El miedo puede con la ambici¨®n
Un Zaragoza angustiado y un Getafe romo empatan en La Romareda
Era una tarde tormentosa en La Romareda, pero el Getafe, carente de cuajo, nervio y convicci¨®n, interpret¨® los primeros minutos como un protocolario ejercicio de pases insustanciales sin ¨¢nimo de ofender. Mientras tanto, el Zaragoza, instalado en la zozobra, se rearmaba con m¨¢s orden que talento llevando el partido a un pulso donde primaba m¨¢s la actitud que la aptitud.
El conjunto getafense se desperez¨® pasada la media hora, cuando G¨¹iza cabece¨® con intenci¨®n un centro desde la banda derecha. Pero ah¨ª estaba Roberto, el mejor de los suyos en el partido y en lo que va de temporada, para desbaratar el peligro. Fue la primera de una larga lista de paradas para enmarcar y el preludio del gol del Zaragoza. Al minuto siguiente Lanzaro s¨ª atin¨®. El central vol¨® sobre Varela para descolgar un centro desde el c¨®rner de Luis Garc¨ªa y cabecear con bravura a la escuadra de la porter¨ªa de Moy¨¢.
ZARAGOZA, 1; GETAFE, 1.
Zaragoza: Roberto; Lanzaro, Da Silva, Paredes, Obradovic (Edu Oriol, min.90); Pinter, Zuculini (Abraham, min.84), Lafita (Aranda, min.72), Luis Garc¨ªa, R¨²ben Micael; y H¨¦lder Postiga.
Getafe: Moy¨¢; Valera, "Cata" D¨ªaz, Rafa, Masilela; Michel, Casquero (Pedro Le¨®n, min.71); A.J. R¨ªos (Diego Castro, min.59), Miku, Barrada; y G¨¹iza (Rodr¨ªguez, min.91).
Goles: 1-0. min.39. Lanzaro; 1-1. min.79. Rafa.
?rbitro: Mateu Lahoz, del C. Valenciano. Amonest¨® con tarjeta amarilla
a los locales Paredes, R¨²ben Micael y Luis Garc¨ªa y a los visitante Masilela
y Pedro Le¨®n.
Unos 28.000 espectadores en La Romareda. Antes del partido unas 10.000 personas se manifestaron contra la gesti¨®n de Agapito Iglesias.
Espoleados por el golpe, el Getafe busc¨® de inmediato rectificar el borr¨®n antes de marcharse al vestuario y a punto estuvo de conseguirlo con una excelsa triangulaci¨®n entre G¨¹iza, Barrada y Casquero, que remat¨® sin premio el capit¨¢n azul¨®n. De nuevo Roberto amurallaba su porter¨ªa para desaz¨®n de los visitantes.
El Zaragoza no gana un partido desde el 16 de octubre del a?o pasado, cuando derrot¨® a la Real Sociedad (2-0). Desde entonces, nueve derrotas y un empate, con un cambio de entrenador y la marejada social e institucional de por medio, hab¨ªan condenado al equipo al farolillo rojo de la tabla. Ante semejante expediente, el gol y los tres puntos eran un bot¨ªn de valor incalculable para el conjunto ma?o, que entre la prudencia y el miedo tir¨® de la manta hacia atr¨¢s para resguardarse. No le funcion¨®.
Obligado por las circunstancias, el Getafe le dio un punto de br¨ªo a su apuesta y comenz¨® a merodear la frontal del ¨¢rea rival. Luis Garc¨ªa retoc¨® su pizarra para afinar a los suyos. Diego Castro y Pedro Le¨®n, que regresaba despu¨¦s de tres meses lesionado, dieron relevo a Pedro R¨ªos y Casquero y los azulones (de amarillo fluorescente por protocolo) comenzaron a monopolizar la posesi¨®n y las ocasiones. Como el juego no daba mucho de s¨ª, el gol del empate lleg¨® tambi¨¦n de c¨®rner. Con m¨¢s intenci¨®n que destreza, el Getafe encontr¨® un punto que tard¨® en buscar pero acab¨® por merecer con suficiencia.
Pedro Le¨®n desempolv¨® uno de sus centros acad¨¦micos, Cata D¨ªaz destartal¨® con picard¨ªa la disposici¨®n defensiva de los ma?os, el bal¨®n se pase¨® con mansedumbre por el ¨¢rea peque?a y entre Paredes y Rafa la pelota acab¨® convirti¨¦ndose en gol. El Getafe descubri¨® entonces la candidez de su rival y se lanz¨® con premura a por la victoria. La tuvo en sus botas Pedro Le¨®n, pero, a¨²n desafinado, se eterniz¨® en el control y la resoluci¨®n y acab¨® por mandar una pelota inocente a los guantes de Roberto. Los dos equipos enfilaron la ducha con gesto contrariado. Para los dos pudo ser peor. Para los dos pudo ser mejor.
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