La revoluci¨®n Bielsa

Jon Aurtenetxe tiene 19 a?os y solo ha jugado 10 partidos en Primera Divisi¨®n. Seguramente, son muchos los aficionados del Athletic que ni siquiera han o¨ªdo hablar de ¨¦l. Y, sin embargo, el d¨ªa que Marcelo Bielsa (Rosario; 1955), El Loco, llam¨® al entonces todav¨ªa candidato presidencial Josu Urrutia para discutir sobre su posible fichaje por el equipo vasco, le pregunt¨® si pensaba que el jugador "es m¨¢s lateral o central".

El dilema sobre d¨®nde colocar a un futbolista casi desconocido al que ni siquiera sab¨ªa con seguridad si entrenar¨ªa es solo un s¨ªntoma de la locura de este argentino capaz de quedarse a vivir en los complejos de los equipos a los que entrena. Anal¨ªtico obsesivo, estudioso hasta la saciedad, este fabricante de frases inolvidables se present¨® ante la sociedad rojiblanca, ya como apuesta oficial de Urrutia, a trav¨¦s de una videoconferencia en la que desgran¨® con precisi¨®n sus pesquisas sobre la plantilla de los leones, el equipo filial y hasta los futbolistas que estaban cedidos a otros clubes.

El f¨²tbol no debe de haber dado muchos como ¨¦l. Pocos t¨¦cnicos podr¨¢n despertar tanta pasi¨®n sin haber ganado un t¨ªtulo en siete a?os (el ¨²ltimo fue el oro ol¨ªmpico con Argentina en 2004). Y para un entrenador particular, nada mejor que un club particular. Para fichar por el Athletic, cuya filosof¨ªa de cantera le recuerda a la que hace a?os inspir¨® a su amado Newell's, El Loco renunci¨® a propuestas muy suculentas. Le quer¨ªa, entre otros, el Inter. "Ten¨ªa la sensaci¨®n de conocer al Athletic", dijo en su presentaci¨®n, al tiempo que destacaba el "sentimiento rom¨¢ntico y se?orial" del club y el "exacerbado sentido de pertenencia" de sus jugadores.

Pero m¨¢s all¨¢ del romanticismo que rodea a su figura, Bielsa ha llegado a Bilbao para competir. Y a ese terreno, al de juego, a La Catedral, es adonde pretende llevar su verdadera pasi¨®n, su revoluci¨®n futbol¨ªstica. "Protagonismo antes que especulaci¨®n", resumi¨® al aterrizar, "estar m¨¢s en el campo rival que en el propio, tener m¨¢s posesi¨®n que intento de recuperar la pelota, que todas las l¨ªneas participen en el juego". Su apuesta es tan arriesgada como firme. Igual que la de Urrutia al ficharle. Ya se encarg¨® de dejarlo bien claro mientras la imagen de El Loco luc¨ªa a su espalda en una pantalla gigante: "Esto es todo menos una moneda al aire".