Cuatro lustros despu¨¦s de Maradona
El San Paolo vuelve a ser escenario de un partido de la Copa de Europa tras 21 a?os de la ¨²ltima comparecencia del N¨¢poles en la m¨¢xima competici¨®n continental
Centenares de antorchas que iluminan la Curva B, es decir, la grada de los aficionados m¨¢s ardientes del N¨¢poles. Maradona, Alemao y Ciro Ferrara saltan al c¨¦sped con la camiseta celeste engalanada con el Scudetto, el cacho de tela que luce en las vestimentas del equipo campe¨®n de Italia. Con esta imagen se abr¨ªa la ¨²ltima noche del San Paolo como escenario de un partido de la Copa de los Campeones, el 24 octubre de 1990, hace casi 21 a?os. Ese partido el conjunto sure?o no consigui¨® ir m¨¢s all¨¢ del 0-0 ante el Spartak de Mosc¨², resultado que no servir¨ªa para pasar la ronda, unos octavos de final. En la vuelta en Rusia un id¨¦ntico resultado llevar¨ªa el duelo a los penaltis, infaustos para los napolitanos (3-5). Hoy el estadio, con m¨¢s de 60 a?os de historia, vuelve a presenciar una cita de la m¨¢xima competici¨®n continental tras un ayuno que duraba desde aquella noche. El rival ser¨¢ el Villarreal (20.45, GolTV).
Nadie pod¨ªa presagiar que despu¨¦s de ese duelo el N¨¢poles se quedar¨ªa alejado tanto tiempo de noches de esa trascendencia. El ciclo de oro del que Maradona fue art¨ªfice y l¨ªder indiscutible -el club gan¨® con ¨¦l dos Ligas, las primeras y ¨²nicas de la instituci¨®n, una Copa, una UEFA y una Supercopa de Italia- estaba viviendo su ocaso. Esa misma temporada, el 7 de marzo de 1991, el Pibe de Oro dio positivo por coca¨ªna en un control antidopaje y a finales del curso se ir¨ªa de Italia y de la ciudad que le hab¨ªa proclamado rey. El N¨¢poles entr¨® en una cuesta abajo que le condujo al descenso en 1998. En 2000 regres¨® a la Serie A, pero fue un espejismo: al a?o siguiente volvi¨® a descender y en 2004 baj¨® a la Serie C1- la Segunda B italiana- por problemas econ¨®micos. Se explica as¨ª la expectaci¨®n para el duelo de esta noche. "El empuje de los 50 mil", titulaba esta ma?ana La Gazzetta dello Sport, refiri¨¦ndose a los espectadores que se esperan en el feudo napolitano, el mismo n¨²mero que presenci¨® a la ¨²ltima comparecencia azzurra ante el Spartak de Mosc¨².
Solo otras dos veces N¨¢poles vivi¨® noches de campeones. Una fue esa misma temporada, en la ronda anterior. La ¨²nica victoria en casa hasta la fecha del club en la Copa de Europa, contra los h¨²ngaros del Ujpesti Dozsa (3-0). Maradona anot¨® un doblete; los ¨²nicos goles del Pelusa en la Liga de los Campeones. El primero de los dos fue una joya digna de su nombre; control de pecho en el coraz¨®n del ¨¢rea y una media chilena para marcar.
Tres a?os antes, la otra aventura del N¨¢poles en la Copa de Europa, la primera de su historia, se top¨® contra todo un cl¨¢sico de la competici¨®n, el Real Madrid. El sorteo emparej¨® a los campeones de Italia y Espa?a ya en la primera ronda. Los blancos se impusieron en el Bernab¨¦u con un penalti de M¨ªchel y un gol en propia puerta de Di Napoli en un partido disputado a puertas cerradas por los incidentes que se produjeron el a?o anterior en la semifinal ante el Bayern de M¨²nich. La vuelta fue en un San Paolo rebosante, un estadio que entonces, antes de la reestructuraci¨®n para el Mundial de 1990, a¨²n pod¨ªa acoger m¨¢s de 80 mil espectadores. En ese cuadro, con Maradona, Careca y Giordano formando la delantera italiana (la MaGiCa llamaban los aficionados aquel tridente estelar), el N¨¢poles se adelant¨® con un gol de Francini, pero un contragolpe letal del Madrid hilado por Mart¨ªn V¨¢zquez, sostenido por Hugo S¨¢nchez y definido por Butrague?o apag¨® los ardores de las gradas.
Fue un golpe duro para la ciudad italiana, pero no letal. Maradona y los dem¨¢s campeones en las plantillas aseguraban a?os gloriosos. Y as¨ª fue, pero solo para un trienio m¨¢s. Luego empez¨® una espera larga cuatro lustros que esta noche tendr¨¢ su fin.
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