Buscando la mezcla perfecta
Espa?a vence con solvencia a Portugal (87-73) en un duelo que reiter¨® las virtudes y los defectos del cuadro de Scariolo
Con notables motivos para el optimismo, con sutiles sensaciones para la incertidumbre. As¨ª progresa Espa?a en el europeo, compitiendo contra s¨ª misma a la espera de rivales de enjundia y manejando sutilezas, intangibles y p¨¢lpitos que den forma a una idea plagada de talento que busca las proporciones de la mezcla perfecta.
Lejos de despejar la colecci¨®n de dudas acumuladas ayer, el arranque del duelo ante Portugal refrend¨® ciertos titubeos. El principal, una laxitud defensiva que, por momentos, raya la imprudencia y aboca a los partidos a un distendido toma y daca sin rigor en la pintura y con anarqu¨ªa en el per¨ªmetro.
Confiados en sus infinitos recursos ofensivos y manejando una estudiada apat¨ªa, los de Scariolo presentaron la misma tarjeta de visita que en su estreno en el campeonato. Los hermanos Gasol y Navarro anotaron 18 de los 26 puntos de Espa?a en el primer cuarto y se convirtieron en el principal sustento dentro del correcalles general. En el grupo de Mario Palma, Tavares y Santos hac¨ªan fortuna alborotando sin ninguna vigilancia, mientras ?vora y Miranda martilleaban en la pintura con tanto esfuerzo propio como permisividad ajena.
Sin embargo, por pura inercia la secuencia anotadora comenz¨® a revelar las notables diferencias de potencial entre ambos equipos. Un 11-23 a 2.51 para el final del primer cuarto empez¨® a estirar la cuerda y concedi¨® el primer descanso a Pau -16 puntos y 5 rebotes al descanso; 20 al final-. A todo ello se uni¨® la entusiasta aportaci¨®n de Rudy Fern¨¢ndez. Ayer tuvo que ausentarse del partido por una inesperada alergia y ante Portugal reclam¨® su cuota de protagonismo con un inicio febril de segundo cuarto plagado de fibrosas penetraciones y alg¨²n mate para la foto.
Con una rotaci¨®n muy limitada y un juego interior insuficiente para contener el may¨²sculo repertorio espa?ol, la acumulaci¨®n de faltas personales lastr¨® definitivamente el arrebato de los portugueses que pasaron, del intercambio de golpes, a vivir con sofoco la exigente ida y vuelta dentro del frenes¨ª que se desarrollaba en la pista. La pizarra de Scariolo propon¨ªa unas alternativas m¨¢s equilibradas que en el debut manteniendo unas razonables cuotas de titulares y reservas en cada quinteto y consolidando productivos automatismos. Refrendando virtudes y escondiendo defectos.
As¨ª las cosas, al descanso el marcador ya apuntaba unas diferencias incuestionables que volvieron a poner a prueba la concentraci¨®n y el nivel de autoexigencia de Espa?a (36-53 al final del segundo cuarto). El chirriar de las zapatillas en el parquet pon¨ªa banda sonora a un encuentro que se encaminaba a una distendida exhibici¨®n de la selecci¨®n espa?ola ante las desangeladas gradas de Panevezys. Los portugueses firmaron su rendici¨®n anticipada. Se entregaron a un ataque individualista y una defensa de brazos ca¨ªdos y Espa?a comenz¨® a lucir lo m¨¢s art¨ªstico de su repertorio para berrinche de Mario Palma, el ¨²nico alterado entre la relajaci¨®n general (44-67 mediado el tercer cuarto).
Escarmentados por el episodio ante Polonia, los de Scariolo se esmeraron para que la diferencia no languideciera en pos de la redenci¨®n. Lo hicieron con una aportaci¨®n anotadora m¨¢s corporativa y la participaci¨®n de todos, incluido Claver que dispuso de algo m¨¢s de seis minutos para reiterar sus dudas y su juego balbuceante en contraste con un meritorio Felipe Reyes que destac¨® con 10 puntos y 5 rebotes. Sin temor a sustos, comenzaron las probaturas con dos bases en pista (Calder¨®n y Ricky) y una zona 1-3-1 como principales novedades. Ma?ana espera Gran Breta?a, a priori, otra v¨ªctima propiciatoria.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.