El Rayo tiene m¨¢s car¨¢cter

Hay partidos que se descifran desde la t¨¢ctica y otros que lo hacen desde el esp¨ªritu. El Rayo Vallecano, inmunizado al caos y barnizado contra la adversidad en su periplo reciente, ha decidido agarrarse a Primera con todas sus fuerzas y no desaprovechar la ocasi¨®n. Como el n¨¢ufrago que encuentra su tabla de salvaci¨®n, los de Sandoval han regresado a la ¨¦lite con ideas claras y pie firme, y se impusieron a un desdibujado Getafe (0-1) por car¨¢cter y voluntarismo.

A las 12 de la ma?ana. A la hora del f¨²tbol modesto. En ese horario en el que, all¨¢ por la d¨¦cada de los 90, el Rayo Vallecano reeditaba su fama de Matagigantes en Primera y el Getafe se bat¨ªa el cobre en la Segunda B regando con sudor Las Margaritas, se estrenaba en el Coliseum un cartel in¨¦dito. Un nuevo derbi madrile?o en la m¨¢xima categor¨ªa. El duelo directo por la conquista de ese t¨ªtulo, honor¨ªfico e intangible, de tercer equipo de Madrid. G¨¹iza y Pedro Le¨®n retornaban al once inicial azul¨®n para completar, sobre la marcha, su proceso de rodaje y Tamudo aportaba su maratoniano expediente a la delantera rayista. Y aunque los miembros m¨¢s destacados del elenco no anduvieron nada finos, el pulso no tuvo desperdicio.

Desde el saque inicial, el Rayo demostr¨® que llegaba a Getafe m¨¢s despierto que su rival. Movilla tensaba las cuerdas en el eje con la ayuda de Javi Fuego, Bothelo afinaba su zancada por el costado izquierdo y Michu asomaba su corpach¨®n amenazante junto al balc¨®n del ¨¢rea azulona. Y no tardaron los vallecanos en refrendar las buenas sensaciones de su puesta en escena. A los tres minutos, Piti lanz¨® un c¨®rner con m¨¢s intenci¨®n que punter¨ªa y Michu se encarg¨® de descolgar el bal¨®n de las alturas para enviarlo a la red con la solvencia de un acreditado cabeceador ante la enclenque zaga local.

Destartalado en labores defensivas y destemplado en la creaci¨®n, el Getafe se qued¨® grogui tras el golpe. No hubo rastro en toda la ma?ana de las buenas intenciones exhibidas en el Bernab¨¦u hace una semana. Incapaces de sacudirse el dominio, sin argumentos y sin bal¨®n, los hombres de Luis Garc¨ªa -que segu¨ªa el partido desde la grada por sanci¨®n-, permit¨ªan a cada paso que la apuesta vallecana fuera tomando vuelo. Piti y Tamudo desplegaban sobre el c¨¦sped la misma entrega que los 800 aficionados rayistas llegados en el Cercan¨ªas. Sus c¨¢nticos y su jolgorio se impon¨ªan ante la hinchada local, y los de Sandoval acogotaban al cuadro azul¨®n.

Juan Rodr¨ªguez pag¨® los platos rotos. Rub¨¦n P¨¦rez tom¨® la alternativa en el puesto de mediocentro con la misi¨®n de ayudar a Lacen a remendar los costurones de los locales. Pero el roto no estaba solo en el centro del campo. Cada bal¨®n colgado al ¨¢rea de Moy¨¢ se convert¨ªa en un martirio para los centrales azulones y las bisagras de Cata sufr¨ªan ante el br¨ªo de Tamudo. Pasada la media hora, Piti tuvo la oportunidad de romper definitivamente el marcador pero su sutileza en forma de vaselina se march¨® por encima del larguero con un suspiro. Un timorato cabezazo de Valera a los 40 minutos fue el ¨²nico arrebato local en la primera mitad.

A la vuelta de los vestuarios, el Getafe pareci¨® recomponer la figura. Los de Luis Garc¨ªa rescataron su cat¨¢logo, buscaron mantener el bal¨®n y comenzaron a buscar a G¨¹iza a la espalda de los centrales rayistas. Como un equilibrista, en el alambre del fuera de juego, all¨ª donde hizo fama y fortuna hasta convertirse en internacional, el delantero jerezano comenz¨® a asustar a Dani Gim¨¦nez. Pero cuando Colunga iba a sumar su p¨®lvora al romo ataque azul¨®n, Pedro Le¨®n se rompi¨® en un sprint y, el cambio de planes, oblig¨® a reclutar con urgencia a Abdel. Para entonces el partido no estaba para sutilezas y el libro de instrucciones demandaba m¨¢s car¨¢cter que academicismos. Y en car¨¢cter nadie gana a los de Sandoval.

Getafe 0 - Rayo 1