El Levante es todo coraz¨®n
El conjunto granota tira de amor propio para tumbar al Sevilla (1-0) y se atornilla en los puestos europeos
Todo el Levante api?ado en torno a Iborra, el jugador que esta semana sufri¨® la terrible desgracia del fallecimiento de su hija reci¨¦n nacida. Todo el Levante abrazado una vez m¨¢s tras una victoria ¨¦pica, conquistada a golpe de coraz¨®n y de fuerza. La fuerza ancestral de los indomables y repudiados futbolistas granota, como Kon¨¦, descartado por el Sevilla, encumbrado a la categor¨ªa de h¨¦roe por la hinchada levantinista, tal es la cantidad de respuestas que le ofrece al conjunto de JIM: cabalgadas inacabables, juego de espaldas a porter¨ªa, remates varios. O Juanfran: no solo se atreve a parar mano a mano, cuerpo a cuerpo, a Jes¨²s Navas, sino que se marca una galopada imparable en el minuto 94. Todo eso, m¨¢s la suerte de quienes la buscan, convierten al Levante en un equipo poderoso en su estadio, capaz de tumbar a rivales de muchos m¨¢s recursos, tal es el caso del Sevilla, sorprendido por un error de Negredo en tareas defensivas y por las paradas de Mun¨²a cuando hab¨ªan logrado romper la ley de Ballesteros.
LEVANTE, 1 - SEVILLA, 0
Levante: Munua; Venta, Ballesteros, Nano, Juanfran; Torres, Farinos (Iborra, m.66); Valdo, Barkero (Rub¨¦n, m.89), Juanlu (Pallard¨®, m.85) y Kone.
Sevilla: Varas; Coke (Kanoute, m.62), Fazio, Spahic, Navarro; Medel, Trochowski (Campa?a, m.68), Rakitic (Armenteros, m.80); Navas, Manu del Moral y Negredo.
Gol: 1-0, m.56: Nano.
?rbitro: ?lvarez Izquierdo, del Comit¨¦ Catal¨¢n. Mostr¨® tarjeta amarilla a los locales Juanlu y Ballesteros, y a los visitantes Trochowski, Fernando Navarro, Navas y Spahic.
11.131 espectadores en el Ciutat de Val¨¨ncia.
La potencia de Negredo es una ventaja y un inconveniente. La primera es saber que cualquier pelotazo largo, aunque est¨¦ rodeado de tres defensores, la va a convertir en una ocasi¨®n de gol: protege, choca, cambia de direcci¨®n y encuentra el hueco para disparar. ?La desventaja? El Sevilla lo f¨ªa casi todo al delantero vallecano, explorando poco otras variantes. A pesar de disponer de dos notables extremos: Jes¨²s Navas y Manu del Moral, secados ambos por dos huesos, Juanfran y Javi Venta. La campa?a del zaguero asturiano est¨¢ siendo espectacular: se faja con Manu y le mantiene la carrera, pero le sobra energ¨ªa para salir al ataque a la m¨ªnima ocasi¨®n.
El Sevilla hizo notar la presencia de un trivote (Trochowsky, Medel y Rakitic) con una mayor posesi¨®n del esf¨¦rico, pero eso tampoco supuso una clara superioridad. Limada por un Farin¨®s fin¨ªsimo tanto en el corte como en el env¨ªo largo, siempre profundo, a la b¨²squeda de la cabalgada de Kon¨¦. Esta vez no lo tuvo nada f¨¢cil el punta costamarfile?o. Lo esposaron dos centrales, Spahic y Fazio, muy expeditivos sobre todo en el juego a¨¦reo.
El Levante sufri¨® m¨¢s de lo acostumbrado en su estadio a la hora de desplegarse, sin que ni Valdo ni Juanlu enlazaran con un Barkero vigilado por Medel. Marcelino se hab¨ªa empollado la manera de cortar las contras granota. La templanza de Mun¨²a sirvi¨® para desviar con el pecho un disparo a bocajarro de Trochowsky tras un pase atr¨¢s de Negredo. La jugada la hab¨ªa abierto Del Moral con un trallazo desde fuera del ¨¢rea repelido por el meta uruguayo.
Mucho m¨¢s decidido tras la reanudaci¨®n el Sevilla, se llev¨® un rev¨¦s inesperado del conjunto granota, experto en sufrir y reaccionar. Esta vez en jugada de estrategia. Al c¨®rner desde la izquierda de Barkero acudi¨® a rematarlo un pelot¨®n de jugadores granota. Pero solo un ¨²nico destinatario: Ballesteros. El capit¨¢n sac¨® partido del bloqueo de sus compa?eros para alejarse al segundo palo, desde donde cabece¨® a la porter¨ªa. En la l¨ªnea de gol, Negredo ejerci¨® de portero, pero despu¨¦s no supo qu¨¦ hacer con el bal¨®n. La indecisi¨®n la aprovech¨® Nano para encimar al delantero y convertir su despeje desesperado en gol.
Abierto el encuentro, Kon¨¦ le gan¨® por fin una carrera a Fazio, cuyo empuj¨®n dentro del ¨¢rea fue considerado insuficiente por el ¨¢rbitro. Marcelino recurri¨® a la pausa de Kanout¨¦ y Campa?a. Con las l¨ªneas m¨¢s distendidas, el Levante estaba a sus anchas, afilando su contragolpe, con la incorporaci¨®n de Iborra. Kanout¨¦ le dio mucho m¨¢s temple al ataque sevillista y Spahic cabece¨® fuera cuando parec¨ªa imposible. S¨ª, la fortuna tambi¨¦n la tiene el Levante de su parte. De parte de quienes ponen el alma en el empe?o.
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