Neymar es el nuevo rey

Definidos por los goles, los delanteros se atornillan en la ¨¦lite o descienden a las catacumbas sin remisi¨®n. Un remate con tino pone la diferencia. Y Neymar (Mogi das Cruzes, S?o Paulo; 1992) demostr¨® anoche que ya no solo es un ni?o con talento, sino que es un ariete formado para las grandes ocasiones. El primer paso lo dio hace un par de meses, cuando con el nueve de la canarinha desmont¨® por dos veces a Escocia y se present¨® ante la sociedad europea, que se frotaba los ojos ante el requiebro del punta y la desorbitada suma de dinero que ped¨ªa el Santos, su equipo. Pero Neymar aclar¨® anoche, una vez m¨¢s, que es un futbolista de los grandes, de esos que siempre llegan puntuales a la cita del gol, independientemente de la envergadura del duelo. As¨ª, ante Pe?arol en la vuelta de la final de la Copa Libertadores (0-0 en la ida, en tierras uruguayas), Neymar caz¨® un pase en el interior del ¨¢rea grande y solt¨® de primeras un zapatazo raso y por el palo que le pillaba m¨¢s cerca. Gol y el principio de su historia, quiz¨¢ en el Madrid o en otro coloso de Europa. El Santos venci¨® 2 a 1, reedit¨® la final de 1962 y Neymar, como entonces hizo Pel¨¦, se coron¨®.

Abrigado en su ¨¢rea porque es como m¨¢s c¨®modo se siente, Pe?arol plante¨® el duelo al contragolpe, como hizo en las anteriores eliminatorias -Internacional (Brasil), Universidad Cat¨®lica (Chile) y V¨¦lez (Argentina)-, siempre como rival menor, siempre victorioso. Pero entonces no ten¨ªa como rivales a Ganso y Neymar, futbolistas que participar¨¢n en la Copa de Am¨¦rica con Brasil. Ganso es el talento, el virtuoso del bal¨®n que rompe cinturas y tira pases de entrel¨ªneas como pocos. Y Neymar es el gol, el artista del regate y del punteo. Ellos dos, bien secundados por Arouca, que conduce el cuero pegado a la bota, y por Elano, el equilibrio, acabaron por despellejar al Pe?arol, de mucho m¨²sculo y poco ingenio. As¨ª, Arouca traz¨® un eslalon precioso, esper¨® el envite del zaguero rival y atendi¨® al movimiento de Neymar, que se sali¨® del ¨¢rea para recibir m¨¢s balones, para poder enfocar la porter¨ªa rival. Pase, disparo y gol nada m¨¢s abrirse el tel¨®n al segundo acto. Poco despu¨¦s, Danilo, en una jugada personal deliciosa, pis¨® ¨¢rea, se cambi¨® el bal¨®n de pierna y le peg¨® con la zurda a la red. Dos cero y desastre para Pe?arol, todo garra y pundonor, que marc¨® en los ¨²ltimos minutos el gol del honor -lo hizo Durval en propia puerta tras un centro de Estoyanoff, ese que jug¨® en el Valencia, C¨¢diz, Depor y Valladolid-, como si con eso certificase que era un rival a la altura.

Roto el partido, con espacios por delante, retom¨® el hilo el Santos, m¨¢s t¨¦cnico y feliz con huecos para explotar el pase de Ganso y la velocidad de Neymar. Incluso se dieron el lujo de cambiar los papeles, cuando el 11 del Santos, siempre ataviado con su corte de pelo mohicano, le cedi¨® el cuero a Ganso para plantarle ante el portero rival. El remate no encontr¨® puerta, como tampoco lo hicieron, en el ¨²ltimo suspiro, esos balones que escupi¨® el palo a remate de Z¨¦ Eduardo y Neymar. Poco import¨®; el encuentro estaba resuelto y Neymar es el nuevo rey.