Cesc, s¨ª; Thiago, tambi¨¦n
Lo que ha sucedido este verano en el Barcelona con Cesc y Thiago de protagonistas es harto significativo de una manera de proceder que no solo afecta al club azulgrana, ni tan solo al mundo del f¨²tbol y al deporte profesional. Sucede que no son tiempos propicios para el matiz. Funciona el todo o nada, el conmigo o sin m¨ª. Ya saben: N¨²?ez o Cruyff, Laporta o Rosell, etc¨¦tera. Aunque por una vez, y bueno si sirviese de precedente, se ha impuesto la cordura del sumar y no restar.
El verano empez¨® con Thiago puesto en el mercado. Ven¨ªan Rossi, Alexis y Cesc, y claro, hac¨ªa falta dinero para tanto gasto. Al hijo de Mazinho se le deb¨ªa ceder para que se fuese rodando en un equipo que le diera los minutos que Guardiola no podr¨ªa concederle. Cual Bojan. Como si Xavi o Iniesta, a sus edades, hubiesen alcanzado la titularidad indiscutible e indiscutida. O, mejor, un traspaso con opci¨®n de recompra obligatoria. Cual Bojan, tambi¨¦n. Una operaci¨®n con beneficio contable.
Pero al hispano-brasile?o le dio por jugar en vacaciones, imponderables del calendario internacional. Y lider¨® la selecci¨®n espa?ola sub 21, con 20 a?os. Campe¨®n de Europa en Suiza y casi de inmediato, como si de una consecuencia inexorable se tratase, renovaci¨®n expr¨¦s: dos a?os m¨¢s de contrato, hasta 2015, 90 millones de euros de cl¨¢usula de rescisi¨®n y de lo hablado, perd¨®n, especulado, nunca m¨¢s se supo. Y a por otro debate, que el verano es largo y el f¨²tbol segu¨ªa sin aparecer.
Con la renovaci¨®n de Thiago y sus prestaciones suizas, ratificadas en el inicio de la pretemporada, con solos de pianista en cada actuaci¨®n, la cuesti¨®n cambi¨® de tercio. ?Para qu¨¦ fichar a Cesc, pues? L¨®gico: si, con Cesc, Thiago era prescindible, con Thiago, Cesc no es para nada necesario. ?O no?
Pues no. Llevamos un par de temporadas, c¨®mo m¨ªnimo, diciendo que la plantilla del Barcelona es demasiado corta. A los periodistas y tertulianos, me refiero. Porque los t¨¦cnicos siempre han apelado a la inagotable cantera para argumentar que si con los 21 de la primera plantilla no alcanzan, buenos ser¨¢n los veintitantos del filial y dem¨¢s.
O s¨ª. Porque hechas las sumas y las restas de los que se van y los que vienen, todo queda m¨¢s o menos igual. Thiago y Font¨¤s no computan, que esos dos ya estaban. O sea que con seis t¨ªtulos en juego y la temporada apretada por delante y por detr¨¢s, inicio con el t¨ªtulo de la Supercopa de Espa?a contra el Madrid y final adelantado por la Eurocopa de Polonia y Ucrania, no parece que Guardiola vaya a disponer de un fondo de banquillo mucho m¨¢s amplio. Da igual.
Lo de Cesc tambi¨¦n resulta fascinante. De argumentos en contra, los hay: se fue porque quiso y renov¨® con el Arsenal cuando no tocaba. Pagar lo que no est¨¢ escrito y no se deber¨ªa con la que nos cae es dar un ejemplo p¨¦simo a los j¨®venes canteranos y, ya puestos, a la ciudadan¨ªa en su conjunto. Aunque razones a favor, tambi¨¦n las hay: se fue all¨¢ por el 2003, cuando el Barcelona viv¨ªa una decadencia galopante y con un contexto familiar que no nos incumbe, y renov¨® justo en el momento en el cual una moci¨®n de censura hac¨ªa inflexi¨®n en un periodo de incertidumbre m¨¢xima: qui¨¦n sab¨ªa ad¨®nde los llevar¨ªa Guardiola. Lo del ejemplo no es muy convincente: con Cesc en el Arsenal y sin regresar durante dos a?os por lo menos, se van (Toral, Beller¨ªn, Garc¨ªa, Romeu...) los que quieren. Y lo del precio, cierto, los 40 millones -variable arriba, variable abajo- son una beca car¨ªsima, sin duda, pero as¨ª est¨¢ el mercado y los estadios, llenos de camisetas a 80 euros.
Ciertamente, el Bar?a no deber¨ªa fichar a Cesc porque se fue, porque renov¨® a destiempo, porque es caro, porque en su lugar Guardiola pondr¨¢ a Thiago o a quien sea y lo har¨¢ bien, y porque, adem¨¢s, Ars¨¨ne Wenger es muy pesado y nos cae mal. Y sin embargo, si un fichaje parece hoy el m¨¢s adecuado de cuantas alternativas hay en el mercado y apuestas en la cantera, este no es otro que el de Cesc F¨¤bregas. Porque nadie es eterno, ni tan siquiera Xavi. Que el pan de hoy deber¨ªa ser la continuidad de ma?ana.
Jordi Badia es exdirector de comunicaci¨®n del FC Barcelona.
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