Juega el M¨¢laga, marca Soldado

Es la ventaja de contar con un pistolero como Soldado. Le permite a su equipo jugar poco e incluso mal. Enviarle dos buenos pases y dejar que ¨¦l se encargue de lo m¨¢s importante: liquidar a un M¨¢laga mucho m¨¢s presente en el centro del campo, adornado por un Joaqu¨ªn imparable. Pero d¨¦bil en las ¨¢reas: la propia, lastrado por sus plomizos centrales, y la ajena, penalizada por un delantero sin remate, Rond¨®n. Para Mestalla fue un alivio que Pellegrini solo le diera a Van Nistelrooy la ¨²ltima media hora. En ese lapso, sus dos tiros encontraron la respuesta del cuerpo de Diego Alves. Antes, nada. Afianzado tambi¨¦n por sus centrales, el Valencia aprovecha al m¨¢ximo sus recursos y abre un abismo en la clasificaci¨®n respecto al quinto puesto de la Liga. En el torneo de la regularidad, el trabajo de Emery es irreprochable.

Esta pareja ha sostenido al Valencia en el aspecto ofensivo. Los pases de uno y los desmarques del otro. Casi siempre Jonas con la visi¨®n y el toque para aprovechar los arranques vertiginosos de Soldado. El brasile?o puso una vez m¨¢s el bal¨®n a la espalda de los centrales, con un pase raso y ligeramente curvado, y el valenciano salv¨® en la carrera a Willy y marc¨® desde el costado. Al M¨¢laga le cruje la rigidez de sus centrales, Mathijsen y Demichelis, que tardan un mundo en reaccionar.

El tanto de Soldado, su d¨¦cimo en el campeonato, anul¨® de un plumazo la tremenda superioridad t¨¦cnica del M¨¢laga hasta esos momentos, pegado al pie de un Joaqu¨ªn estelar. El gaditano ret¨® y regate¨® a sus excompa?eros de dos en dos, por un extremo y por el otro, si bien no hubo nadie dispuesto a remachar sus internadas. Ante la imposibilidad de frenar a Joaqu¨ªn por la v¨ªa legal, Albelda le solt¨® una patada a la altura de la rodilla.

Por calidad individual, el M¨¢laga llev¨® mucha ventaja. La que atesoran Cazorla, Isco y Joaqu¨ªn. El Valencia se ha ido descapitalizando en los ¨²ltimos a?os en este aspecto al marcharse los Silva, Mata, Villa, el propio Joaqu¨ªn o la promesa de Isco. Pero Emery ha sabido adaptarse a otro tipo de jugadores menos est¨¦ticos, pero con id¨¦ntica ambici¨®n de ser protagonistas.

Sin ritmo Ever Banega tras la lesi¨®n, el Valencia perdi¨® el centro del campo, si es que en alg¨²n momento lo hab¨ªa tenido. El conjunto de Emery se parti¨® en dos y el M¨¢laga abus¨® de un control masivo aunque muy poco efectivo. Incluso desaprovech¨® una contra de cuatro contra dos, despejada por Miguel en el ¨²ltimo suspiro. Tensionados de tanto perseguir el cuero, los chicos de Emery cometieron muchas faltas, demasiadas, siendo Isco la v¨ªctima preferida.

Independientemente de disponer de m¨¢s o menos control, el Valencia tiene la virtud de buscar siempre la porter¨ªa contraria. A estirones muchas veces. Como el que le dio Jordi Alba por el extremo izquierdo: un ca?o espectacular a Demichelis y un centro enroscado que vole¨® Soldado de manera violenta.

Ante la nula pegada de su equipo, Pellegrini recurri¨® a Van Nistelrooy, con m¨¢s clase que Rond¨®n aunque juegue andando. Como cuando baj¨® el bal¨®n con el pecho antes de que su disparo lo repeliera, tambi¨¦n con el pecho, Diego Alves.

El Valencia ya se encontraba muy c¨®modo, seguro de que con la firmeza de sus centrales y el gatillo de Soldado ten¨ªa de sobra para ganar el partido. Se creci¨® adem¨¢s Banega meti¨¦ndole dos pases magistrales a Soldado que este err¨® cuando se dispon¨ªa a celebrar su triplete. Ni Sebas ni Duda cambiaron el panorama porque el M¨¢laga estaba condenado a la sequ¨ªa y el Valencia, aunque ya con Soldado fundido, disfrutaba de una victoria para atornillarse en la Champions.

Valencia 2 - M¨¢laga 0