El Espanyol hace valer la finura

Una jugada que define la esencia de este Espanyol acab¨® desequilibrando un partido que se convirti¨® en el t¨ªpico duelo entre el fino estilista y el duro fajador. D¨ªdac pic¨® el bal¨®n sobre la barrera defensiva, y Verd¨² prolong¨® con la cabeza para el desmarque de Sergio Garc¨ªa, que tuvo el acierto que le falt¨® a sus compa?eros para sentenciar antes. El Sporting, manifiestamente inferior en juego, se sostuvo en pie con sus virtudes de siempre, pero no le alcanz¨®.

El Espanyol present¨® credenciales en El Molin¨®n con una jugada relampagueante, un lujo de dos de sus cachorros m¨¢s brillantes. Weiss descont¨® rivales desde la banda derecha y le dej¨® el camino libre para Thievy, que tras un recorte el¨¦ctrico se atrevi¨® con un remate desde la frontal imposible para Juan Pablo. Al 0-1 le sigui¨® casi media hora de un f¨²tbol fresco y estimulante del Espanyol, en el que particip¨® activamente Romaric, muy mejorado respecto a su versi¨®n como sevillista.

Mientras el Espanyol ofrec¨ªa una actuaci¨®n coral, el Sporting se encomendaba a De las Cuevas. Dos acciones aisladas del mediapunta levantaron el ¨¢nimo de una grada estupefacta ante el repaso que le estaba dando a su equipo el grupo de chavales de Pocchettino. Que la clasificaci¨®n no refleje esas bondades tiene que ver con cierta incapacidad en el remate y bastante inocencia defensiva, de lo que se aprovech¨® el Sporting justo despu¨¦s de que Juan Pablo evitara por dos veces el 0-2 ante Thievy.

Con el empate y la chiquiller¨ªa del Espanyol asustada por tanto barullo, el partido se abri¨® a cualquier desenlace. El gol de Sergio Garc¨ªa hizo justicia, por m¨¢s que a la afici¨®n sportinguista quedase con la sensaci¨®n de que su equipo pudo ara?ar un punto en el arre¨®n final, que sembr¨® el ¨¢rea espanyolista de minas.