El coladero espa?ol

La primera fue Yesenia Centeno, la atleta que abri¨® la v¨ªa, la que vio el coladero en las normas antidopaje. Su camino lo sigui¨® poco despu¨¦s Paquillo Fern¨¢ndez. Ambos deportistas, despu¨¦s de haber sido sancionados dos a?os por dopaje, apoyados por el Consejo Superior de Deportes (CSD) acudieron al teniente coronel de la Guardia Civil al frente de la mayor¨ªa de las operaciones antidopaje y le pidieron que les extendiera un certificado de que hab¨ªan declarado ante ellos y de que hab¨ªan colaborado con sus investigaciones. Con ese papel en la mano se presentaron luego ante el Comit¨¦ de Competici¨®n de la federaci¨®n espa?ola, donde solicitaron que en aplicaci¨®n del C¨®digo Mundial Antidopaje se les redujera la sanci¨®n a la mitad por su colaboraci¨®n. Lo consiguieron pese a la resistencia federativa, que consideraba que un simple papel no probaba su colaboraci¨®n.

El C¨®digo Mundial exige que la colaboraci¨®n para ser efectiva debe permitir al menos sancionar a otros atletas, desarticular otras redes o sancionar al entorno del deportista. Nada de esto pudieron probar Paquillo y Centeno, y tampoco la Guardia Civil, que se escud¨® en el secreto de sumario para no revelar nada ni a?adir ning¨²n dato. Y tampoco ninguno de los dos confes¨® p¨²blicamente que se hubiera dopado, asumi¨® su culpa o colabor¨® en campa?as educativas de prevenci¨®n del dopaje, que son otros elementos necesarios para su petici¨®n. La reducci¨®n de la sanci¨®n a ambos atletas le cost¨® a la federaci¨®n espa?ola sendos tirones de orejas por parte de la IAAF, y al deporte espa?ol una muesca m¨¢s en su fama de permisivo con el dopaje.

Por eso, cuando hace unos meses Jos¨¦ Luis Blanco apareci¨® con el certificado del teniente coronel solicitando que le redujeran su sanci¨®n por dopaje, en la federaci¨®n dijeron basta. Aunque Blanco hab¨ªa resultado positivo por EPO en los campeonatos de Espa?a, el 18 de julio de 2010, solo se supo el resultado del laboratorio dos semanas m¨¢s tarde, despu¨¦s de que el 1 de agosto consiguiera una medalla de bronce en los 3.000 metros obst¨¢culos en los Europeos de Barcelona. Como la Guardia Civil investig¨® e imput¨® a su m¨¦dico, Javier Solanas, Blanco fue llamado a declarar por la Guardia Civil el 15 de diciembre pasado, cuando la IAAF ya hab¨ªa ratificado una suspensi¨®n de dos a?os, que concluye oficialmente el 26 de octubre pr¨®ximo. En su declaraci¨®n, Blanco exculp¨® totalmente a su m¨¦dico -"sab¨ªa lo que hac¨ªa, pero estaba en contra de ello y no me asesoraba ni aconsejaba"-, se declara "autodidacta" en temas de dopaje, se reconoce un experto en la autoinyecci¨®n intravenosa y confiesa que compr¨® la EPO a un tal Fernando que tiene una tienda de fitness en Matar¨®. Seg¨²n Blanco, Fernando vende y entrena, y prepara las dosis de EPO a muchos m¨¢s atletas. "La mayor¨ªa marroqu¨ªes, uno de los cuales est¨¢ en el CAR de Sant Cugat". Eso es todo lo que figura en el atestado policial correspondiente.

El comit¨¦ de competici¨®n de la federaci¨®n espa?ola le dijo a Blanco que con el certificado no bastaba, que la IAAF exig¨ªa m¨¢s pruebas de una colaboraci¨®n efectiva y que mientras no las aportara no pod¨ªan tomar una decisi¨®n sobre su caso. En lugar de engrosar su informe colaborativo, Blanco se dirigi¨® al Comit¨¦ Espa?ol de Disciplina Deportiva, dependiente del CSD, que ayer viernes, a ¨²ltima hora de la tarde, envi¨® un fax a la federaci¨®n espa?ola anunci¨¢ndole que le hab¨ªa concedido la suspensi¨®n cautelar de la sanci¨®n a Blanco, quien ya era libre para competir de nuevo, al menos en suelo espa?ol. La decisi¨®n no le pudo llegar m¨¢s a tiempo a Blanco, de 36 a?os, quien volver¨¢ a competir ma?ana 18 en la Sansi de Viladecans, una prueba popular organizada justamente por ¨¦l mismo. Hasta 2009 se disputaba en Lloret de Mar, donde Blanco vive, pero el Ayuntamiento, tras su positivo, le deneg¨® el permiso. M¨¢s complicado, casi imposible, ser¨¢ para Blanco, de todas maneras, volver al equipo espa?ol para el Europeo de Helsinki o los Juegos de Londres, pues en su prueba, los 3.000 obst¨¢culos, hay ya cinco atletas con m¨ªnima y los criterios de selecci¨®n dejan a la absoluta discreci¨®n del comit¨¦ t¨¦cnico la elecci¨®n de los atletas.