La venganza del 'caddie'

Con la mirada fr¨ªa y el rostro serio se saludaron Tiger Woods y su antiguo caddie, el neozeland¨¦s Steve Williams, en el Royal Melbourne Golf Club, donde se est¨¢ disputando la Presidents Cup, que enfrenta a Estados Unidos con el resto del mundo. Era un encuentro tenso entre dos hombres que entablaron una buena amistad que se prolong¨® durante doce a?os. Un periodo en el que lograron juntos trece victorias en torneos grandes. Eran amigos, casi inseparables en el green y tambi¨¦n lejos de ¨¦l. Tanto que asistieron a sus respectivas bodas. La relaci¨®n profesional con El Tigre lanz¨® adem¨¢s a Williams, que se convirti¨® en el deportista mejor pagado de su pa¨ªs. Todo iba sobre ruedas hasta el pasado verano, cuando Woods le despidi¨® en uno de los momentos m¨¢s complicados de su carrera. "Creo que ha elegido un momento muy pobre para despedirme, despu¨¦s de serle incre¨ªblemente leal en el momento m¨¢s dif¨ªcil de su vida", asegur¨® entonces Williams. Ahora, el caddie saborea la venganza despu¨¦s de que su nuevo 'jefe', Adam Scott, y el surcoreano KJ Choi hayan pasado por encima de Woods y Steve Stricker en la modalidad foursome por siete golpes de ventaja y seis hoyos por jugarse. Una verdadera paliza. Una de las mayores que ha sufrido Tiger en su carrera.

Williams consigue, de esta forma, superar por primera vez a su antiguo jefe y lo hace de una forma sonada, ya que el resultado iguala la mayor de derrota en la historia de este torneo, que se produjo hace siete a?os, cuando el sudafricano David Frost derrot¨® al estadounidense Kenny Perry. En la Ryder Cup de 2010, Tiger y Stricker ya hab¨ªan perdido de manera abultada frente a los ingleses Lee Westwood y Luke Donald por seis y cinco. "Le di la mano y la vida sigue", explic¨® Woods despu¨¦s de la derrota; "Steve y yo hicimos grandes cosas juntos y me quedo con eso. S¨¦ que probablemente ¨¦l lo vea de una manera diferente, pero la vida contin¨²a y me siento contento con ese pasado com¨²n". Pese a sus palabras conciliadoras, el Tigre sabe bien que Williams le guarda rencor. En cuanto le despidi¨®, se fue con Adam Scott -con quien ya hab¨ªa estado durante alg¨²n periodo de baja de Woods anteriormente- y juntos ganaron en agosto el Bridgestone Invitatinal. El neozeland¨¦s no pudo evitar acordarse entonces de su antiguo jefe. "Ha sido la mejor victoria de mi vida", solt¨®. M¨¢s tarde, en la cena anual de los caddies, asegur¨® que lo que quer¨ªa en aquel torneo era "atizar a ese negro imb¨¦cil".

Aquellas palabras causaron un gran revuelo y alg¨²n caddie europeo carg¨® contra Williams: "En toda mi vida he visto a tanta gente quedarse con la boca abierta a la vez. Nosotros sab¨ªamos que era imb¨¦cil, pero no que era un imb¨¦cil racista". Woods, sin embargo, permaneci¨® tranquilo y prefiri¨® ser cauto. "Se expres¨® de manera incorrecta. Seguramente son¨® hiriente, pero la vida sigue adelante. Es un comentario que no deber¨ªa haber hecho y ¨¦l seguramente lo lamenta", asegur¨®. Williams tuvo que pedir perd¨®n poco despu¨¦s. Ahora, despu¨¦s de que su nuevo jefe le haya pasado por encima, el caddie se mostraba serio, quiz¨¢ riendo por dentro. "La vida sigue", se repite Woods.