5.000 calor¨ªas diarias por la Ant¨¢rtida
Los alpinistas I?urrategi, Vallejo y Zabalza se reinventan para cruzar el continente helado
Si tuviesen que se?alar un factor determinante que garantizase el ¨¦xito de su expedici¨®n, Alberto I?urrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza explicar¨ªan, como Bob Dylan, que la respuesta est¨¢ en el viento. Atravesar la Ant¨¢rtida en completa autonom¨ªa, arrancando desde el norte del continente helado, pasando por el polo sur y acabando en la Bah¨ªa H¨¦rcules, constituye uno de los retos polares m¨¢s complicados y severos que existen, justo ahora que se cumple un siglo desde que el noruego Roald Amundsen alcanzase el Polo Sur. La intensidad de los vientos catab¨¢ticos de la zona determinar¨¢ las posibilidades de avance del tr¨ªo, que dispone de las mismas cometas empleadas meses atr¨¢s para cruzar Groenlandia. El sistema, de apariencia sencilla, exigi¨® de los tres alpinistas muchas horas de aprendizaje y numerosas experiencias frustrantes: "Recorrer una superficie helada sobre unos esqu¨ªs, con un trineo de 100 kilos atado a los ri?ones y una cometa tirando en direcci¨®n opuesta es un ejercicio mucho m¨¢s complicado y agotador de lo que pens¨¢bamos, y m¨¢s a velocidades de casi 50 Km /h", explica Juan Vallejo. En esta ocasi¨®n, para afrontar casi 80 d¨ªas en completa soledad y aislamiento, el peso de cada trineo se ha visto incrementado hasta alcanzar cerca de 180 kilos: el viento y su fuerza ser¨¢n m¨¢s apreciados que nunca, pero quiz¨¢ tanto como el 'combustible' que empleen para soportar las palizas.
Para lidiar con temperaturas pr¨®ximas a los 40 grados negativos, jornadas de marcha de entre 10 y 12 horas y todo el desgaste acumulado, I?urrategi, Vallejo y Zabalza han invertido dos semanas en empaquetar con mimo las raciones de comida diaria, su ¨²nico 'combustible'. Funcionar¨¢n a raz¨®n de ?5.000! calor¨ªas por jornada, bastante m¨¢s del doble recomendado para una persona medianamente activa. "No es una dieta equilibrada", reconoce Xabier Leibar, m¨¦dico y responsable del CPT de Getxo que ha dise?ado la ingesta de alimentos. "Necesitar¨¢n un consumo de grasa mayor del habitual para soportar lo que se les viene encima. Les he recomendado que engorden antes de salir, pero no s¨¦ si har¨¢n caso", se desespera. Fibrosos dada su complexi¨®n de escaladores, engordar es una posibilidad que dif¨ªcilmente casa con su filosof¨ªa deportiva. Sin embargo, en ausencia de viento, los tres alpinistas deber¨¢n tirar de sus pesados trineos, lo que les obligar¨ªa a un consumo de 6.000 calor¨ªas diarias y pondr¨ªa entre par¨¦ntesis el ¨¦xito de su expedici¨®n.
El pr¨®ximo 15 de noviembre, los tres alpinistas vascos viajar¨¢n desde Ciudad del Cabo (Sud¨¢frica) hasta la base rusa de Novolazarevskaya, donde pondr¨¢n pie en la inmensa masa de hielo que les acoger¨¢ casi durante tres meses, tiempo estimado para recorrer unos 3.700 kil¨®metros. Con todo, su ambicioso proyecto pasa por incluir ascensiones en su hoja de ruta: en la llamada Tierra de la Reina Maud, 200 kms al sur de su punto de partida, emergen unas espectaculares agujas gran¨ªticas, ofreciendo uno de los paisajes m¨¢s salvajes del planeta. All¨ª, el tr¨ªo tiene pensado completar al menos una ascensi¨®n de dificultad. "Es un lugar m¨¢s fr¨ªo que el polo norte, porque la altura media del continente es de 2.000 metros sobre le nivel del mar y porque apenas recibe radiaci¨®n solar. Estos d¨ªas, los que me han parado por la calle se pensaban que regres¨¢bamos al Polo Norte, como si solo existiese un Polo...", explica I?urrategi.
Su viaje ant¨¢rtico se revela como un reto mayor, innovador y, ciertamente exigente desde el punto de vista f¨ªsico y ps¨ªquico. "Tendremos que pelear para avanzar y tambi¨¦n para mantenernos firmes, unidos y en sinton¨ªa cuando lleguen los problemas y el cansancio se acumule", aventura Vallejo. En caso de percance grave, solo una avioneta podr¨ªa rescatarles, y no en cualquier punto de su traves¨ªa, circunstancia que concede al reto grandes dosis de compromiso. Si los tres son alpinistas de relumbr¨®n, a nadie se le escapa que el presente reto se presenta plagado de inc¨®gnitas. Es el precio a pagar cuando se tiene la audacia de reinventarse.
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