El Madrid se angustia solo
C¨®modo en el primer tiempo, el conjunto de Mourinho se deja ir al final y sufre ante una Real que reacciona tarde
Sin rastro del reciente Madrid, el equipo de Mourinho pas¨® por trances muy distintos en Anoeta. Abanic¨® a la Real durante una hora y luego se vio al l¨ªmite. Falto de la mordida y el juego estructurado de las jornadas precedentes, al Madrid se le hizo eterno un encuentro que tuvo a merced ante un rival muy p¨¢lido, que solo tuvo el ah¨ªnco final que le concedi¨® su adversario. Higua¨ªn, una vez m¨¢s, hizo bingo y el Madrid se alivi¨®. Debi¨® hacerlo mucho antes, pero no tuvo frescura, se acomod¨® ante un partido plomizo y acab¨® con angustias. No porque la Real Sociedad conquistara el ¨¢rea de Casillas, sino por su falta de gobierno en el segundo tiempo.
De inicio, al Madrid m¨¢s tibio de las ¨²ltimas semanas le alcanz¨® para domesticar sin alardes a un rival que le regal¨® por voluntad propia la pelota y medio campo, el que deb¨ªa ocupar la Real para dar algo de lata a Casillas durante una hora. Pocos rivales se han retado con el Madrid con una apuesta tan raqu¨ªtica, la que quiso Philippe Montanier, que sufri¨® una tiritona considerable. Con cinco defensas, un lateral impostado -Estrada- y dos tapones en el medio -Mariga y Markel-, el t¨¦cnico franc¨¦s rebaj¨® a su equipo a la nader¨ªa. Su pelot¨®n defendi¨® mal, sus pivotes defensivos no incordiaron a nadie y Prieto y Vela, los ¨²nicos sin rienda, se quedaron ajenos a todo, sin plano, marginados por un sistema antediluviano. De la Real no hubo noticias hasta la irrupci¨®n de Griezmann a falta de media hora. El pol¨¦mico extremo franc¨¦s, con aire de disidente, sirvi¨® al menos de interruptor para su grupo.
R. SOCIEDAD, 0 - R. MADRID, 1
Real Sociedad: Bravo; Carlos Mart¨ªnez (Agirretxe, min. 83), Demidov, I?igo Mart¨ªnez, Mikel Gonz¨¢lez, Cadamuro; Estrada (Griezmann, min. 60), Markel Bergara (Pardo, min, 85), Mariga, Xabi Prieto; Vela.
Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Coentrao; Xabi Alonso, Lass (Khedira, min. 68), Di Mar¨ªa, ?zil (Kaka, min. 63); Cristiano Ronaldo e Higuain (Benzema, min. 81).
Gol: 0-1, min. 9: Higua¨ªn.
?rbitro: Undiano Mallenco (Navarra). Amonestaciones a Cadamuro, Carlos Mart¨ªnez, Markel Bergara, I?igo Mart¨ªnez, Arbeloa, Sergio Ramos.
27.000 espectadores en el estadio de Anoeta.
Enfrente, el grupo de Mourinho se limit¨® a ali?ar el partido con un c¨®modo rondo, m¨¢s que suficiente en el primer acto, antes y despu¨¦s del gol de Higua¨ªn. Un gui?o a Montanier: sus tres centrales, aquellos que deb¨ªan cubrirse las espaldas, que para eso eran tres, se quedaron tiesos ante un desmarque sencillo del Pipa argentino. Coentr?o, anoche lateral, lleg¨® a medio campo realista a c¨¢mara lenta, ech¨® un vistazo al frente y sin nadie que le apretara conect¨® con Higua¨ªn, que resolvi¨® ante Bravo como un cirujano. Un gol que retrat¨® a la Real de mirada corta, tan escu¨¢lida con el bal¨®n como sin ¨¦l, solo dispuesta para defender lo que no supo defender ni siquiera 10 minutos, una llegada al vac¨ªo de Higua¨ªn. Espantado por el gol, hasta que lleg¨® Griezmann como alborotador, el conjunto donostiarra se qued¨® sin guion, refugiado en la cueva, a varias lunas de Casillas y con la pelota como estorbo, un artefacto ¨²nico para evidenciar las carencias t¨¦cnicas de varios de sus futbolistas.
La respuesta del Madrid no tuvo la contundencia de otras jornadas. Mourinho bail¨® la alineaci¨®n y prescindi¨® de inicio de Khedira, Kak¨¢ y Marcelo. Tambi¨¦n de Benzema, pero su caso es otro. El franc¨¦s e Higua¨ªn alternan la competencia de forma muy medida. Sostiene Mourinho que el argentino tiene mejor partitura con pista libre, ante adversarios que echan el candado. Ante la Real del primer tramo, lo desminti¨® el argentino. Pero, pese al acierto del Pipa, el Madrid se tom¨® el curso del encuentro con demasiada palidez, sin la energ¨ªa de las ¨²ltimas semanas. Y con algunos jugadores otra vez por libre, caso de Cristiano, que en multitud de ocasiones cort¨® el hilo con todos y se dedic¨® a labores de trapecista pegado al costado izquierdo, con malabares intrascendentes, un s¨ªntoma del desapego con el que el Madrid se fue tomando el choque con el paso de los minutos, hasta que se sinti¨® amenazado por su exceso de ch¨¢chara. C¨®modo en el primer tiempo, se dej¨® ir y concedi¨® a la Real una oportunidad que no esperaba.
De alguna forma, el Madrid convirti¨® el curso del duelo en un tr¨¢mite, lo que poco a poco dio vidilla a su rival, que despu¨¦s de su asustadiza puesta en escena se vio a un palmo en el marcador cuando llevaba una hora sin pesta?ear, a punto de capitular. Visto que la Real cogi¨® hueso, Mourinho recurri¨® a Khedira, Kak¨¢ y Benzema, pero nada alter¨® el dictado madridista, que se qued¨® sin puntadas, otra vez, como anta?o, con las l¨ªneas desatadas, con un partido sometido finalmente a un pulso m¨¢s f¨ªsico que futbol¨ªstico, lo que pagaron jugadores como Di Mar¨ªa, que siempre seca el dep¨®sito y acab¨® extenuado por sus sucesivos maratones en cada partido durante las ¨²ltimas semanas. Para la Real, el arre¨®n lleg¨® tarde; para el Madrid, el final fue el mejor consuelo.
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