Poco dinero, mucha afici¨®n

Todo comenz¨® con un ERE, con un Expediente de Regulaci¨®n de Empleo con el que deshacerse de 12 jugadores cuyas n¨®minas no ten¨ªan cabida en un club fuera del mundo profesional. As¨ª empez¨® la aventura del Tenerife en la Segunda Divisi¨®n B, tras 24 a?os repartidos a partes iguales entre Primera y Segunda, con una medida m¨¢s propia de las cr¨®nicas econ¨®micas que de las deportivas. Eso fue antes de medirse a rivales como el Vecindario, el Sporting B, el Conquense (los tres primeros de la Liga). Antes de acostumbrarse a "los campos peque?os y menos curados", seg¨²n Sergio Aragoneses, portero y capit¨¢n, uno de los pocos de la anterior etapa en quedarse. Y antes de buscar "la humildad indispensable para enfrentarse a esta categor¨ªa", seg¨²n Pedro Cordero, director deportivo y alma del proyecto tinerfe?o para volver a subir cuanto antes. Un recorte doloroso que no ha afectado al apoyo social, a unos aficionados que en vez de darle la espalda al equipo, le han tendido la mano. As¨ª lo demostrar¨¢n el fin de semana que viene -en este el Tenerife gan¨® al Albacete a domicilio (1-2) y se puso l¨ªder del grupo l con 10 puntos - frente al Coruxo.

La merma m¨¢s grande en los ingresos del Tenerife fueron los derechos televisivos. Hace dos temporadas, con el equipo en Primera, el club recib¨ªa algo m¨¢s de 13 millones por ellos. En Segunda A, este bonus superaba apenas los tres millones. Y ahora se est¨¢n negociando los derechos televisivos con el canal auton¨®mico sobre la base de 400.000 euros. "No pod¨ªamos afrontar esos salarios en Segunda B", alega Cordero, consciente de que en el equipo hab¨ªa jugadores como Nino y Julio ?lvarez, que ten¨ªan contratos que superaban los 800.000 euros. Algo exagerado si se tiene en cuenta que un equipo con aspiraciones en la categor¨ªa de bronce tiene unos salarios que se mueven en una horquilla que va de los 40.000 hasta los 150.000 euros anuales. Pero todos los afectados encontraron una salida -tres, incluso, en Primera (Nino y Bertr¨¢n en Osasuna y Ricardo Le¨®n en el Sporting)-, excepto Hidalgo. Y los dos que decidieron quedarse -junto a Sicilia, a quien se le respet¨® el contrato por lesionarse en el ¨²ltimo e intrascendente partido del pasado curso- fueron Luna y Sergio Aragoneses, quienes tuvieron que recortarse el salario. "Recib¨ª ofertas m¨¢s ventajosas, pero prefer¨ª seguir aqu¨ª por el cari?o que le tengo a la gente y para devolver al club lo antes posible al puesto que se merece", aduce el guardameta. Otros, sin embargo, como Ricardo Le¨®n y Nino accedieron a condonar la deuda contra¨ªda por el club para irse cuanto antes. Aunque la mayor¨ªa, una vez arreglado su futuro profesional, perdonaron los a?os no trabajados. "Fue una faena muy dura, pero estamos orgullosos del trabajo hecho", afirma Cordero, protagonista de esta nueva etapa.

El director deportivo trabajaba el a?o pasado en el Granada, club en el que su hermano Juan Carlos es el vicepresidente. "?l, como Quique Pina -presidente del club andaluz-, son hombres de f¨²tbol, pero no hay ninguna relaci¨®n formal entre el Granada y el Tenerife", precisa Cordero. Por su pasado laboral y sus v¨ªnculos familiares, la afici¨®n tinerfe?a esperaba que el Tenerife se convirtiera en un desembarcadero para futbolistas del Granada, y, consecuentemente, del Udinese, italiano. Pero no fue as¨ª. Solo arrib¨® Kitoko (procedente del Granada y propiedad del club de Pozzo), pero lo hizo antes de la incorporaci¨®n de Cordero.

Por lo general, los nuevos jugadores de este Tenerife no proceden de las categor¨ªas mayores, sino de otros equipos de Segunda B, acostumbrados a luchar en las zonas altas de la tabla. Como del Legan¨¦s (Jim¨¦nez, Hern¨¢ndez, Zazo), del Lugo (Crist¨®bal, Marcos Rodr¨ªguez) y el Guadalajara (Nico). "Hay que trasmitir humildad, esp¨ªritu de sacrificio y necesit¨¢bamos futbolistas que supiesen cu¨¢l era la actitud adecuada", explica Cordero; "de los ¨²ltimos 40 equipos que han bajado de Segunda A, solo nueve subieron al primer intento, lo que explica lo duro que es el impacto con la nueva realidad".

Uno de los pocos integrantes del nuevo Tenerife que procede de la categor¨ªa de plata es Kiko Rat¨®n (ex del Girona), que naci¨® en Puerto de la Cruz, hace 34 a?os. "Para m¨ª fue una elecci¨®n de vida. Hay cosas por las que se puede renunciar a m¨¢s dinero", explica el delantero; "estoy en el equipo en el que siempre he querido estar, cerca de mi familia y del cari?o de la gente". De aquella gente que, a diferencia de las televisiones, no ha abandonado el equipo. Se vendieron 17.500 abonos el ¨²ltimo a?o en Primera -el club no vendi¨® m¨¢s para dejar entradas en taquilla-; 13.000 el curso pasado en Segunda; y este a?o, pese al descalabro sufrido, ya se ha llegado casi a 9.000. Solo con los abonados, el Tenerife supera la media de espectadores de Segunda A, que no alcanza los 8.000. En un mundo de peque?os, n¨²meros de gigante.