M¨¦xico y los ni?os de oro
La selecci¨®n azteca sub 17 doblega a Uruguay (2-0) y gana el Mundial por segunda vez en las ¨²ltimas cuatro ediciones
M¨¦xico nunca ha pasado de los cuartos de final en un Mundial (1970 y 1986). Pero desde hace unos a?os que en el pa¨ªs se fermenta la idea de que eso va a cambiar. Una ambici¨®n que justifican con los ¨¦xitos recientes y persistentes de las selecciones inferiores y que ratific¨® anoche la sub 17, despu¨¦s de imponerse a Uruguay (2-0) y laurearse como la campeona mundial.
Los aztecas tienen una cantera bien sugerente, con un futuro, a priori, prometedor. Pero tiene un peque?o truco; la federaci¨®n mexicana ha creado una selecci¨®n sub 15 que juega tantos campeonatos (no oficiales) y partidos como puede. Los frutos se empezaron a ver en 2005, cuando ganaron el Mundial sub 17 y lo hicieron de principio a fin, imponi¨¦ndose en todos los duelos y sorprendiendo, incluso, a la favorita Brasil -reina absoluta de la pueril competici¨®n internacional con tres t¨ªtulos y siete semifinales en 14 participaciones- en la final. De aquella selecci¨®n salieron algunos nombres como Giovani Dos Santos (Tottenham), H¨¦ctor Moreno (Espanyol), Efra¨ªn Ju¨¢rez (Celtic) y Carlos Vela (Arsenal). Una hornada, en cualquier caso, que no ha dado el salto definitivo en el f¨²tbol profesional, aunque todav¨ªa no han perdido la aureola de promesas. Pero la considerada 'generaci¨®n de oro' mexicana ya tiene descendencia.
En su casa, M¨¦xico recuper¨® la corona -Suiza gan¨® el anterior torneo, en 2009- y ya no fue una sorpresa. Ha ganado todos sus partidos, entre los que destaca la apasionante semifinal ante Alemania (3-2), cuando voltearon el resultado en el ¨²ltimo suspiro. Algo posible gracias a su propuesta de juego, siempre ofensiva y alegre. Por algo es el segundo equipo m¨¢s goleador del torneo (18 goles), y tiene a tres nominados (Carlos Fierro, Jorge Espericueta y Julio G¨®mez) en la categor¨ªa del mejor jugador del campeonato. Aparte del talento, la selecci¨®n tiene un punto por encima del resto: la estrategia; ha anotado cuatro goles a bal¨®n parado, l¨ªder en la estad¨ªstica.
El conjunto que dirige Ra¨²l Guti¨¦rrez, al que no se le han descubierto grandes defectos, se fundamenta, sobre todo, en cuatro futbolistas. Su capit¨¢n, el central Antonio Brise?o -marc¨® el primer gol de la final-, sostiene al equipo con mucha m¨¢s soltura de la que se le supone a un chico de 16 a?os. Espericueta y G¨®mez, las alas del equipo, completan el equipo a la perfecci¨®n. El primero tiene una zurda prodigiosa -meti¨® un gol ol¨ªmpico en las semifinales ante Alemania y est¨¢ entre los mejores del campeonato, m¨¦ritos que le sit¨²an en el Athletic de Bilbao por su ascendencia vasca-; y el segundo, m¨¢s limitado t¨¦cnicamente, destaca por su brega infatigable, hasta el punto de que no le importa jugar con una expresiva brecha en la cabeza tras golpearse con el poste en un intento fallido de testarazo. Adem¨¢s, es un h¨¦roe nacional; anot¨® el gol del pase a la final en un escorzo que por instantes record¨® a los de su compatriota e ¨ªdolo nacional, Hugo S¨¢nchez.
No le falta al equipo, adem¨¢s, el relevo de Chicharito Hern¨¢ndez. Se llama Carlos Fierro y, como su predecesor en el puesto de ariete de la selecci¨®n azteca, lo remata todo. Ha contabilizado cuatro goles, lejos del registro de nueve que ha marcado Coulibaly, de Costa de Marfil, pero sumados al decisivo papel en la victoria de su equipo frente a Uruguay, probablemente le coronen con el Bal¨®n de Oro del Mundial por delante de una selecci¨®n importante de futuras estrellas de este deporte. Enfrascada la selecci¨®n sub 22 en un l¨ªo de prostitutas que acab¨® con la expulsi¨®n de ocho jugadores -entre los que se encontraba Jonathan Dos Santos- por seis meses, con otros cinco futbolistas de la absoluta acusados por dar positivo de clembuterol, esta nueva generaci¨®n parece dispuesta a tomar el relevo. Y, qui¨¦n sabe, si mezclan bien con los veteranos de 2005, quiz¨¢ superen la barrera de los cuartos de final en el pr¨®ximo Mundial de Brasil.
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