Red Bull como motor de la revoluci¨®n
El gran dominio de la escuder¨ªa energ¨¦tica provoca que Ferrari y Mc Laren se arriesguen en sus dise?os
Dominadores de los dos ¨²ltimos campeonatos la escuder¨ªa Red Bull y Sebastian Vettel, su ni?o maravilla, afronta esta temporada con el objetivo de alcanzar el reto m¨¢s complejo que existe en la f¨®rmula 1: perdurar en la cima y conseguir el que ser¨ªa su tercer doblete consecutivo.
A lo largo de los m¨¢s de 60 a?os de historia de este circo, solo dos pilotos y tres equipos lo han conseguido en sus respectivas contiendas. El primero fue Juan Manuel Fangio, que se proclam¨® campe¨®n cuatro veces seguidas entre 1954 y 1957, mientras que Michael Schumacher lo hizo una vez m¨¢s que el mito argentino, cuando escribi¨® la ¨¦poca de oro de Ferrari, entre 2000 y 2004.
En cuanto al torneo de constructores, solo la marca de Maranello, con seis trofeos entre 1999 y 2004, parece inalcanzable para la tropa de Milton Keynes (Gran Breta?a), que, sin embargo, tiene a tiro los tres que Williams se llev¨® de carrerilla entre 1992 y 1994, y qui¨¦n sabe si en un par de a?os los cuatro de McLaren entre 1988 y 1991.
Se trata de un desaf¨ªo de altura para un pelot¨®n de atrevidos que utiliza esa gesta como acicate. Dietrich Mateschitz es el individuo que paga la fiesta en Red Bull, obsesionado como est¨¢ este excomercial de cepillos de dientes austriaco en promocionar su b¨²falo rojo. Este empe?o, a la vez, le ha dado un tremendo meneo al statu quo establecido y ha provocado una revoluci¨®n en Ferrari y en McLaren, que se han visto obligados a poner una marcha m¨¢s para hacer frente a la genialidad de su principal rival, y a buscar nuevas v¨ªas de desarrollo, mucho m¨¢s agresivas y menos conservadoras. Desde los cuarteles generales de Maranello y Woking llevan desde junio dise?ando sus apuestas con los dedos cruzados, fiados a los cambios que entran en escena.
Los estamentos que dirigen el cotarro son conscientes de que un Mundial tan desigual como el del a?o pasado solo beneficia al ganador, de modo que se han puesto en marcha para tratar de cortarle las alas a Red Bull a partir de la elaboraci¨®n de la revisi¨®n de la normativa, una estrategia de lo m¨¢s com¨²n en los tiempos que corren. La principal baza para conseguirlo es la prohibici¨®n de los escapes sopladores
que dirig¨ªan los gases del motor hacia el difusor, un mecanismo que el equipo austr¨ªaco ha sabido optimizar mejor que nadie. Habr¨¢ que ver qu¨¦ inventa ahora Adrian Newey, el Arqu¨ªmedes de la actual F-1, para relativizar esta p¨¦rdida de carga aerodin¨¢mica. Ferrari, por su parte, conf¨ªa en ser el m¨¢s beneficiado de esta modificaci¨®n del reglamento, m¨¢s que nada porque los b¨®lidos de il cavallino rampante fueron los que menos explotaron esa v¨ªa.
"Espero que Red Bull no domine igual este a?o, pero creo que es lo que va a pasar. Por eso, pongo mis esperanzas en Mark Webber", reconoce Bernie Ecclestone, el mandam¨¢s del tinglado. "En Ferrari hemos hecho muchos cambios a nivel interno. Hemos recolocado a los ingenieros, de modo que ahora cada uno hace lo que realmente le gusta", asegura Fernando Alonso, que afrontar¨¢ su tercer curso como punta de lanza de los b¨®lidos rojos. "Estamos en un ¨¢mbito en el que se asumen riesgos controlados", considera Jonathan Neale, director del departamento de carreras de McLaren. "En la F-1 no te puedes relajar. Si quieres ganar tienes que asumir riesgos, no te puede dar miedo", sostiene el ejecutivo.
Adem¨¢s de la esperada reacci¨®n de Ferrari, McLaren y Mercedes, que deber¨¢ ampliar su cuartel general de Berkley para ubicar a tantos altos cargos -Ross Brawn, Nick Fry, Aldo Costa, Bob Bell, Geoff Willis...-, el otro foco de atenci¨®n ser¨¢ el regreso de Kimi Raikkonen tras dos a?os.
El fichaje de Ice Man por Lotus Renault pone el broche al cartel m¨¢s ilustre de la historia, con seis campeones en la parrilla, y De la Rosa como abanderado de Hispania.
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