La Masia no es la Coca-Cola
Ahora mismo son tiempos de vino y rosas en la cantera del Barcelona. El momento invita a edificar y rentabilizar una idea concebida con el paso de mucho tiempo a partir de una cosa tan sencilla como una pelota y el punto de vista de t¨¦cnicos aparentemente comunes como Laureano Ruiz u Oriol Tort. Ya no se trata solo de generar futbolistas para C¨¦sar Luis Menotti, Udo Lattek o Rinus Michels, cualquiera que fuera el t¨¦cnico del plantel profesional, sino de producir estrellas que igual pueden jugar en el Camp Nou que en el Emirates de Londres. A veces parece incluso que el Bar?a es una cantera de futbolistas que igual abastece al propio club que genera el dinero suficiente para aspirar al fichaje de Cesc F¨¤bregas mientras suministra internacionales de las m¨¢s diversas categor¨ªas para satisfacci¨®n general. Ah¨ª est¨¢n por ejemplo Gerard Deulofeu, Marc Bartra y Thiago Alc¨¢ntara.
Vieja o nueva, es una escuela, nada que ver con la mercantilizaci¨®n ni el famoseo
As¨ª las cosas, nada es m¨¢s sensato que trasladar La Masia, la residencia de los j¨®venes valores que Josep Llu¨ªs N¨²?ez levant¨® en 1979, al Centre de Formaci¨® Oriol Tort, el Profesor que educ¨® a la figura de Pep Guardiola. Heredero de la divisa Esport i ciutadania que divulg¨® Josep Sunyol, expresidente azulgrana asesinado hace ayer 75 a?os, el entrenador barcelonista apuesta por fomentar la vida en com¨²n de los jugadores y, por extensi¨®n, convertir la ciudad deportiva en el centro de la actividad del Bar?a. No hay mejor heredero de Sunyol i Tort que Guardiola, s¨ªntesis de lo catal¨¢n y barcelonista en la globalizaci¨®n. La figura del t¨¦cnico es capital para entender la necesitad de agrupar y modernizar las instalaciones de la entidad de la misma manera que la personalidad de Andoni Zubizarreta, director deportivo, resulta fundamental para dibujar el libro de ruta.
Una vez que la tradici¨®n oral ha sido superada, se trata de transmitir el f¨²tbol a partir de una metodolog¨ªa que sobreviva a los mejores t¨¦cnicos. El manual de instrucciones se impone a la clonaci¨®n por la misma regla de tres que la metodolog¨ªa es una alternativa de la improvisaci¨®n. La prioridad de la nueva Masia es ayudar a dar un salto de calidad a personas igualmente reconocibles como futbolistas que como profesionales. Las madres preferir¨¢n La Masia al m¨¢s selecto de los internados y los hijos al mejor piso de la ciudad. La infraestructura es m¨¢s seductora que la de cualquier residencia y, por otra parte, mantiene rasgos de sobra como para distanciarse de un hotel. Interesa sobre todo que las promesas futbol¨ªsticas puedan completar una carrera universitaria en la misma l¨ªnea que un deportista ol¨ªmpico de la Blume o del CAR de Sant Cugat.
La declaraci¨®n de intenciones y el curr¨ªculo parecen abonar su comercializaci¨®n. El reto, sin embargo, es que siga funcionado simplemente como la escuela de f¨²tbol del Barcelona y no como el paradigma del f¨²tbol formativo mundial tal que fuera la f¨®rmula de la Coca-Cola. La Masia, vieja o nueva, no es un escaparate sino una escuela que, como tal, fomenta el aprendizaje e invita al anonimato, nada que ver con la mercantilizaci¨®n ni el famoseo, fomentado desde el propio club con la transmisi¨®n por televisi¨®n de los partidos de los infantiles. La comercializaci¨®n del ¨¦xito no siempre es rentable. A Tort le bast¨® con una silla y un paquete de tabaco para levantar La Masia. "Nuestra residencia no es una tienda ni una f¨¢brica de churros ni un internado, sino que es una escuela", repet¨ªa, "y como tal aqu¨ª se estudia y se aprende m¨¢s o menos a comportarse en la vida".
Que a un joven futbolista le vaya mejor o peor en el futuro depender¨¢ de las circunstancias. Espabilado a la hora de detectar el talento, el Bar?a procura crear las mejores infraestructuras para que sus promesas maduren y triunfen de la mano de gestores como el director de la residencia Carles Folguera. Los medios se optimizan y, sin embargo, el Camp Nou no se divisa ahora mismo desde La Masia como ocurr¨ªa antes de ser desplazada a Sant Joan Desp¨ª. Hoy se publicita un ¨¦xito alcanzado ayer sin ning¨²n anuncio ni patrocinador.
La grandeza de un equipo est¨¢ sobre todo en procurar sentirse a gusto consigo mismo, en la identificaci¨®n, como sucede de momento en el Barcelona. Otra cosa es c¨®mo le vean los dem¨¢s, y puede que a los rivales les disguste ya tanta mercadotecnia y boato. La clave est¨¢ en conseguir que La Masia no se convierta en una academia, digna de ser imitada, sino que se mantenga como una escuela que solo tenga sentido en el Bar?a.
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