Todo por un taconazo de ?zil
El Madrid arrolla al Granada (5-1) con la clase del alem¨¢n y la pegada de Benzema
Todo empez¨® por un lujo de ?zil. Intermitente pero sublime, el mediapunta alem¨¢n abri¨® el blindaje del Granada con un inesperado pase de tac¨®n. Quiz¨¢ voluntario, quiz¨¢ aleatorio, consecuencia de un control fallido, en cualquier caso, un producto genuino de su clase. El detalle se inscribi¨® como lo m¨¢s notable de un partido de corto aliento. Una pugna desigual, dignamente llevada por el equipo andaluz hasta los l¨ªmites de lo posible. Lo imposible fue defender las arbitrarias invenciones de ?zil, la inspiraci¨®n de Benzema, la contundencia de Higua¨ªn y el coraje de Ramos.
Hay que rebuscar en los archivos hist¨®ricos para encontrar precedentes que se parezcan al clamoroso ¨¦xodo de la afici¨®n del Granada a las gradas del Bernab¨¦u. El entusiasmo de la hinchada visitante, sin embargo, contrast¨® con la inhibici¨®n de su equipo, que no supo responder a la oleada inicial del Madrid. La defensa fue retrocediendo, paso a paso, hasta mezclar a Roberto con sus centrales y apretar a los centrocampistas contra su ¨¢rea. De izquierda a derecha, la l¨ªnea de medios que formaron Mikel Rico, Yebda y Martins hizo un dique de contenci¨®n por el que apenas se abrieron huecos. El movimiento defensivo vino inspirado por el empuje del ataque del Madrid, que avanz¨® con uno de sus caracter¨ªsticos despliegues masivos en los arranques de cada partido. Lass, esta vez como lateral derecho, se intern¨® hasta el fondo, muchas veces acompa?ando a otros avances de Marcelo por el otro costado. Higua¨ªn, Benzema y Cristiano asaltaron el ¨¢rea desde los tres flancos. ?zil se movi¨® por todo el frente y Khedira irrumpi¨® desde atr¨¢s, con empe?o sistem¨¢tico, intentando finalizar las jugadas.
REAL MADRID, 5 - GRANADA, 1
Real Madrid: Casillas; Lass, Varane, S. Ramos, Marcelo; Khedira, X. Alonso; Benzema (Callej¨®n, m. 52), ?zil (Kak¨¢, m, 66), Cristiano Ronaldo; e Higua¨ªn (Altintop, m. 82). No utilizados: Ad¨¢n; Albiol, Granero y Sahin.
Granada: Roberto; Nyom, I. L¨®pez, Diakhat¨¦, Siqueira; Yebda (F. Rico, m. 61), M. Rico; Uche, Martins (Abel, m. 76), D. Ben¨ªtez; e Ighalo (Geijo, m. 65). No utilizados: Juan; Mainz, Jaime y Cort¨¦s.
Goles: 1-0. M. 19. Benzema. 1-1. M. 22. M. Rico. 2-1. M. 34. S. Ramos. 3-1. M. 47. Higua¨ªn. 4-1. M. 50. Benzema. 5-1. M. 89. Cristiano Ronaldo.
?rbitro: Mu?iz Fern¨¢ndez. Amonest¨® a Roberto e Higua¨ªn.
Unos 78.000 espectadores en el estadio Santiago Bernab¨¦u.
Lento con la pelota en los pies, espeso para el pase, Mourinho ha mandado a Khedira a que distraiga a la zaga contraria. El hombre, pesado como un buey, va y remata cada vez que puede, normalmente con potencia pero sin acierto alguno. Su funci¨®n es terminar con la elaboraci¨®n, cerrar las jugadas, y evitar alg¨²n robo que desemboque en un contragolpe. Esta posibilidad se antoj¨® remota en los primeros minutos del partido, cuando el Granada se acorral¨® en su ¨¢rea, permanentemente asediada. La montonera de futbolistas en el ¨¢rea de Roberto enred¨® las maniobras del Madrid, que no encontr¨® m¨¢s soluci¨®n que los centros. Con la excepci¨®n de Benzema, que se movi¨® en el bosque como por campo abierto, al equipo le falt¨® nitidez para encontrar el disparo. Hasta que ?zil se inspir¨® para coronar la obra m¨¢s bella del partido.
La jugada fue una maravilla de velocidad y precisi¨®n. La inici¨® Higua¨ªn, que entreg¨® la pelota a ?zil en la frontal del ¨¢rea. El alem¨¢n jug¨® para Cristiano y se desmarc¨® al primer palo para recibir la devoluci¨®n de la pared. Cristiano, bien defendido, le meti¨® el pase como pudo. El bal¨®n vol¨® a media altura, demasiado r¨¢pido, pillando a ?zil casi a contrapi¨¦, sin perfil para controlar y con un central apret¨¢ndole. Su invento consisti¨® en flexionar la rodilla y tocar la pelota que le pasaba por detr¨¢s con el tac¨®n de su bota izquierda. El toquecito sutil se convirti¨® en un pase de gol a Benzema, que entr¨® al segundo palo para empujarla.
El gol resumi¨® la capacidad de sincronizaci¨®n que existe entre Higua¨ªn, Benzema y ?zil, tres futbolistas que rara vez coinciden. Su potencial es arrollador, incluso cuando los rivales no liberan ni un metro. Eso hizo el Granada, que se defendi¨® con abnegaci¨®n y s¨®lo se anim¨® a salir de la cueva en desventaja. No le fue mal en su primera aventura. El primer remate acab¨® en la red de Casillas. Una diablura y un centro de Uche, siempre encendido contra el Madrid, encontr¨® a Mikel Rico completamente solo. Lass no acudi¨® a cubrirlo y el centrocampista coloc¨® el bal¨®n junto a la base del palo izquierdo del portero.
El Madrid se apag¨® durante un rato. Con el correr de los minutos se revel¨® que s¨®lo estaba dosific¨¢ndose para lo que ven¨ªa. Un c¨®rner lanzado por ?zil desde la izquierda encontr¨® la frente de Ramos cuando hab¨ªa transcurrido la media hora del encuentro. Fue un cabezazo pleno que devolvi¨® al Madrid a la faena. El Granada se desfond¨® en la reanudaci¨®n. Marcelo ejerci¨® de malabarista en el ¨¢rea, burl¨® a ??igo L¨®pez y meti¨® el pase ante el cierre de Diakhat¨¦ para encontrar al ejecutor m¨¢s econ¨®mico que hay en la plantilla. Higua¨ªn no tard¨® nada en concebir su agresi¨®n, ver red, armar la pierna y fulminar a Roberto. El gol cerr¨® el partido, que se prolong¨® sin historia hasta el final con el ¨²nico aliciente del cuarto gol madridista. Otro pase de ?zil, esta vez de 40 metros, otro control sedoso de Benzema, y la definici¨®n con torcedura de tobillo incluida. Mala suerte para el franc¨¦s, que se retir¨® del Bernab¨¦u cojeando pero, por primera vez, saludado con una lluvia de aplausos de agradecimiento.
Cristiano meti¨® el quinto. Se trat¨® de un gol irrelevante, sobre el final del partido. Se neg¨® a celebrarlo. Mal encarado, se apart¨® a los compa?eros que lo felicitaron y dio la impresi¨®n de escenificar un mensaje de reproche hacia alguien o algo.
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