El empate en Argentina es un asco
Como no cambien las cosas, va a resultar m¨¢s f¨¢cil que le creen un tango a Guardiola que a Leo
En Cuba y en Venezuela no es raro escuchar: te presento a mi empate (mi pareja sentimental). En Argentina ser¨ªa casi imposible que hubieran hecho semejante asociaci¨®n, ni en lunfardo ni en criollo. El empate es una frustraci¨®n, algo malogrado, no ser ni una cosa ni otra, una idea ajena al car¨¢cter argentino, siempre dispuesto a marcar la l¨ªnea entre "ellos" y "nosotros". El empate en Argentina es, definitivamente, un asco y la prueba es el estado de ¨¢nimo de los aficionados con los resultados de su selecci¨®n: dos empates y una bronca monumental.
La Universidad de Palermo (UP), que tiene un Center for Business Research and Studies, difundi¨® ayer los primeros resultados del an¨¢lisis que puso en marcha antes de la inauguraci¨®n de la Copa para saber "cuan eficiente puede resultar el mercado de la informaci¨®n para predecir resultados deportivos". Como intuye la mayor¨ªa de los apostadores y jugadores de quinielas, la eficiencia no es para lanzar cohetes: hubo un 33,33% de aciertos entre las apuestas y los resultados reales. El empate, el condenado empate, con el que nadie cuenta, estrope¨® bastante las cosas. "La mayor¨ªa de los equipos que recibieron apuestas como favoritos no pudieron vencer a sus rivales (....). El 66,66% de los partidos tuvo como resultado un empate", avanzan los expertos de la UP (una de las 19 universidades privadas que hay entre Buenos Aires capital federal y el Gran Buenos Aires).
Minutos antes de que se jugara el partido inaugural, las apuestas daban la siguiente lista de ganadores: Argentina, Brasil, Uruguay y Chile. La posici¨®n de Argentina ya no esta tan segura, aunque las esperanzas siguen en alto y nade quiere retirarla de la final. Tampoco quieren apear a Lionel Messi de las predicciones como m¨¢ximo goleador, aunque Carlos T¨¦vez, que estaba tercero para el Pichichi americano, ha sufrido un fuerte baj¨®n, como el Pipa Higua¨ªn, desplazados por el uruguayo Luis Su¨¢rez y el Kun Ag¨¹ero.
El gran pintor de la Boca, Benito Quinquela, un artista formidable y personaje maravilloso (quien viaje a Buenos Aires no deber¨ªa marcharse sin visitar su modesta casa, convertida en museo) le dijo un d¨ªa a un periodista empe?ado en entrevistarle: "Francamente, si yo no fuera Quinquela Mart¨ªn, creo que estar¨ªa harto de o¨ªr hablar de Quinquela Mart¨ªn". Lo mismo le debe pasar a Lionel Messi, a quien le gritan los aficionados, le increpan sus compa?eros ("Pendejo, la ¨²ltima jugada se corre", dicen que le critic¨® Burdisso, camino del t¨²nel tras el empate con Colombia) y a quien todo el mundo parece dispuesto a echar sobre la espalda la deriva del f¨²tbol argentino.
Aunque la verdad es que casi tanto como de Messi se habla tambi¨¦n estos d¨ªas en Argentina de Barcelona y de Catalu?a. El afecto no es nuevo y esta vinculado al f¨²tbol, desde hace un mont¨®n de a?os. ?No era Carlos Gardel el que cantaba en los a?os 30 un tango dedicado a Samitier?. Dec¨ªa as¨ª: "Cuando llegues a tus lares, a tu tierra inmortal, y en los campos de la a?eja Ciudad Condal tu silueta se deslice sobre el c¨¦sped tentador y retumben los espacios ante el grito alentador, no te olvides, bravo Sami, valeroso capit¨¢n, que los buenos argentinos te recuerdan con af¨¢n, pues dejaste en La Plata simpat¨ªas por doquier, capit¨¢n del Barcelona, caballero Samitier". Como no cambien las cosas, va a resultar m¨¢s f¨¢cil que le creen un tango a Guardiola que a Leo.
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