El Valencia gana por otra v¨ªa
El cuadro de Emery recurre a una versi¨®n m¨¢s ¨¦pica para tumbar al Leverkusen
Al contrario que en Leverkusen hace 15 d¨ªas, el Valencia supo adaptarse a las circunstancias, sufrir cuando no ten¨ªa ning¨²n control y decidir a la primera oportunidad. Sin apenas elaboraci¨®n tras la lesi¨®n de Banega, el cuadro de Emery busc¨® otras v¨ªas menos est¨¦ticas, le ech¨® coraje y Mestalla acab¨® emocionado ante la tenacidad de Soldado, el hombre que descerraj¨® la zaga alemana con un suave toque de espuela. El capit¨¢n contagi¨® a sus compa?eros y entonces emergi¨® el central Rami, tan poderoso en el juego a¨¦reo, para dejar vivo al cuadro de Emery en la competici¨®n. Mestalla reconoci¨® el esfuerzo ¨¦pico de sus jugadores y los despidi¨® con honores. Y el Leverkusen, tan superior en algunos tramos, hizo honor a esa fama de segund¨®n que lo persigue.
VALENCIA, 3 - BAYER LEVERKUSEN, 1
Valencia: Diego Alves; Miguel, Rami, V¨ªctor Ruiz, Mathieu; Feghouli (Piatti, m. 58), Topal, Banega (Tino Costa, m. 20), Pablo; Jonas (Jordi Alba, m. 75); y Soldado. No utilizados: Guaita, Bruno, Albelda y Aduriz.
Bayer: Leno; Castro, Fiedrich, Toprak, Kadlec; Bender (Reinartz, m. 78), Rolfes; Sam (Jorgensen, m. 83), Ballack, Sch¨¹rrle; y Kiessling (Derdiyok, m. 76). No utilizados: Yelldell, Schwaab, Oczipka y Balitsch.
Goles: 1-0. M. 1. Jonas bate con a zurda a Leno tras un fallo del portero. 1-1. M. 27. Kiessling cabecea un centro de Ballack. 2-1. M. 64. Soldado, de espuela. 3-1. M. 74. Rami, de cabeza tras un c¨®rner.
?rbitro: Jonas Eriksson. Amonest¨® a Ballack, Toprak, Tino Costa, Mathieu y Sam.
Unos 45.000 espectadores en Mestalla.
Los gestos de Ever Banega, tap¨¢ndose el rostro al abandonar el estadio en camilla, no hac¨ªan presagiar nada bueno: traumatismo en la rodilla derecha. El Valencia not¨® su ausencia puesto que, en los ¨²ltimos partidos, hab¨ªa acumulado una participaci¨®n masiva. El juego pasaba indefectiblemente por ¨¦l y el equipo se qued¨® hu¨¦rfano de repente, por mucho que Tino Costa se esforzara en llegar a todos lados. La personalidad para dirigir a un equipo es un don. El Leverkusen oli¨® la sangre y le llovieron las ocasiones. Al menos hasta lograr el empate, con el que se daba por satisfecho. Dio la sensaci¨®n de que necesitaba muy poco para poner a prueba a Diego Alves. Un cabezazo a bocajarro de Toprak afil¨® los reflejos del meta brasile?o, en una gran estirada a su izquierda, en la misma l¨ªnea de gol. El otro cabezazo, esta vez de Kiessling, le result¨® inalcanzable. Remat¨® solo, cerca del ¨¢rea peque?a, tras un centro templado con la zurda de Ballack, todav¨ªa con clase para meter pases de gol. La acci¨®n ven¨ªa preced¨ªa por una contra desaprovechada por el conjunto local tras un fallo en el pase de Jonas. Otra vez, como en la ida, el juego punzante del larguirucho Sch¨¹rrle fue indescifrable para la zaga valencianista.
A pesar de que hab¨ªa empezado todo a pedir de boca. Jonas aprovech¨® un regalo inesperado del meta Leno, apenas a los 10 segundos, ofreci¨¦ndole la pelota en la frontal del ¨¢rea tras un mal despeje. Corren este riesgo ahora los porteros: se les pide que entreguen el bal¨®n, no que lo rechacen. Y algunos no est¨¢n para florituras t¨¦cnicas. El media punta brasile?o avanz¨® unos metros antes de enviar la pelota con la izquierda, milim¨¦tricamente, junto al poste derecho de Leno.
El Valencia hizo un gran esfuerzo por llevar las riendas. Tratando de abrir espacios por los costados, encontr¨® sus mejores alternativas por la izquierda, donde se juntaron Mathieu y Feghouli. Crecido por sus dos goles al Getafe, el joven volante franco-argelino ofreci¨® desborde y agresividad a un equipo tan blandito en ocasiones como el de Emery. El p¨²blico se lo reconoci¨® generosamente.
El Leverkusen esper¨®, consciente de que el tiempo corr¨ªa a su favor. Convencido de que surgir¨ªa un bal¨®n largo a esa bala llamada Sam para ganar la espalda a la zaga. Mestalla, sin llenarse pese a las 10.000 entradas regaladas por el club, alent¨® sin reproches a su equipo, reconociendo las posibilidades de un adversario m¨¢s dotado en ataque de lo previsto.
Sin el im¨¢n de Banega, el Valencia obvi¨® el centro del campo y sus centrales buscaron el pase largo. El Leverkusen se defendi¨® sin problemas y el p¨²blico se iba impacientando. Lo pag¨® con Pablo, otra vez en el centro de la diana. El Valencia estaba tieso y la grada le reclam¨® al t¨¦cnico alg¨²n tipo de reacci¨®n desde el banquillo. La primera, Piatti por Feghouli, no le gust¨® a Mestalla, que prefer¨ªa la cabeza de Pablo. Se hubiese equivocado el entrenador de haber atendido a la petici¨®n popular, pues fue precisamente Pablo quien abri¨® de un sutil toque de primeras la zaga alemana. Dej¨® pista libre a Mathieu, cuyo centro desde el extremo izquierdo lo remat¨® de espuela Soldado.
Al Valencia le tocaba defenderse ante un Leverkusen forrado de dinamita: a Sch¨¹rrle le anularon un gol por fuera de juego inexistente. Emery opt¨® entonces por Jordi Alba, otro pretoriano para defender a Alves. No hizo falta. Inmediatamente despu¨¦s, Rami cabece¨® picado un c¨®rner de Tino Costa y abri¨® una brecha que entusiasm¨® a Mestalla. La garra de Tino Costa, al final, hab¨ªa sido tan efectiva o m¨¢s que el toque de Ever Banega. Mestalla era una fiesta y la mayor¨ªa del p¨²blico le afe¨® a los ultras sus gritos contra el Levante, el rival el s¨¢bado en el Ciutat de Val¨¨ncia. La ¨¦pica gan¨® la noche a la est¨¦tica.
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