aquella ¨¦poca, cuando contaba con 13 a?os. "Vas para un grande", le insisti¨® m¨¢s tarde, cuando a los 15 debut¨® en Primera con Nacional. "Vas para un grande", se crey¨® a los 21, cuando visti¨® la camiseta de Uruguay y cuando la gente le tildaba el Principito, en referencia a Francescoli. Efervescente y con una zurda sensacional, Alb¨ªn lleg¨® al Getafe con la aureola de joven estrella. Pero tras dos temporadas notables, se desinfl¨® y perdi¨® todo protagonismo -como lo acredita la sucesi¨®n de encuentros por temporadas: 30-32-23 y 18 en la ¨²ltima-, relegado al ostracismo por M¨ªchel. "No confi¨® en m¨ª porque entend¨ªa que hab¨ªa otros jugadores m¨¢s importantes. Pero la verdad es que nunca me dio cinco o seis partidos seguidos", se?ala el futbolista. "Viene al Espanyol", intercede Planes; "con ganas de reivindicarse". Algo, en cualquier caso, que suele reservarse para las grandes citas.
Aunque no es un goleador, Alb¨ªn ha firmado dianas frente a los mejores equipos de la Liga. Le marc¨® al Villarreal, al Sevilla y al Barcelona en una ocasi¨®n, y en otras tres al Atl¨¦tico y al Madrid. Pero eso no altera su vida normal. Cuando le endos¨® dos goles al Madrid en 2009, se fue con su esposa Valentina, que le aguardaba a las afueras del estadio, a celebrarlo a un.... McDonald's. Pero tambi¨¦n se pirra por el asado y, si le dejan, por intercambiar unos golpes a padel. Y le tira, sobre todo, la pelota. "Me encantaba Zidane y siempre me fij¨¦ en De la Pe?a. Ahora tambi¨¦n est¨¢ Xavi; siempre me gust¨® mirar a esos jugadores", reflexiona. Alb¨ªn, que sobre el dorsal de su camiseta se pondr¨¢ una F en honor a su hijo reci¨¦n nacido, Francisco, ya tiene un nuevo equipo y nuevas esperanzas. La pasi¨®n, sin embargo, le viene desde la cuna: ponerse las botas y jugar al f¨²tbol.
![Alb¨ªn, en su presentaci¨®n con el Espanyol.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/ZZJMWCWDE2WP7S7ULOCLFP5SSA.jpg?auth=936eba8d1a02ed923ccc1214f39659e53d41be3076bdb0e099ce8324ef658c92&width=414)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.