Trabajo y discapacidad, una asignatura pendiente
Alrededor de 111.000 personas trabajan en alguno de los m¨¢s de 2.300 Centros Especiales de Empleo que hay en Espa?a, pero muchas contin¨²an alejadas del mercado laboral
Si fu¨¦ramos a recibir un bolet¨ªn de notas sobre el estado de la inclusi¨®n laboral en Espa?a, la calificaci¨®n probablemente no pasar¨ªa de un suspenso. No es que no se haya avanzado, porque la verdad de los datos afirma que se han producido avances; sino que a¨²n queda mucho por hacer: solo el 28,5 % de las personas con discapacidad en edad laboral tiene trabajo, frente al 51,7 % de la poblaci¨®n general, y su tasa de desempleo, del 19,7 %, es casi el doble (11,8 %). Un acceso al empleo dif¨ªcil y con un impacto directo en su autoestima y en su capacidad para desarrollar un proyecto de vida independiente.
Partiendo del hecho evidente de que cada discapacidad es diferente, ?a qu¨¦ se debe este fen¨®meno? ¡°Existen factores externos, como los prejuicios y los estereotipos, la falta de accesibilidad universal o la ausencia de oportunidades de capacitaci¨®n; pero tambi¨¦n internos: aunque las personas con discapacidad integran, cada vez m¨¢s, el empleo en su prop¨®sito vital, en muchas ocasiones siguen influenciadas por narrativas obsoletas, muy arraigadas en la sociedad, que conducen a la sobreprotecci¨®n y a poner el foco en sus limitaciones en lugar de sus capacidades¡±, explica Francisco Mesonero, director general de la Fundaci¨®n Adecco.
Si los datos no parecen todo lo dram¨¢ticos que son, ah¨ª va uno m¨¢s: de los casi dos millones de personas con discapacidad en edad laboral, solo un 35 % es activo, es decir, que tiene trabajo o lo busca. En otras palabras: el 65 % de las personas con discapacidad en edad de trabajar es inactiva. ?Las consecuencias? ¡°Que se perpet¨²a la creencia de que son menos capaces en el ¨¢mbito laboral y que, por lo tanto, su ¨²nica (o mejor) opci¨®n es ser asistidas y amparadas por las pol¨ªticas sociales, y no buscar empleo¡±, a?ade Mesonero.
Los Centros Especiales de Empleo
Seg¨²n datos aportados por la Confederaci¨®n Nacional de Centros Especiales de Empleo (Conacee), del aproximadamente medio mill¨®n de personas con discapacidad trabajando, unas 111.000 lo hacen bajo el paraguas de los CEEs, empresas reguladas de iniciativa social o empresarial en las que al menos un 70 % de sus empleados son personas con discapacidad, y cuyo objetivo es servir de puente para lograr la inserci¨®n ¨²ltima de estos trabajadores en la empresa ordinaria.
En Espa?a hay, en total, m¨¢s de 2.300 de estos centros en sectores tan diversos como los servicios, la hosteler¨ªa, la industria, la atenci¨®n al cliente, el tecnol¨®gico o manipulados. M¨¢s all¨¢ de fomentar el empleo de las personas con discapacidad les ofrecen formaci¨®n desde el empleo y una ayuda adicional muy diversa a trav¨¦s de unas unidades de apoyo que incluyen psic¨®logos, pedagogos o asistentes sociales.
¡°Como no estamos orientados a una discapacidad concreta, puede surgir desde que se necesite una adaptaci¨®n al puesto, que lo tengamos que coordinar con prevenci¨®n de riesgos, o que necesiten formarse en habilidades comunicativas a la hora de hacer sus labores diarias, orientarse al trato con el p¨²blico o relacionarse entre los mismos compa?eros¡±, cuenta Ana Campos, t¨¦cnica de la unidad de apoyo de Integra CEE. Luego est¨¢ la labor que desarrollan con aquellas personas con una discapacidad sobrevenida ¡°que no se acostumbran a su nueva situaci¨®n, y ah¨ª es necesario trabajar mucho sobre ese trabajador y por el estigma que tiene sobre su propia discapacidad¡±.
A las empresas ordinarias, por su parte, les ofrecen la posibilidad de cumplir con un doble prop¨®sito: conseguir una soluci¨®n social y competitiva a sus necesidades y cumplir con el requisito legal que la Ley General de la Discapacidad marca para las empresas de m¨¢s de 50 trabajadores (un 2 % de los empleados con discapacidad), obligaci¨®n que no siempre se respeta: ¡°Desde las empresas se est¨¢ trabajando y avanzando mucho, pero a¨²n falta. Hace a?os se hizo un estudio en el que se afirmaba que el 80 % de las empresas de m¨¢s de 50 empleados a¨²n no cumpl¨ªa con la cuota m¨ªnima establecida por ley¡±, sostiene Albert Campabadal, presidente de Conacee. Un punto aparte merece tambi¨¦n la brecha salarial entre los trabajadores discapacitados y el resto.
¡°Hay una mayor concienciaci¨®n, inter¨¦s e implicaci¨®n en la inserci¨®n laboral de las personas con discapacidad, pero a veces les cuesta. No s¨¦ si es por desconocimiento, por miedo a algo que no conocen o porque les cuesta acceder a las fuentes de reclutamiento donde encontrar a m¨¢s personas con discapacidad. Y puede que no est¨¦n preparadas para hacer ese acompa?amiento, esas adaptaciones al puesto de trabajo que necesita muchas veces un empleado con discapacidad, y que por eso no est¨¦ llegando la inserci¨®n que deber¨ªa haber en la gran empresa¡±, afirma Campabadal.
El problema es que muchas veces esa labor transitoria que se les supone a los CEEs de camino a la empresa ordinaria se convierte en definitiva y hace que las personas con discapacidad no se planteen nuevos horizontes profesionales, ya que all¨ª se encuentran m¨¢s protegidos. Aunque ¡°en muchos casos, el centro especial de empleo trabaja en la propia empresa ordinaria, prest¨¢ndoles servicios. Y eso es una muy buena herramienta para que la empresa ordinaria se de cuenta de las capacidades que tiene la persona con discapacidad (...) y la pueda acabar incorporando directamente¡±, esgrime el presidente de Conacee.
Formaci¨®n para y desde el empleo
Khalid El Mansouri, de 41 a?os y originario de Marruecos (de donde lleg¨® con solo seis) es una de esas personas que encontr¨® empleo a trav¨¦s de un CEE (en su caso, Integra CEE). Con una discapacidad visual severa, trabaja como auxiliar de informaci¨®n en distintas localizaciones dependientes del Ministerio de Defensa, haciendo labores que van desde la atenci¨®n al p¨²blico a la recepci¨®n, el manejo de ordenadores y la apertura y cierre de las distintas instalaciones de los centros. ¡°Antes [de llegar a Integra], lo que yo hac¨ªa era encadenar contratos temporales. Pero eso, sobre todo si tienes cargas familiares como yo (tiene dos hijos), te va generando mucha incertidumbre y desasosiego¡±.
El acompa?amiento que Mansouri ha recibido le ha permitido aprender a autogestionarse y ser m¨¢s resolutivo, adem¨¢s de completar diversos talleres formativos que mejoran sus habilidades personales y profesionales para el empleo. ¡°Las competencias blandas como el trabajo en equipo, la resoluci¨®n de conflictos, la flexibilidad o la actitud positiva son tan importantes como las habilidades t¨¦cnicas, por lo que es esencial formarse en ellas¡±, recuerda Mesonero. ¡°Y tambi¨¦n es cr¨ªtico trabajar las competencias digitales e incluso, en funci¨®n del tipo de discapacidad, desarrollar competencias prelaborales asociadas a una vida independiente como son, por ejemplo, la gesti¨®n del dinero, el transporte o la autonom¨ªa en la vida diaria¡±.
Otra de las problem¨¢ticas que con frecuencia afectan a los trabajadores con discapacidad est¨¢ relacionado con la certificaci¨®n de sus competencias profesionales. ¡°Nos encontramos, en muchos casos, a gente que lleva trabajando much¨ªsimo tiempo en una determinada profesi¨®n, sea jardinero o limpiador, y que a pesar de tener much¨ªsimas horas acreditadas no poseen ninguna titulaci¨®n que acredite esos mismos conocimientos. Por eso, es necesario trabajar con ellos este aspecto, para ayudarles a conseguir esos certificados de profesionalidad¡±, explica Campabadal. Un aspecto, por otra parte, mucho m¨¢s estructurado y organizado desde la reforma de la Ley de Formaci¨®n Profesional.
El impacto de la futura Ley de Econom¨ªa Social
Desde Conacee, sin embargo, est¨¢n preocupados por el impacto que pueda tener en su labor la aprobaci¨®n de la futura Ley Integral de Impulso de la Econom¨ªa Social, actualmente en fase de enmiendas dentro de su tramitaci¨®n parlamentaria. Un proyecto de ley que, seg¨²n Campabadal, tendr¨¢ como consecuencia la expulsi¨®n de la econom¨ªa social (y, con ello, de la recepci¨®n de ayudas p¨²blicas) de los centros especiales de empleo que no sean de iniciativa social, algo que rechazan desde el Gobierno.
¡°Hay que tener en cuenta que, de las 111.000 personas que trabajan en CEEs, un 58 % (64.000) lo hacen en centros especiales de iniciativa empresarial¡±, recuerda el presidente de Conacee, para quien este proyecto de ley har¨¢ que, ¡°el d¨ªa de ma?ana, cuando salgan ayudas, subvenciones o bonificaciones, solo puedan presentarse los centros que formen parte de la econom¨ªa social; ello har¨¢ que muchos centros tengan que cerrar y que las personas con discapacidad [all¨ª empleadas] se vayan a la calle¡±.
Aunque la norma no contempla la exclusi¨®n, de facto, de este tipo de centros especiales de empleo de la recepci¨®n de ayudas, Campabadal se muestra convencido de que as¨ª ser¨¢ en un futuro, teniendo en cuenta los antecedentes: ¡°A partir de 2017, a trav¨¦s de la ley de contratos del sector p¨²blico, ya se excluyen a los CEEs que no sean de iniciativa social de la contrataci¨®n reservada que hay en los contratos p¨²blicos¡±. Hace referencia tambi¨¦n al convenio de los centros especiales de empleo que, desde 2019, ¡°crea una doble escala salarial. Mientras los CEEs de iniciativa social pagan a sus empleados seg¨²n su convenio, los de iniciativa empresarial han de pagar a sus empleados seg¨²n el convenio de la actividad, que es generalmente m¨¢s alto. Eso hace que, al acudir a un concurso p¨²blico, tengan que presentar una oferta m¨¢s alta¡±, se?ala.
Desde el Gabinete de Yolanda D¨ªaz, vicepresidenta y ministra de Trabajo, se aclara sin embargo que la intenci¨®n de la futura forma es la de reforzar el papel de aquellos centros que reinviertan ¨ªntegramente sus beneficios en la creaci¨®n de empleo para personas con discapacidad y en la mejora continua de su actividad:
¡°Los CEEs de iniciativa social, promovidos mayoritariamente por entidades sin ¨¢nimo de lucro o de reconocido car¨¢cter social, tienen un compromiso estructural con la reinversi¨®n en el empleo inclusivo. El proyecto de ley no excluye a los CEEs de iniciativa empresarial de la econom¨ªa social: aquellos que operen bajo los principios que recoge el art¨ªculo 4 de la futura Ley podr¨¢n seguir formando parte de ese ecosistema, siempre que est¨¦n incluidos en el cat¨¢logo de entidades¡±, sostiene Mar¨ªa Luz Climent, consejera de informaci¨®n en el Gabinete de D¨ªaz.
Un anteproyecto que, a su juicio, no compromete en ning¨²n caso el funcionamiento de los CEEs de iniciativa empresarial, ya que seguir¨¢n teniendo, como m¨ªnimo, acceso a otro tipo de ayudas (como las del SEPE). Y es que, reivindica, ¡°la regulaci¨®n sobre subvenciones permanece intacta (..) y, por ello, no tiene sentido generar alarmas infundadas en el sector. Lo que s¨ª hace la ley es reforzar el reconocimiento de los CEEs de iniciativa social como actores clave dentro de la econom¨ªa social¡±.
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