Una n¨²mero uno de verdad
Sharapova y Azarenka buscar¨¢n el t¨ªtulo y el trono tras el reinado de Wozniacki
La bielorrusa Victoria Azarenka acab¨® de rodillas y medio llorando, nada m¨¢s eliminar (6-4, 1-6 y 6-3) a la belga Kim Clijsters en un sufrid¨ªsimo partido. La rusa Maria Sharapova, que bati¨® 6-2, 3-6 y 6-4 a la checa Petra Kvitova, "ruborizada" por los piropos de la grada y dedicada a gritar mientras le lanzaba besos al p¨²blico: "?Vamos!", dec¨ªa tras pelear bajo el sol de tiro en tiro. Las dos tenistas luchar¨¢n el s¨¢bado por el Abierto de Australia y algo m¨¢s: quien gane la final ocupar¨¢ el n¨²mero uno. Tras las casi 70 semanas de reinado de la danesa Caroline Wozniacki, que nunca gan¨® un grande, el tenis femenino volver¨¢ a estar gobernado por una jugadora que sepa lo que es celebrar un t¨ªtulo del Grand Slam.
Si algo dejaron las dos semifinales, sometidas a los frecuentes vaivenes del tenis femenino del siglo XXI, fue la incre¨ªble capacidad competitiva de Sharapova. La exn¨²mero uno ha conquistado todos los grandes menos Roland Garros. A los 24 a?os, los ejecutivos del m¨¢rketing insisten tanto en lo accesorio que a veces se olvida su talento para pelear en los grandes escenarios. Durante largos tramos del partido, los golpes de la zurda Kvitova le tuvieron entre la espada y la pared. La checa se procur¨® una cifra b¨¢rbara de bolas de break (14) y concentr¨® un buen pu?ado de ellas en el set decisivo (5). Sharapova solo le permiti¨® convertir un 21% (3) y le neg¨® todas cuando de verdad importaban, en la tercera manga. Ella, por su parte, hizo realidad todas las opciones de las que dispuso (5). Esa diferencia retrat¨® a las dos semifinalistas. Sharapova, que solo sum¨® dos puntos m¨¢s que su adversaria, no tuvo clemencia ante sus oportunidades. A la que vio un resquicio, tiro la puerta abajo. Kvitova, que a los 21 a?os representa el futuro del tenis, estuvo tibia e indecisa.
Al otro lado del cuadro, Azarenka, que debuta en una final de un torneo del Grand Slam, dej¨® la pista con el r¨ªmel corrido y las l¨¢grimas amenazando su rostro. Furiosa competidora, resisti¨® los ataques de Clijsters, que defendi¨® su t¨ªtulo de 2011 hasta el ¨²ltimo aliento. El s¨¢bado, Azarenka-Sharapova. Algo m¨¢s que una final grande. Algo m¨¢s que la lucha por el trono del tenis femenino. Un pulso entre las tenistas que vienen (Azarenka) y las que ya tienen una carrera establecida (Sharapova).
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