Menos toque y m¨¢s gol
Exigido por el juego atrevido del Rayo, el Atl¨¦tico se despliega al contragolpe y muestra su versi¨®n m¨¢s incisiva (3-1)
Acusado de adornarse en exceso, de un juego rococ¨®, el Atl¨¦tico recobr¨® su versi¨®n m¨¢s punzante en el Calder¨®n. Toc¨® menos y gole¨® m¨¢s, expresado en el contragolpe. Pero el Rayo empeque?eci¨® al Atl¨¦tico durante mucho tiempo porque le arrebat¨® su argumento, 'su bal¨®n'. Acostumbrado a remover el cuero a su antojo en posiciones est¨¦riles, a morder metros con la pelota de bota en bota y a diluirse en muchas ocasiones en el remate porque no le alcanza a cuajar el ¨²ltimo pase, es innegable que el Atl¨¦tico danza alrededor del esf¨¦rico. No ocurri¨® as¨ª ante el Rayo, m¨¢s gallardo que su rival, quiz¨¢ tambi¨¦n m¨¢s irresponsable en lo t¨¢ctico y con m¨¢s fisuras en la retaguardia porque entendi¨® que pod¨ªa definirse en campo ajeno. Un ¨®rdago desatado, un espect¨¢culo reservado para los grandes y, tambi¨¦n, su perdici¨®n; el equipo rojiblanco tiene m¨¢s de un registro, sobre todo con Reyes, al fin indultado por el t¨¦cnico, titular siete partidos despu¨¦s.
ATL?TICO, 3 - RAYO, 1
Atl¨¦tico: Asenjo; Perea, Miranda, Dom¨ªnguez, Filipe Luis; Gabi, Mario Su¨¢rez; Reyes (Salvio, m. 70), Diego (Adri¨¢n, m. 87), Koke (Pizzi, m. 46); y Falcao. No utilizados: Joel; Antonio L¨®pez, Assun??o y Juanfran.
Rayo Vallecano: Cobe?o; Tito (Pacheco, m. 70), Arribas, Figueras, Casado; Movilla (M¨ªchel, m. 84), Javi Fuego; Lass (Koke, m. 74), Michu, Piti; y Tamudo. No utilizados: Dani Gim¨¦nez; Labaka, C. Garc¨ªa y Delibasic.
Goles: 1-0. M. 25. Gabi recoge un pase de Falcao y pica el bal¨®n ante el defensa. 2-0. M. 73. Falcao remata en plancha un centro de Diego. 3-0. M. 91. Salvio aprovecha un pase de Gabi. 3-1. M. 93. Gabi, en propia puerta.
?rbitro: Clos G¨®mez. Mostr¨® la cartulina amarilla a Tito y Javi Fuego, Lass, Diego y Figueras.
Vicente Calder¨®n. 45.000 espectadores.
Sin Arda Turan -sancionado- sobre el c¨¦sped, el Atl¨¦tico evidenci¨® que no le basta con Diego para tejer el f¨²tbol. El '22' es un genio del ¨²ltimo pase, un desahogo en caso de entuerto inesperado, capaz de poner el quiebro y el desborde, de romper desde la segunda l¨ªnea. Pero se le resiste el pase horizontal, descargar el juego a las zonas con menos tr¨¢fico, oxigenar el f¨²tbol. Entre otras cosas, porque se alimenta del jolgorio de la grada y siempre busca lo m¨¢s complicado, el arrebato y aplauso del p¨²blico. Para lo f¨¢cil -que es lo complicado- est¨¢ Turan. Y sin ¨¦l, el Atl¨¦tico queda m¨¢s que cojo. No hay circulaci¨®n del bal¨®n, la posesi¨®n se reduce y la identidad perseguida por Manzano desde que arrancara el curso se desvanece. La ma?ana desabrida del Calder¨®n, si acaso h¨²meda por el r¨ªo Manzanares, lo fue m¨¢s por el juego del Atl¨¦tico, inconexo, roto. Para alegr¨ªa estaba el Rayo, con su lema de vida pirata, al abordaje donde juegue. Y para realidad, los goles, adem¨¢s de Reyes y Falcao, que articulan un contragolpe en un santiam¨¦n.
Se plant¨® el Rayo con br¨ªos desligados, como si el Calder¨®n fuera la plaza del pueblo, el patio del colegio. Sin miedo. Ni siquiera le amedrent¨® que el tapete fuera una pista de hielo, donde los futbolistas se deslizaban, y no pocas veces se pegaban topetazos c¨®micos. Todos se resbalaban al cambiar de direcci¨®n, al presionar, al lanzar una falta... y solo Lass, explosivo como es, decidi¨® cambiarse el calzado antes del entreacto. Su pelea con Filipe fue preciosa, re?ida, m¨¢s victorioso el lateral porque lo complicado es romper la barrera, pero sensacional por intensa y ruda. Menos compensada fue al otro costado. A Perea ya le sac¨® los colores Cristiano Ronaldo -solo detenido con los tacos por delante-, le burl¨® Samaras (Celtic) a cada reto, y Piti le desencaj¨® con cada embestida. Fueron pocas, pero se constat¨® que el Atl¨¦tico tiene un agujero terrible que no subsana, a la espera del regreso de Silvio. Aunque Piti no centr¨® con tino y el Rayo, que tiene mucho y bueno, carece de un delantero centro determinante, del remate oportuno. No le llega con la pausa y la distribuci¨®n de Movilla, omnipresente en el campo, ni con la chispa de Michu, excelente en los movimientos de entrel¨ªneas. Y los remates de Lass, primero, y de Michu, despu¨¦s, no vieron puerta por los pelos.
Valiente o temerario, al Rayo le pas¨® factura la propuesta. Como en ese c¨®rner a favor en el que solo dej¨® a dos para cerrar. A la contra, Koke a punto estuvo de hacerle un desaguisado que no pas¨® a mayores porque chut¨® con el pie torcido. Se dio cuenta, sin embargo, el Atl¨¦tico que al contragolpe ten¨ªa la rampa para el gol. Reyes lanz¨® el siguiente con un centro que Falcao, ante el portero, no supo definir. Y el siguiente, tambi¨¦n catapultado por Reyes, solo fue desbaratado por los guantes de Cobe?o. La insistencia en la apuesta, sin embargo, tuvo su recompensa cuando Reyes enlaz¨® con Falcao, que recibi¨® en el balc¨®n del ¨¢rea y ley¨® el movimiento de Gabi para dejarle la porter¨ªa sin otro rival que un zaguero. Bal¨®n picado y a la red. El Atl¨¦tico m¨¢s pr¨¢ctico y eficiente. Una versi¨®n desconocida en esta temporada, que no en las anteriores. Una apuesta corroborada, adem¨¢s, por Diego, que centr¨® al ¨¢rea chica, y por Falcao, que se tir¨® en plancha, en un remate bien pl¨¢stico porque atac¨® al bal¨®n bien abajo y envi¨® el bal¨®n a la red, al palo opuesto. La guinda la puso Salvio con otro gol, a pase de Gabi, que quiso estar en todas, incluso en la jugada de Piti, que remat¨® a propia puerta ya sobre la bocina. Se acab¨® el partido, la valent¨ªa del Rayo y las dudas del Atl¨¦tico. Sin Turan no hay pases que valgan y con el contragolpe tambi¨¦n marca goles.
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