La guerra de Serena

Es un momento de autoafirmaci¨®n. La estadounidense Serena Williams buscar¨¢ hoy (22.00, Canal+) ante la australiana Sam Stosur su primer grande de 2011. Para ella, un a?o maldito: una embolia pulmonar y la resaca de un corte en un pie sufrido en 2010 la tuvieron m¨¢s tiempo entre fisioterapeutas y m¨¦dicos que entre tenistas. La exn¨²mero uno mundial es la clara favorita. Nadie mira su r¨¢nking. Por eso su victoria (6-2 y 6-4) sobre la danesa Wozniacki, la mejor del planeta, no ha estremecido al circuito. Hace tiempo que hay una verdad que la caseta da por buena: las hermanas Williams ganan d¨®nde, c¨®mo y cuando quieren.

"Estoy emocionada. S¨¦ que ustedes no me creer¨¢n", les dijo a los periodistas; "pero siento que no tengo nada que perder. Hace seis meses, estaba en el hospital. Ahora, en la final del Abierto de Estados Unidos. Por eso, sea cual sea el resultado, me siento como la campeona que representa a todas esas personas que est¨¢n ah¨ª fuera desafiando a todas las probabilidades y luchando".

Es la guerra de Serena. Poder estar sobre la pista, as¨ª lo demostr¨® su reacci¨®n tras su victoria, ya es un triunfo. Le espera ahora Stosur. Nadie en el circuito femenino tiene ese saque potente ni esos b¨ªceps. La australiana, que ya perdi¨® la final de Roland Garros 2010, necesitar¨¢ una hombrada para derribar a Serena, que nunca falla cuando el resultado cuenta para la historia.

"Y s¨¦", dijo Stosur, cuyo pa¨ªs lleva 31 a?os esperando una nueva campeona en un grande; "que lo que me espera es extraordinariamente dif¨ªcil, pero para estas cosa juego".

La australiana tiene una ventaja competitiva. Su semifinal contra la alemana Kerber (6-3, 2-6 y 6-2) se program¨® fuera de la central. Ella lo interpret¨® como un desprecio, y as¨ª se lo hizo saber a la organizaci¨®n a trav¨¦s de Internet y sus redes sociales. Lo que no sab¨ªa Stosur es que el Djokovic-Federer y el Nadal-Murray ir¨ªan devorando horas al reloj, limando minuto a minuto el programa, hasta el punto de dejar a Serena con poqu¨ªsimas horas de descanso entre el partido decisivo y su victoria de semifinales, que lleg¨® cuando la noche ya era cerrada. Con todo, la estadounidense es favorita: en el d¨¦cimo aniversario del 11-S, una tenista golpeada por la vida busca su corona.