El regreso de Amaya
La alero madrile?a se reencuentra con las canchas tres meses despu¨¦s de la fracturarse las dos mu?ecas
"Estaba muy nerviosa por meter una canasta", confiesa Amaya Valdemoro al acabar al partido. Cualquiera que la conozca habr¨ªa notado su inseguridad en la pista. A falta de 7m 48s para la conclusi¨®n del segundo cuarto del encuentro Rivas-Girona, la alero madrile?a sali¨® a jugar 115 d¨ªas despu¨¦s de romperse las dos mu?ecas. M¨¢s de los 600 aficionados que acudieron al Cerro del Tel¨¦grafo -300 suele ser lo habitual- se levantaron al un¨ªsono a aplaudir la vuelta a las canchas de la mejor jugadora espa?ola de baloncesto.
Sus primeros minutos fueron discretos. Amaya no dej¨® que le venciera la ansiedad por encestar y se dedic¨® a mover el bal¨®n y a aplicarse en defensa. Sus movimientos en la cancha recordaban a los de una juvenil que debuta por primera vez con el equipo senior. "Ten¨ªa esos nervios en el est¨®mago de cuando empiezas a jugar los primeros partidos", dice un poco sorprendida de volver a tener esa sensaci¨®n. Y es que despu¨¦s de tres anillos de la WNBA, ocho Ligas, nueve Copas de la Reina, una Euroliga y casi 200 internacionalidades con Espa?a, esta lesi¨®n "tan rara" la ha obligado a empezar de cero en todo. Recuerda que cuando los m¨¦dicos le dieron permiso para trabajar con bal¨®n, hizo un tiro que no toc¨® ni aro. "En ese momento me plante¨¦ seriamente tirar la toalla", confiesa. Pero sus ganas de baloncesto y su af¨¢n de superaci¨®n que tanto han marcado su carrera la han llevado a volver a vestirse de rojo tres meses despu¨¦s.
Al final, Valdemoro firm¨® su reencuentro con el parqu¨¦ con 16 minutos, tres puntos, dos asistencias, cinco robos de bal¨®n y cuatro faltas recibidas. Unos registros discretos para la Amaya de antes, pero que est¨¢n muy bien para la nueva Amaya, sobre todo ante un rival como Girona, empatado con Rivas en la cuarta posici¨®n de la tabla.
En el ¨²ltimo cuarto volvi¨® a la pista, un poco menos agarrotada y mirando m¨¢s el aro, aunque solo tuvo suerte con los tiros libres. "Todav¨ªa me quedo corta en los tiros", se lamenta. Los cuatro lanzamientos de dos y el ¨²nico triple que intent¨® chocaron contra el aro. Pero el balance es positivo: victoria del Rivas 78-69, que cuenta otra vez con su jugadora m¨¢s carism¨¢tica, muy importante para que el equipo ripense defienda su t¨ªtulo de campe¨®n de la Copa de la Reina en marzo ante el poderoso Ros Casares.
Atr¨¢s queda el 12 de octubre, una fecha fat¨ªdica para Amaya Valdemoro. El equipo madrile?o recib¨ªa al Gospic croata en el primer partido de Euroliga. Todo sucedi¨® demasiado pronto y demasiado r¨¢pido. A menos de un minuto para que finalizara el primer cuarto, la alero protagoniz¨® una mala ca¨ªda en una jugada intrascendente: salt¨® para intentar taponar un tiro cuando el marcador mostraba un 23-15 a favor de las madrile?as. Restaban 24 segundos para acabar el primer cuarto y Amaya se cay¨®. Un acto instintivo le llev¨® a frenar la ca¨ªda con las manos y sus mu?ecas se quebraron. Un grit¨® de dolor silenci¨® el pabell¨®n ripense. Se desmay¨® del dolor. Poco despu¨¦s, el informe m¨¦dico lo confirmaba: rotura de las dos mu?ecas.
Despu¨¦s de m¨¢s de tres meses de una dolorosa rehabilitaci¨®n, Valdemoro volvi¨® a ver la luz el pasado martes cuando recibi¨® el alta m¨¦dica. Aunque hace una semana y media todav¨ªa no estaba segura de que le permitieran volver a las canchas tan pronto: "Todav¨ªa me duelen bastante al entrenar, sobre todo cuando recibo un pase y cuando tiro". Y como este deporte consiste en pasar, tirar y botar, su preocupaci¨®n estaba justificada.
Consciente de sus 35 a?os y despu¨¦s de haber sufrido una lesi¨®n tan aparatosa, no se cansa de responder una y otra vez a la misma pregunta sobre cu¨¢ndo va a retirarse. Su primera respuesta fue los Juegos Ol¨ªmpicos de Londres 2012, pero Espa?a no se clasific¨® al caer sorprendentemente en octavos en el Europeo de Polonia, as¨ª que se fij¨® otra meta: el Europeo de 2013 que se disputar¨¢ en Francia. Ahora, con las mu?ecas a¨²n doloridas, prefiere tom¨¢rselo con calma y recuperarse "para volver a ser la de siempre". Sin embargo, no puede disimular sus ganas de jugar el pr¨®ximo Preeuropeo, este verano.
Tras su regreso a las canchas, la forma en la que la han arropado los aficionados ha dejado claro, para el que lo desconociera, que Amaya Valdemoro es, no solo la jugadora espa?ola con mejor palmar¨¦s de la historia, sino el nombre propio que m¨¢s ha popularizado al baloncesto femenino. Ella asegura que no puede vivir sin este deporte que "se lo ha dado todo", pero la deuda del baloncesto con Valdemoro es impagable.

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