La Maldici¨®n del Negro L¨®pez
El t¨¦cnico afronta con River, el club m¨¢s laureado de Argentina que nunca ha bajado de categor¨ªa, su tercera promoci¨®n de descenso
La angustia de lo desconocido se cierne sobre los Millonarios. Nunca se vio River Plate en una tesitura similar. Sin los mecanismos de defensa que desarrollan quienes acostumbran a habitar en la zozobra, el club m¨¢s laureado de la Liga argentina est¨¢ en peligro; el River perdi¨® 2 a 0 en el estadio Julio C¨¦sar Villagra de C¨®rdoba ante Belgrano en la ida de la primera promoci¨®n en sus 110 a?os de existencia.
Junto a Boca Juniors e Independiente, River Plate es uno de los equipos que disput¨® hasta la fecha todas las temporadas en la Primera Divisi¨®n, desde el profesionalismo a partir de 1931. El aturdimiento y el p¨¢nico recorren la instituci¨®n. Ning¨²n analista imagin¨® ver a los del Monumental languidecer hasta el abismo. Ante semejante panorama se disparan las supersticiones, el temor al mal fario, a un requiebro del destino que d¨¦ con los huesos del equipo en Segunda (Nacional B). Y en ese punto todos los focos apuntan Juan Jos¨¦ L¨®pez. El Negro, fue un talentoso centrocampista de River en los a?os 70 y ahora gestiona desde el banquillo las angustias del club. Cuando Daniel Passarella asumi¨® la presidencia de River Plate, lo coloc¨® en las categor¨ªas inferiores del club y el a?o pasado, tras la destituci¨®n de Angel Cappa, le toc¨® dar un paso al frente sin imaginar lo que le esperaba. Hoy tramita con sudores fr¨ªos la pizarra, en la que ha decidido prescindir definitivamente del jugador del M¨¢laga Diego Buonanotte, pero fundamentalmente lucha contra los prejuicios de su curr¨ªculo. Abrazado a la mala suerte, el t¨¦cnico de River ha participado ya en tres descensos a lo largo de sus 16 a?os de trayectoria en los banquillos. Y va camino del cuarto.
Hace 11 a?os empez¨® la pesadilla. En el a?o 2000, el Instituto de C¨®rdoba al que dirig¨ªa L¨®pez inici¨® una cuesta abajo irrefrenable desde la mitad de la tabla hasta acabar abocado a la promoci¨®n ante Almagro. Los dirigentes buscaron entonces un milagro de ¨²ltima hora y destituyeron a Jota Jota L¨®pez que ya no dirigi¨® al equipo en los dos partidos finales pero no hubo revulsivo y los rojiblancos perdieron finalmente la categor¨ªa.
En 2003, El Negro repiti¨® descenso, esta vez al frente de Uni¨®n de Santa Fe. Sin margen de salvaci¨®n, sin promoci¨®n, en este caso fue un descenso directo a Segunda. No hubo grandes reproches porque se trataba de un equipo ascensor de recursos limitados, pero la tacha crec¨ªa en el expediente de L¨®pez. En enero de 2004, el t¨¦cnico inici¨® su segunda etapa al frente del Talleres de C¨®rdoba en la decimocuarta jornada del Torneo Clausura con la obligaci¨®n de salvarlo del descenso, pero acab¨® disputando la promoci¨®n ante Argentinos Juniors. Tambi¨¦n la perdi¨® tras caer derrotado por 2-1 en los dos partidos y, adem¨¢s, el equipo se qued¨® sin ir a la Copa Sudamericana.
La secuencia de resultados al frente de River se repite con respecto a aquella temporada en Talleres. Passarella ya tiene decidido prescindir de L¨®pez, y m¨¢s despu¨¦s de lo acontecido anoche. Resulta que las similitudes con los anteriores descensos del Negro son preocupantes para los hinchas de River, que se aferran a su her¨¢ldica para mitigar el miedo. "Que la gente se quede tranquila: River se va a quedar en Primera", prometi¨® el vicepresidente del club, Diego Turnes, m¨¢s por obligaci¨®n institucional que por convicci¨®n al llegar a C¨®rdoba. Despu¨¦s de la derrota, no dijo ni p¨ªo. El Negro L¨®pez contin¨²a con su gafe.
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